Casi un 80% de los niños crecen por lo menos con un hermano o una hermana. Los hermanos se enseñan mutuamente a saber llevarse bien con los demás. Aun cuando no siempre se lleven bien, los hermanos desempeñan un papel muy positivo en la vida del otro.
Continúe leyendo para enterarse más sobre las relaciones entre hermanos y cómo se llevan entre ellos.
¿Qué significa ser hermano?
En el mundo de hoy hay muchos tipos de familias. Además de la familia tradicional de mamá y papá, muchos niños están siendo criados por abuelos, otros familiares, padres sustitutos, padres solteros o padres del mismo sexo. Como resultado, los hermanos y las hermanas vienen en muy distintas formas.
- Los hermanos tradicionales son los que tienen la misma madre y el mismo padre.
- Los medio hermanos comparten ya sea la misma madre o el mismo padre.
- Los hermanastros son hermanos y hermanas que no están relacionados biológicamente, pero cuyos padres están casados el uno con el otro. Sea cual sea el tipo de hermanos, la relación que tengan es de gran importancia.
¿Por qué se llevan así los hermanos?
Hay muchos factores que afectan las relaciones entre hermanos y hermanas. Algunos de estos factores son los siguientes:
Personalidad
Muchos padres a menudo se preguntan cómo es posible que teniendo los mismos padres y habiendo sido criados en el mismo hogar, sus hijos sean tan diferentes. De hecho, algunos tienen más diferencias que semejanzas. Aun cuando los hermanos se parezcan en ciertas cosas, es importante que los padres reconozcan la personalidad singular de cada uno de sus hijos.
Edad
Los niños de distintas edades se comportan de modo diferente. Por ejemplo, es posible que los niños más pequeños se peleen de una manera más física. A medida que crecen, sus peleas pueden volverse más discusiones o
peleas verbales que físicas.
Género
El sexo de los niños también afecta las relaciones. Muchos padres notan que los niños del mismo sexo compiten más entre sí que los niños de sexos opuestos.
Tamaño de la familia, diferencias de edad y orden de nacimiento
No hay dos niños que perciban a la familia del mismo modo. La experiencia del hijo único es diferente a la de un niño que es parte de una familia más grande. Los niños que tienen menos de dos años de diferencia entre sí, a veces tienen más conflictos que aquéllos que están más espaciados en edad.