Voy a ir al doctor para hacerme mi primer examen pélvico. ¿Qué puedo esperar?
El examen está compuesto por dos partes principales: la entrevista y el examen pélvico.
Primera parte: la entrevista
Antes del examen pélvico, tu pediatra te hará algunas preguntas acerca de tu salud y tus períodos menstruales. Así que no te sorprendas si te pregunta:
¿Cuándo tuviste tu primer período?
¿Cuándo fue tu último período?
¿Son tus períodos regulares? ¿Cada cuántos días te llegan?
¿Cuánto tiempo duran?
Cuando te llega el período ¿tienes dolor, cólicos, dolor de cabeza o cambios en tu estado de ánimo?
¿Usas tampones, toallas sanitarias o ambos?
¿Alguna vez has sentido picazón vaginal, flujo o problemas al orinar?
¿Te haces lavados vaginales? Si es así, ¿con qué frecuencia?
No te sorprendas si tu pediatra te hace preguntas sobre tus relaciones sexuales. Quizás te sientas avergonzada o pienses que tu vida sexual no le interesa a nadie, pero tu pediatra necesita saber estas cosas para ayudarte a proteger tu salud. ¡Así que sé sincera! Éstas son algunas de las preguntas que podría hacerte:
Si es así,
¿Cuándo fue la primera vez que tuviste relaciones sexuales?
¿Fue por tu propia voluntad o te obligaron a tener sexo?
¿Has tenido relaciones sexuales con más de una persona? Si es así, ¿con cuántas personas?
¿Has tenido relaciones sexuales con hombres, con mujeres o con ambos?
¿Qué edad tienen las personas con las que mantuviste relaciones sexuales?
¿Usas condones u otro tipo de control natal?
Recuerda que tú también puedes hacer preguntas. De hecho, éste es un magnífico momento para hacer cualquier pregunta que puedas tener acerca de tu período, del uso de tampones, de las relaciones sexuales y de cualquier otra cosa que te inquiete. Tu pediatra te puede dar mucha información útil, consejos para tomar buenas decisiones, explicarte los beneficios de no tener relaciones sexuales (abstinencia) y cómo prevenir embarazos y enfermedades de transmisión sexual o venéreas. Así que ¡no temas hacer preguntas!
Segunda parte: El examen pélvico
Pues bien: llegó la hora del examen pélvico. Tu pediatra te dejará sola para que te desvistas y te pongas una bata. También habrá una sábana para que te cubras. Recuerda: el examen en sí sólo dura unos 5 minutos aproximadamente. Algunas chicas piensan que cuando les hacen un examen pélvico pierden la virginidad, pero esto no es cierto. El examen pélvico no hará que pierdas la virginidad si todavía eres virgen. Tampoco es cierto que el examen pélvico es un "examen" para ver si todavía eres virgen. El examen puede hacerse aunque nunca hayas tenido relaciones sexuales, puesto que la abertura de tu vagina es lo suficientemente grande como para realizar este examen.
Tres pasos simples. Tu pediatra te explicará cada paso del examen. Si tienes alguna pregunta o te sientes incómoda, díselo. Durante el examen habrá una enfermera o asistente en la sala. Puedes pedirle a tu mamá, una hermana o una amiga que esté contigo si esto te hace sentir mejor. La decisión es tuya.
Paso 1: La vulva (parte exterior de tu vagina y lo que la rodea)
Tu pediatra comenzará por examinar la parte de afuera de tu vagina y el área que la rodea para verificar que todo se vea normal.
Paso 2: Adentro de la vagina. Después tu pediatra usará un instrumento llamado espéculo para mirar el interior de tu vagina. El espéculo es más o menos del tamaño de un tampón, y está hecho de plástico desechable o metal esterilizado. No tiene bordes afilados.
El espéculo será insertado suavemente en tu vagina. Sentirás un poco de presión, pero no debe dolerte. Respira profundo y trata de relajarte. Esto ayudará a que los músculos de tu vagina se relajen y así esta parte del examen será más fácil.
Una vez que el espéculo esté dentro de la vagina, se abre para que el pediatra pueda ver el cuello de tu útero.
Después tu pediatra tomará una pequeña muestra de células del cuello de tu útero con un aplicador de algodón o una escobilla de plástico. Las muestras se envían al laboratorio para hacer algunos exámenes, como el papanicolau, que detecta anormalidades en el cuello uterino. También te pueden tomar una muestra con un segundo aplicador para detectar enfermedades sexuales como la gonorrea y la clamidia.
Una vez que el pediatra haya tomado las muestras necesarias, sacará con delicadeza el espéculo. Es normal que después del examen notes una manchita de sangre en tu ropa interior.
Paso 3: Útero y ovarios. El último paso del examen evalúa tu útero y ovarios. Tu pediatra se pondrá un guante e insertará con delicadeza uno o dos dedos en tu vagina, presionando por fuera de tu abdomen con la otra mano. Es un examen rápido que puede producirte una sensación rara, pero no te debe doler.
¡Eso es todo! Muchas mujeres se sorprenden cuando su examen pélvico ha terminado porque en realidad es muy rápido.
Si tu pediatra detecta alguna enfermedad u otro problema, es posible que te refiera a un obstetra/ginecólogo. Este tipo de médico se especializa en la salud reproductiva de la mujer.
Recuerda: el examen pélvico es una parte importante de tu cuidado de salud. Pregúntale a tu pediatra si está indicado para ti en este momento.