La caries dental es el problema dental número uno en los niños en edad preescolar, pero puede prevenirse. Procurar que los niños tengan buenos hábitos dentales desde pequeños los ayudará a crecer con sonrisas sanas. La siguiente es información importante acerca de cómo cuidar los dientes de su hijo desde el nacimiento hasta los 24 meses de edad y más.
¡Los dientes de leche son importantes!
La caries dental puede desarrollarse tan pronto como aparece el primer diente. Es importante que cuide los dientes de leche de su bebé porque marcan la posición para los dientes definitivos. Si los dientes de leche se caen demasiado temprano, los dientes restantes pueden moverse y no dejar lugar para que crezcan los dientes definitivos. La caries dental en los dientes de leche puede ser dolorosa y causar problemas de salud, como infecciones que, a veces, pueden poner la vida en peligro. También puede provocar burlas y problemas en el desarrollo del lenguaje.
Cómo cuidar los dientes de su hijo
Desde el nacimiento hasta los 12 meses
- Los buenos hábitos dentales deben comenzar antes de que aparezca el primer diente. Después de alimentar a su bebé, cepíllele suavemente las encías con agua y un cepillo de dientes para bebés de cerdas suaves. O enjuáguelas con un paño limpio.
- Pregunte acerca del flúor Cuando aparezca el primer diente, pregúntele al médico del niño si su bebé está recibiendo suficiente flúor. Muchos expertos recomiendan usar una pasta dental sin flúor antes de los 2 años, pero primero consúltelo con el médico o el dentista de su hijo.
- Programe las visitas del niño sano de su bebé. En estas visitas, el médico del niño le revisará la boca a su bebé.
- Programe un control dental. Si su bebé tiene un alto riesgo de tener caries dental, el médico del niño le recomendará que vea a un dentista.
De 12 a 24 meses
- ¡Cepille! Cepíllele los dientes a su hijo 2 veces al día usando agua y un cepillo de dientes para bebés con cerdas suaves. Los mejores momentos son después del desayuno y antes de acostarse.
- Limite la cantidad de jugo. Asegúrese de que su hijo no beba más de 1 taza pequeña de jugo cada día y solo durante las comidas.
- Consulte con el dentista o el médico de su hijo acerca de los hábitos de succión. Succionar demasiado fuerte un chupete, chupón o chupo, el pulgar o los dedos puede afectar la forma de la boca y la manera en que se alinean los dientes de arriba y de abajo. Esto se llama la “mordida” de su hijo Pregúnteles al dentista o al médico del niño cómo detectar cambios en la mordida de su hijo y hacer que abandone su hábito de succión.
- Programe un control dental. Lleve a su hijo a que le realicen un control dental si todavía no ha tenido uno.
24 meses
- ¡Cepille! Ayude a su hijo a cepillarse los dientes 2 veces al día con un cepillo de dientes para niños con cerdas suaves. Existen cepillos diseñados para cubrir las diferentes necesidades de los niños de todas las edades. Esto asegura que elija un cepillo de dientes apropiado para su hijo. Alíentelo a cepillarse los dientes solo. Sin embargo, para asegurarse de que los dientes de su hijo estén limpios, usted debe volver a cepillarlos. Si su hijo no quiere cepillarse los dientes, convertirlo en un juego puede ser útil. Por ejemplo, el cepillo de dientes puede buscar por arriba y por abajo de la boca un tesoro perdido en los dientes.
- Use pasta dental con flúor. Usted puede comenzar a usar pasta dental con flúor, que ayuda a prevenir las caries. Enséñele a su hijo a no tragarla. Use una cantidad igual al tamaño de un guisante o menos y esparza la pasta en las cerdas. Tragar demasiada pasta dental con flúor puede provocarle manchas blancas o de color café o marrón en los dientes definitivos a su hijo. Si a su hijo no le gusta el sabor de la pasta dental, pruebe otro sabor o use solo agua.
- Use hilo dental. Usted puede comenzar a pasar hilo dental por los dientes de su hijo tan pronto como tenga 2 dientes uno al lado del otro. Pero no todos los niños necesitan usar hilo dental a esta edad, así que primero consulte con el dentista.
- Programe un control dental. Lleve a su hijo a que le hagan un control dental, al menos, una vez al año.
La alimentación y la caries dental
Los padres, especialmente si tienen antecedentes de caries, pueden transmitir gérmenes que causan caries y la enfermedad de las encías si comparten alimentos o bebidas con sus hijos. Los gérmenes también pueden transmitirse cuando los padres pasan la lengua por la cuchara, el tenedor o el chupete de sus hijos. Por eso es importante que los padres no compartan alimentos ni bebidas con sus hijos. Las siguientes son otras formas en que los padres pueden ayudar a prevenir la caries dental en sus bebés y niños:
- Si acuesta a su hijo con un biberón, llénelo solo con agua.
- Si su hijo bebe de un biberón o de un vaso para bebés, asegúrese de llenarlos solo con agua cuando no sea la hora de comer.
- Si su hijo quiere un refrigerio, ofrézcale uno saludable, como frutas o verduras. (Para evitar que se ahogue, asegúrese de que cualquier cosa que le dé a su hijo sea blanda, fácil de tragar y esté cortada en trozos pequeños, de no más de media pulgada). Evite los refrigerios dulces o pegajosos, como los caramelos o dulces, las galletas dulces o los caramelos tipo Roll-Ups. Los alimentos como las galletas de agua y las patatas fritas también contienen azúcar. Solo se las debe comer a la hora de la comida.
- Si su hijo tiene sed, ofrézcale agua o leche. Si su hijo bebe leche a la hora de acostarse, asegúrese de limpiarle los dientes después. No permita que su hijo sorba bebidas que tengan azúcar y ácido, como jugos, bebidas para deportistas, bebidas saborizadas, limonada, gaseosas o tés saborizados.
¿Qué es una caries?
Los dientes de su hijo están protegidos por una capa externa llamada esmalte. La caries dental aparece cuando los gérmenes de la boca se mezclan con el azúcar de los alimentos y las bebidas. Los gérmenes, luego, producen ácidos que destruyen el esmalte. Los dientes picados tienen agujeros en el esmalte causados por la caries dental.