No importa a qué grado está a punto de entrar su hijo, siempre hay una lista de cosas para hacer antes de regresar a la escuela.
Aunque no parezca muy urgente, un examen físico anual realizado por el pediatra de la familia es una parte importante de la atención de la salud del niño. La temporada de regreso a la escuela es un buen momento para incluir el examen médico en los planes de la familia
La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que todos los niños y jóvenes reciban atención médica centrada en el
hogar médico
Dentro del hogar médico se brinda atención continua por largo tiempo para que mientras los niños crecen y se desarrollan reciban atención médica sin interrupción.
La
adolescencia, por ejemplo, es una época donde se producen cambios vitales. Es importante que su niño vea al pediatra durante estos años de transición desde la infancia hasta la
pubertad.
Construya el historial médico de su niño
La continuidad de los exámenes médicos regulares tiene un valor incalculable. Tener un historial a largo plazo de un niño o adolescente le da al médico el conocimiento del progreso del niño y su desarrollo en el transcurso del tiempo. Esto ayuda al médico a detectar problemas que surgen, así como a estar informado en detalle del historial del paciente en lo que respecta a enfermedades o lesiones importantes previas y el registro de vacunación.
La forma de ingreso a la escuela generalmente incluirá una casilla de verificación en la que se pregunta si todas las
vacunas están al día, por lo que es necesario que los padres recuerden si están o no al día. El pediatra de la familia tendrá registros exactos para ayudarlo a completar la forma.
Pida que le hagan un examen completo a su niño
Los chequeos médicos para el regreso a la escuela, como comúnmente se llaman, son a menudo la única oportunidad que la mayoría de los niños y los adolescentes tienen para ver a su pediatra todos los años. El examen físico anual le da al pediatra la oportunidad de hacerle al niño un examen físico completo y atender a cualquier inquietud emocional, social o del desarrollo que tenga.
Además de revisar
el corazón y la presión arterial y hacer pruebas de diabetes, los pediatras aprovechan esta visita anual para hablar sobre la
dieta,
ejercicio y ofrecer exámenes de la vista y pruebas de
colesterol y
anemia.
También es una buena oportunidad para abordar preguntas importantes, especialmente entre los adolescentes, incluyendo preguntas que los adolescentes tienen sobre el alcohol, el cigarrillo y las drogas, la actividad sexual y la
depresión.
Verifique si puede participar sin problemas en actividades extraescolares
La AAP recomienda que todos los niños se hagan un reconocimiento médico deportivo aunque no sea requerido para participar en actividades en equipo o extraescolares, lo mejor es programarlas al mismo tiempo que la visita de control médico anual.
Los reconocimientos médicos deportivos o exámenes físicos para el deporte son una buena oportunidad para hablar específicamente de problemas relacionados con el ejercicio, tales como las lesiones, nutrición, entrenamiento y programas para hacer ejercicio e incluso puede examinar su actitud para participar en los deportes durante la cita.
Su pediatra también le puede aconsejar si su niño o niña ya se está participando en un programa de entrenamiento o de ejercicio. Lesiones por uso repetitivo y demasiado entrenamiento pueden ser problemas serios entre los jóvenes.
Obtenga ayuda para determinar cómo mantener el equilibrio de todo.
Los pediatras también se preocupan por su salud, ya que un niño sano necesitan unos padres sanos.
Si tiene problemas, tales como dificultades para cubrir necesidades básicas, navegar el sistema de servicios de educación especial, encontrar programas de actividades extraescolares o apoyo general para la comunidad, o incluso si necesita un referido para su propia atención médica, hable con su pediatra.
La crianza de los niños es una labor ardua, y por esta razón es importante apartar un día al año para que usted y su niño visiten al pediatra.
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