Las destrezas de la administración del dinero se adquieren mediante ensayo y error, y cuanto más temprano empiecen las lecciones, mejor. Hacer desistir a los niños con decirles “el dinero no crece en los árboles” no les hace pensar de manera crítica en establecer prioridades y negociar soluciones intermedias. Como tampoco lo logra el hecho de abrir nuestras billeteras y darles otro billete de veinte.
La meta debería ser cultivar una actitud que valore el gasto responsable, la planificación a largo plazo y la generosidad. Un principio fundamental es que existe una diferencia entre lo que uno quiere y lo que uno necesita. Cuando se espera una satisfacción inmediata, nada se siente especial e incluso la abundancia no parece ser suficiente.
Consejos para desarrollar un sentido común de administración del dinero en su hijo adolescente
- Cuando los niños tienen su propio dinero para administrar -ya sea un subsidio semanal, un presupuesto para vestido o una cantidad establecida de dinero para gastarlo en unas vacaciones - adquieren control sobre su destino financiero.
- Dé un subsidio para desarrollar destrezas de administración del dinero en lugar de hacerlo a cambio de tareas domésticas. En cambio, establezca una expectativa de que todos colaboran en las tareas de la casa. Entonces deje que su hijo se gane un “pago adicional” por trabajos más grandes, tales como lavar el auto o limpiar el sótano.
- Una vez establece las expectativas del subsidio de su hijo, guarde su distancia. La idea es que su hijo experimente el placer de gastar bien, además de la desilusión de desperdiciar el dinero.
- Los niños aprenden acerca del ahorro y la generosidad cuando ven que sus padres se privan de algo porque quieren ahorrar para unas vacaciones o hacer un donativo en memoria de un amigo.
- Debido a que las tarjetas de crédito están dirigidas a los adultos jóvenes, tiene sentido presentarle a su hijo adolescente las ventajas y desventajas del dinero plástico antes de que caiga de incauto en una oferta de apertura de cuenta como estudiante universitario. Un primer paso es permitir que su hijo tenga una tarjeta de débito enlazada a una cuenta bancaria, porque eso refuerza el hecho de que solo se puede gastar lo que se tiene.
- La supervisión es clave si decide darle a su hijo adolescente una tarjeta de crédito. Revise los estados de cuenta mensuales como una base para decidir si debería ampliarse el privilegio. La idea es que su hijo adolescente aprenda de las malas decisiones, pero no que usted tenga que sacarlo de apuros por una deuda. Un paso razonable es darle una tarjeta de crédito prepagada, que le coloca un límite al gasto. Asegúrese de que sepa sobre los intereses, así como de los cargos y multas por pago tardío.
- Deje que su hijo vea su cerebro financiero trabajando. Enséñele cómo prepara un presupuesto para el hogar, cómo escribe cheques, paga facturas en línea, hace pagos a su hipoteca o préstamo estudiantil, busca ofertas y usa cupones.
- Use la Internet para enseñarle destrezas comparativas de compras. Cuando su hijo necesite un artículo de precio elevado, exhórtelo a que busque el precio en línea. Después de reducir las opciones, entonces pueden ir a comprarlo a una tienda o pedirlo en línea; enséñele a considerar los gastos del viaje comparados con los costos de envío.
- Elabore un presupuesto para vestuario. En lugar de debatir por cada artículo, establezca un monto y dígale lo que tiene que gastar para la ropa para el regreso a la escuela. Su hijo puede comprar unos zapatos caros si lo desea, pero aprenderá que no le quedará mucho para otras cosas.
- Haga listas. Cuando vamos al supermercado sin una lista, compramos artículos que realmente no necesitamos, y regresamos a casa sin algo que necesitábamos para la cena. Enseñarles a los hijos a hacer listas les enseña a clasificar por orden de prioridad su gasto.
- Apoyen causas como una familia. Un hogar que colabora con una beneficencia es un hogar que entiende que está bendecido. Exhorte a su hijo a identificar una causa que le gustaría apoyar, luego busque formas para que su familia pueda hacer un donativo. Talvez una noche no pidan pizza para la cena, o pueden sacrificar algo que desean pero no necesitan.
- Considere que los adolescentes preparen un presupuesto para un año. Asegúrele alimentos y vivienda, pero pídale que cree un presupuesto para transporte, vestuario, entretenimiento, refacciones, etc. Deposite dinero en una cuenta bancaria para que su hijo administre. Si se le acaba el dinero, no pasará hambre ni se quedará sin casa, pero aprenderá la lección del ahorro. También aprenderá que si desea tener dinero adicional, tendrá que trabajar.
- ¿Buscar un trabajo? Trabajar puede ayudarle a un adolescente a entender el valor del dinero y desarrollar destrezas prácticas e interpersonales. Sin embargo, la investigación ha demostrado que los adolescentes que trabajan más de 20 horas a la semana podrían ser menos exitosos en la escuela.
En resumidas cuentas: Si una persona tiene que esperar hasta que es adulta para aprender a administrar el dinero, lo más probable es que nunca aprenderá.