La masturbación marca el despertar sexual de una persona joven. Es posible que un niño experimente descargas nocturnas antes de que aprenda a masturbarse, pero los “sueños húmedos”, como se les conocen, ocurren de forma involuntaria mientras duermen. La masturbación es un acto consciente de estimulación propia con el propósito de alcanzar placer sexual.
Los antiguos mitos sobre los supuestos efectos dañinos de la masturbación hace mucho que ya no son válidos. Sin embargo, bromas acerca de qué causa de todo, desde locura hasta ceguera, siguen siendo un elemento básico del humor entre vestidores. ¿Cómo sabe si su hijo ya descubrió la autogratificación genital? Dos indicadores son pijamas y sábanas manchadas, así encerrarse en el baño con la puerta con llave por períodos de tiempo inusualmente largos.
En un estudio de jóvenes de quince y dieciséis años, tres cuartos de los hombres y más de la mitad de las chicas admitieron que se masturban. El Dr. Mark Scott Smith, un pediatra de Seattle, calcula que las cifras verdaderas con sustancialmente más altas, particularmente para los hombres. “Hay un viejo chiste que dice que el 99% de los chicos adolescentes se masturba y el otro 1 por ciento miente al respecto”, comenta el doctor. “Seguramente eso está más cerca de la verdad”.
Sin embargo, es posible que los jóvenes puedan sentir cierto conflicto por masturbarse. Por un lado, saben que se siente agradable, pero para los hombres, ver el semen suele ser inquietante al principio, especialmente las primeras eyaculaciones, que pueden estar manchadas con sangre. Los niños que crecen bajo religiones o culturas en las que la masturbación todavía se considera algo malo, pueden sentirse culpables de disfrutarlo. Los padres pueden ahorrarle la innecesaria ansiedad a los hijos al tocar el tema de la masturbación, pero de una forma discreta e indirecta:
“Estás en una edad en la que muchos niños descubren que se siente agradable frotarse el pene con las manos o contra las sábanas cuando están en la cama”. (Para las niñas: “...frotarse el clítoris con los dedos...” o “insertar los dedos o un objeto dentro de su vagina”).
Para evitar que su adolescente se avergüence, pretenda ignorar sus hábitos:
“No sé si alguna vez te ha pasado, pero debes saber que masturbarse es normal y no hay por qué avergonzarse. Por cierto, no masturbarse también es normal”.
Además de servir como una forma para liberar tensión, sexual y de otro tipo, es por medio de la autoestimulación genital que los jóvenes se conectan con el lado sexual de sus cuerpos, al descubrir cuáles sensaciones les brindan más placer. Un motivo de preocupación sería si la autogratificación se convirtiera en una compulsión o un sustituto para la formación de relaciones. Aparte de eso, puede asegurarle a su hijo de que cualquier supuesta terrible consecuencia que él o ella escuchen en cuanto a la masturbación, son puras mentiras.