La presión de los compañeros para probar drogas no es menos intensa que la presión sexual que muchos adolescentes enfrentan. Al igual que con cualquier situación que posiblemente pueda causar problemas, tenemos que preparar a nuestros hijos para que rechacen las ofertas de alcohol y otras drogas; preferiblemente sin enemistarse con sus compañeros, aunque a veces eso no es posible. Las siguientes estrategias se parecen a aquellas para rechazar las propuestas sexuales.
Enséñeles palabras para evitar la tentación
“Solo decir no” es un buen comienzo, pero la tendencia de algunos adolescentes de tratar de convencer un compañero para que pruebe las drogas no permitirá que las cosas queden así. De hecho, quienes abusan de sustancias tienden a ver el convertir a un muchacho “comportamiento recto” como un desafío irresistible, como si fuera su deber cívico, y pueden ser sumamente persistentes.
“Vamos amigo, ¡te
encantará
el efecto de esto! Es lo máximo”.
Personifiquen esta escena con su hijo. El repertorio de posibles respuestas incluye:
-
Un firme pero amistoso “¡No, gracias!” No hay necesidad de santurronería, al usar algo como “¿Emborracharse? Eso es para perdedores”. Exhortemos a los adolescentes para que no etiqueten a otras personas como buenas o malas, solo su comportamiento. Usar drogas está mal, pero eso no necesariamente convierte a la persona que usa drogas en una mala persona.
-
Cambiar de tema. “No, gracias. Oye, ¿qué piensas de esa prueba de ayer en la clase de estudios sociales?”
-
Sugiera un cambio de plan. “Quería ver si vamos juntos a jugar algo de baloncesto en la escuela. ¿Qué piensas?”
-
Di no repetidamente:
“¿Quieres ir de fiesta con nosotros? ¡Esta hierba es lo máximo!”
“No, gracias”.
“¡Vamos, di que sí! ¡Está súper buena!”
“Lo siento, no me interesa”.
“¿Ni siquiera una probadita?”
“Ni una”. -
Enséñele a su hija a que respete su cuerpo. “No, gracias, no bebo. Además, el equipo de natación femenino se reúne mañana y debo estar en excelente forma”.
-
Y siempre está este recurso: “Mis padres me matarían si se enteraran de que me drogué ¡y ellos
siempre
se enteran de todo!”
Adviértale a su hija sobre los peligros de "las drogas de los violadores”
En particular, la droga inodora e incolora benzodiacepina flunitrazepam (Rohypnol) ha sido relacionada con miles de violaciones en las cuales los muchachos las ponen en las bebidas (alcohólicas o no alcohólicas) de las muchachas con quienes tienen citas sin que ellas se den cuenta. La droga hace que se mareen, queden desorientadas y se desmayen.
Dele los siguientes consejos a su hija. Leerlos podría evitarle tener que vivir uno de los eventos más traumáticos de su vida e incluso salvarle la vida.
-
Nunca dejes tu bebida descuidada en una fiesta, en un club de baile, restaurante o cualquier otra reunión. Si tienes que usar el baño, llévatela contigo o pídele a un amigo de confianza que la vigile hasta que regreses.
-
No aceptes bebidas en envases abiertos de nadie que no conozcas bien (excepto de los que atienden como el tabernero y los meseros).
-
Aunque es difícil detectar estas sustancias en una bebida, está atenta al sabor, la textura y la apariencia de tu bebida. Por ejemplo, la GHB tiene un sabor salado, mientras que el Rohypnol ha sido descrito como levemente amargo cuando se echa al alcohol. Las nuevas tabletas verdes les dan a los líquidos de color claro un tinte azulado; los líquidos más oscuros se tornan turbios.
-
Los amigos cuidan a los amigos. Si sospechas que otra muchacha ha ingerido una droga
(incluyendo alcohol, el depresivo más abusado de todos)
que podría dejarla indefensa contra un posible intento de violación, ayúdala a salir de la situación.
Una mujer joven que piense que pudieron haberla drogado y abusado sexualmente, debe dirigirse de inmediato a un centro de crisis por violación o un hospital y comunicarlo al personal. Entre otras pruebas, se analizará una muestra de orina para buscar evidencia de la presencia de estas sustancias, las cuales usualmente pueden detectarse hasta tres días después.