Por Megan Moreno, MD, MSEd, MPH, FAAP
La mayoría de los padres que conozco hoy en día se preocupan por lo que hacen sus hijos en Internet. Después de todo, puede resultar difícil saber qué están absorbiendo de sus interacciones con las pantallas.
La buena noticia es que las experiencias en línea pueden ayudar a los niños a aprender habilidades de conversación, fortalecer sus habilidades para tomar decisiones y mucho más. Sin embargo, necesitan la orientación de los padres y cuidadores para obtener el mayor beneficio (y evitar posibles daños).
Hacer un
plan de uso de pantallas familiar es una forma de ayudar a los niños y adolescentes a adoptar hábitos digitales saludables. Uno de estos hábitos también puede ser uno de los más divertidos:
ver conjuntamente las pantallas con su hijo. La visualización conjunta puede abrir una ventana a las experiencias en línea de su hijo en un contexto de intercambio y confianza. Puede iniciar conversaciones difíciles, construir vínculos entre padres e hijos y brindarle la oportunidad de ayudar a su hijo a navegar el panorama digital de una manera positiva.
¿Qué es exactamente la visualización conjunta?
La visualización conjunta (o el juego conjunto) ocurre cuando los adultos pasan el rato con los niños para tener una idea de las aplicaciones, juegos, programas, música y otros contenidos en línea que disfrutan. Puede pedirle permiso a su hijo para unirse a ellos en lo siguiente:
Noches de cine
Sesiones de juegos
Visualización de YouTube o TikTok
Tiempo explorando aplicaciones o sitios web
Sesiones de escucha: música, podcasts y otros contenidos de audio
Si le preocupa algo de lo que ve, puede abordarlo de manera reflexiva. Ver y jugar conjuntamente no es lo mismo que vigilar. Es una manera de aprender más sobre las experiencias en línea de su hijo en un contexto de intercambio y confianza.
Primero, considere los pros y los contras del uso de las pantallas
Ver y jugar juntos en línea será más valioso si se comienza con una visión equilibrada de los
riesgos y beneficios de la tecnología digital. Sabemos que el mundo virtual llegó para quedarse. Si bien puede tener algunos efectos negativos, es útil centrarse en las formas en que el tiempo frente a la pantalla puede ayudar a respaldar el aprendizaje, el desarrollo y el juego saludables.
Por ejemplo, el contenido en línea puede lograr lo siguiente:
Introducir nuevas palabras y ayudar a su hijo a comprenderlas en contexto
Invitarlos a cantar o responder a las pistas de los personajes
Modelar comportamientos positivos, tales como la cooperación, la amabilidad y el respeto
Desarrollar el conocimiento y el reconocimiento de letras y números
Fomentar el juego activo, la investigación y la resolución de problemas
Los beneficios para los adolescentes incluyen el refuerzo de las conexiones sociales, el juego en equipo, las actividades creativas, el desarrollo de habilidades académicas y mucho más. De hecho, un
estudio de 10 años (en inglés) resaltó algunos de los resultados positivos para preadolescentes y adolescentes que pasan tiempo en línea.
Esto no quiere decir que
el tiempo excesivo frente a la pantalla (en inglés) no sea peligroso, o que no necesite estar atento a lo que su niño o adolescente hace en línea. Ver y jugar conjuntamente puede ayudarlo a maximizar los beneficios del juego en línea. Lo mantendrá en contacto con las experiencias digitales de su hijo y le brindará una oportunidad natural para guiarlo.
Tiempo de pantalla compartido: 10 consejos para ver, escuchar y jugar junto a su hijo
Pida permiso, especialmente con niños en edad escolar. Los niños mayores podrían estar acostumbrados a navegar, escuchar o jugar solos, por lo que pedirles entrar en su mundo digital hace que el cambio sea más cómodo. Podría decir: "Oye, eso parece muy divertido. ¿Te importa si me uno un rato?"
Siga sus intereses. Exprese una curiosidad amistosa sobre las elecciones de su hijo. Asegúrese de que sepa que está realmente interesado en lo que le gusta. No está ahí para juzgarlo o vigilarlo, sino para aprender de él. La confianza que genere ayudará a su hijo a relajarse y a invitarlo a entrar.
Practique la observación silenciosa. Hablar con su hijo es parte de la visualización conjunta, pero asegúrese de que haya muchas pausas en las que esté observando y descubriendo. Observe las expresiones faciales de su hijo, su lenguaje corporal e incluso los sonidos que hace mientras mira o juega. Todas son pistas valiosas sobre la experiencia que está teniendo.
Disfrute de estar acurrucados. La visualización conjunta puede ofrecer momentos de cercanía física con su hijo. Si su hijo está dispuesto a ello, acurrúquese en el sofá o en una silla cómoda. Los toques afectuosos, como acariciarle el cabello o frotarle la espalda, pueden resultarle agradables.
Haga preguntas abiertas. Cuando quiera saber qué está pensando su hijo, omita las preguntas de "sí" o "no" y diga algo como "Cuéntame más sobre este personaje". O "¿Cómo elegiste este juego? ¿Cuál es tu parte favorita?"
Deje a un lado los miedos y los juicios (por ahora). Si algo lo inquieta durante una sesión de visualización conjunta, intente no comentarlo de inmediato. Tome nota mental para poder volver al tema más tarde, cuando esto no interrumpa a su hijo ni lo haga ponerse a la defensiva. Si ve algo tan negativo que no puede dejar que continúe (acoso, por ejemplo), pídale a su hijo que haga una pausa para que usted pueda hablar con él.
Busque relaciones enriquecedoras. Si está viendo un programa sobre animales, podría decir: "Oye, ¿no es esto parte de lo que estás estudiando en la escuela?". Escuchar canciones puede dar lugar a una conversación sobre poesía o instrumentos musicales o sobre cómo los cantantes usan sus voces para expresar emociones.
Conviértalo en algo activo. Muévanse mientras escuchan música y podcasts o miran TikTok y YouTube juntos. Prueben videos de desafíos de baile y disfruten de una risa saludable cuando hagan movimientos tontos. O bien, diviértanse al máximo con pickleball virtual, bolos y otros juegos físicos.
Con preadolescentes y adolescentes, utilice la visualización conjunta para iniciar conversaciones positivas. Cuando quise iniciar un diálogo con mi hija que va a la escuela secundaria sobre la presión de grupo, elegí una película que me encantaba cuando tenía su edad. "La chica de rosa" (Pretty in Pink) nos dio muchas oportunidades para hablar sobre citas, camarillas, moda y la crueldad que los niños de secundaria a veces se muestran entre sí. Fue una forma mucho más relajada de abordar estos temas con ella, y ambas disfrutamos viendo que una película de hace décadas todavía parecía relevante hoy.
Incluya la visualización y el juego conjuntos en su plan de consumo de pantallas de la familia. Los niños de todas las edades se sienten mejor siguiendo las reglas tecnológicas cuando existe un plan compartido que todos los miembros de la familia siguen. El plan de uso de pantallas de la American Academy of Pediatrics (AAP) es una excelente herramienta para involucrar a los niños en la creación de un plan que cumpla los siguientes requisitos:
Especificar qué tipo de contenido está permitido y cuál no
Establecer
límites apropiados para la edad (en inglés) en el tiempo frente a la pantalla
Crear momentos libres de tecnología, como comidas o salidas familiares
Abordar los riesgos y crear salvaguardas que todos pueden respaldar
Permitir que los niños brinden comentarios a los padres y creen orientación compartida sobre el uso de dispositivos digitales para adultos
Su plan puede incluir visualización y juego conjuntos como una forma de compartir experiencias digitales en familia. También modela el principio de que todos (los adultos incluidos) deben utilizar la tecnología en línea de manera saludable y responsable.
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Acerca de la Dra. Moreno
Megan Moreno, MD, MSEd, MPH, FAAP, es la autora principal de la declaración de política "Media Use in School-Aged Children and Adolescents" ("Uso de los medios de comunicación en niños en edad escolar y adolescentes"). Es codirectora del Centro Nacional de Excelencia en Redes Sociales y Salud Mental Juvenil (National Center of Excellence on Social Media and Youth Mental Health) e investigadora principal del Equipo de Investigación de Redes Sociales y Salud del Adolescente (SMAHRT, por sus siglas en inglés) dentro del Departamento de Pediatría de University of Wisconsin School of Medicine and Public Health. La Dra. Moreno también formó parte de un comité para el informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (National Academies of Science, Engineering and Medicine): "Preventing Bullying Through Science, Policy and Practice" ("Prevención del acoso a través de la ciencia, la política y la práctica").
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