A medida que la velocidad aumenta, los vehículos responden más rápido a la dirección (forma de conducir) y más lentamente a los frenos. Los conductores poco experimentados quizá hagan cambios abruptos que pueden hacer que el vehículo pierda el control. Lleva tiempo aprender cómo manejar un vehículo a alta velocidad. Las colisiones (choques) a alta velocidad tienen mayor fuerza, y mayor probabilidad de ocasionar lesiones graves.
Recomendación para los padres:
Limite las ocasiones en las que su adolescente conduce sin supervisión a las calles que está familiarizado y con límites de velocidad más bajos durante los primeros meses de obtener la licencia, y gradualmente permítale conducir sin supervisión en carreteras de mayor velocidad a medida que el adolescente adquiera más experiencia.
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