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Edades y Etapas

Grandes logros en el movimiento de los niños en edad preescolar

Su hijo a los tres años

A los tres años, su niño en edad preescolar ya no tiene que concentrarse en la mecánica de ponerse de pie, correr, saltar o caminar. Sus movimientos ahora son bastante ágiles, ya sea que vaya hacia adelante, hacia atrás, o suba o baje las escaleras. Al caminar se pone de pie erguido, con los hombros hacia atrás y el vientre contenido por los músculos firmes del abdomen. Ella usa un movimiento regular de talón-dedo del pie, dando pasos de la misma longitud, anchura y velocidad. También puede andar en triciclo con gran facilidad.

Sin embargo, en este momento no todo es así de fácil. Es posible que su hija aún necesite hacer un esfuerzo consciente cuando se empina o se pare en un pie, al levantarse después de estar agachado o mientras atrapa una pelota. Pero si mantiene los brazos extendidos y rígidos hacia delante, puede atrapar una pelota grande, así como lanzar una más pequeña encima de la cabeza sin problemas.

Su hija de tres años puede mantenerse tan activa como cuando tenía dos, pero a esta edad probablemente estará más interesada en juegos estructurados. En lugar de correr sin rumbo o pasar de una actividad a otra, probablemente ahora ande en su triciclo o juegue en la caja de arena durante largos períodos a la vez. También puede disfrutar de los juegos activos como juegos de atrapada, atrapar o jugar a la pelota con otros niños.

Su niño en edad preescolar puede que parezca estar en constante movimiento gran parte del tiempo. Esto se debe a que ella utiliza su cuerpo para transmitir pensamientos y emociones que todavía no puede describir a través del lenguaje. Mover su cuerpo también le ayuda a entender mejor muchas palabras y conceptos que son nuevos para ella.

Por ejemplo, si usted comienza a hablar de un avión, podría extender sus alas y "volar" alrededor de la habitación. Aunque a veces este nivel de actividad puede resultarle molesto y desconcertante, es una parte necesaria de su proceso de aprendizaje y de su diversión.

Debido a que el autocontrol, el juicio y la coordinación de su hija aún se están desarrollando, la supervisión de los adultos sigue siendo esencial para prevenir lesiones. Sin embargo, es un error sobreprotegerla. Unos cuantos golpes y moretones son inevitables y hasta necesarios para ayudarle a descubrir sus límites en la actividad física.

Como regla general, a menudo puede dejarla sola cuando está jugando en su habitación. Ella jugará a su propio ritmo, intentando solo aquellas tareas que están dentro de sus habilidades. Es mejor que reserve esa preocupación y atención para situaciones en las que está cerca de otros niños, equipo o maquinaria peligrosa y sobre todo del tráfico.

Otros niños pueden molestarla o inducirla a hacer cosas que son peligrosas, al tiempo que las máquinas, el equipo y el tráfico desafían su capacidad de predecir sus acciones o su velocidad. Y ella aún no puede anticipar las consecuencias de acciones como perseguir una pelota en el tráfico o meter su mano en los rayos de su triciclo, por lo que tendrá que protegerla en estas situaciones.

Su hijo de cuatro a cinco años.

Su niño en edad preescolar tiene ahora la coordinación y el equilibrio de un adulto. Véalo caminar y correr con pasos largos, seguros y balanceados, subir y bajar escaleras sin sostenerse del pasamanos, pararse de puntillas, dar vueltas en círculo y empujarse a sí mismo en un columpio. También tiene la fuerza muscular para realizar actividades desafiantes como hacer volteretas y dar saltos largos.

Habría que apostar quién se emociona más por su progreso, si usted o él. En el afán de su hijo para demostrarle cuán capaz e independiente es, a menudo al salir a caminar él va a correr delante de usted. Con todo, sus destrezas motoras están muy por delante de su juicio, por lo que tendrá que recordarle con frecuencia que espere y tome su mano al cruzar la calle.

La vigilancia también es muy importante cuando está en cualquier lugar cercano al agua. Incluso si él puede nadar, probablemente no pueda nadar bien o de manera consistente. Y en caso de que accidentalmente se hunda, puede asustarse y olvidar cómo mantenerse a flote. Así que nunca lo deje solo en una piscina o en el agua en la playa.

Última actualización
5/12/2021
Fuente
Caring for Your Baby and Young Child: Birth to Age 5 (Copyright © 2009 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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