Si su hijo no se siente bien, su médico es la mejor persona a quien consultarle sobre si puede ir o no a la escuela. El sentido común, preocupación por el bienestar de su hijo y la posibilidad de infectar a los compañeros de clase deberán contribuir a la decisión de si su hijo debe quedarse en casa o no.
Como lineamiento general, déjelo en casa si:
- tiene fiebre
- no está lo suficientemente bien para participar en clase
- considera que puede ser contagioso para otros niños
Si su hijo ha estado enfermo pero se siente mejor, aún así se levantó con algún problema menor, como secreción nasal o un ligero dolor de cabeza, puede enviarlo a la escuela si ninguna de las tres circunstancias anteriores es evidente. Aún así, asegúrese de que la escuela y su hijo tengan un número de teléfono a donde puedan localizaros durante el día si se desarrollan síntomas más serios y necesita regresar a casa.