¿Está su hijo interesado en aprender los nombres de las letras? ¿Ojea libros y revistas por su cuenta? ¿Le gusta "escribir" con lápiz o bolígrafo? ¿Escucha con atención durante la hora del cuento?
Si la respuesta es "sí", es posible que esté listo para aprender algunos de los conceptos básicos de la lectura. De no ser así, es como la mayoría de los niños en edad preescolar. Es probable que tarde uno o dos años más en desarrollar las habilidades lingüísticas, la percepción visual y la memoria necesarias para comenzar la lectura formal.
¿Debería mi hijo de 4 años leer?
Aunque algunos niños de 4 años realmente quieren aprender a leer y comenzarán a reconocer ciertas palabras familiares, no hay necesidad de presionar a su hijo. Incluso si tiene éxito en darle una ventaja, puede que esto no lo ayude mucho una vez que comience la escuela. Algunos lectores tempranos pierden su ventaja sobre otros niños durante segundo o tercer grado, cuando los otros estudiantes adquieren las mismas habilidades básicas.
Haga que la lectura sea divertida, no forzada
El factor más importante que determina el éxito de un estudiante en la escuela es el entusiasmo del niño por aprender, no cuán fuerte fue presionado desde el principio. Haga que aprender a leer sea divertido, no forzado. Fomentar el entusiasmo de su hijo por el aprendizaje es más importante que la edad a la que realmente aprende a leer.
¿Cuál es el enfoque más exitoso para el aprendizaje temprano? Deje que su hijo marque su propio ritmo y disfrute del recorrido. No lo haga practicar de manera repetitiva las letras, los números, los colores, las formas o las palabras. En su lugar, fomente su curiosidad y deseo de explorar por su cuenta. Léale libros que disfrute, pero no lo presiones para que aprenda las palabras. Proporciónele experiencias educativas, pero asegúrese de que también sean entretenidas.
Cuando su hijo esté listo para aprender las letras
Cuando su hijo esté listo para aprender las letras y leer, hay muchas herramientas valiosas para ayudarlo: programas de televisión educativos, juegos, canciones e incluso algunos medios educativos. Pero no espere que haga el trabajo solo. Usted también debe involucrarse.
Si está viendo un programa de televisión educativo, por ejemplo, siéntese con él y hable sobre los conceptos que se muestran. Si está jugando un programa de computadora, hágalo con él para asegurarse de que sea apropiado para sus habilidades. Si el juego es demasiado frustrante, puede disminuir su entusiasmo y frustrar el propósito. Recuerde que el aprendizaje activo en un entorno cálido y de apoyo es la clave del éxito.
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