Mientras usted se encuentra aprendiendo todo lo que pueda acerca del cuidado de su bebé, el coordinador de altas hospitalarias o administrador de casos planifica los exámenes finales de su bebé y realiza preparativos para el alta. Aquí se explican los exámenes comunes para el alta, pero no todos los bebés de la Unidad de cuidados intensivos neonatales requieren que se les realicen todos los exámenes. Pregúntele al enfermero de su bebé qué esperar a medida que se aproxima el alta.
Examen ocular
Si su bebé fue de 30 semanas de gestación o menos o si pesó menos de 1,500 gramos (3 libras, 5 onzas) al momento del nacimiento, se le practicará un examen de los ojos entre la semana 4 y 7 de edad. A los bebés nacidos después de las 30 semanas de gestación y que pesan entre 1,500 y 2,000 gramos también se les puede practicar este tipo de examen en caso de que su estadía en la Unidad de cuidados intensivos neonatales haya sido especialmente difícil. Se programarán exámenes de seguimiento si los hallazgos del primer examen lo justifican. El examen es para identificar cualquier cambio en el tejido de los ojos causado por retinopatía de prematuros.
Prueba auditiva
Las pruebas auditivas -a las que también se les denomina exámenes audiológicos de detección- se realizan en la mayoría de salas de recién nacidos antes del alta. La vigilancia electrónica de sonidos y respuesta determina si su bebé puede escuchar. No obstante, las condiciones ambientales, tales como el ruido de fondo o el llanto de un bebé, pueden causar resultados poco concluyentes. Si sucede esto, debería programarse una segunda prueba en un entorno más controlado. Si su bebé responde a su voz o a juguetes que producen ruido y que se encuentran donde él no pueda verlos, usualmente no hay razón para preocuparse. Luego del alta, el proveedor de atención médica debe vigilar la audición de su hijo mediante exámenes de salud periódicos. Si le preocupa la audición de su bebé, nunca dude en insistir en un examen auditivo más extenso. Estos se encuentran disponibles en un consultorio de audiólogo pediatra o en centros de rehabilitación de pacientes ambulatorios pediátricos.
Prueba de detección metabólica para recién nacidos
A todos los bebés se les realiza una prueba poco después del nacimiento para identificar algunas condiciones raras pero potencialmente graves o mortales. La cantidad de exámenes varía según el estado. Las pruebas metabólicas a recién nacidos pueden rendir resultados poco concluyentes si el bebé es prematuro, está críticamente enfermo o haya requerido una transfusión de sangre antes de las pruebas metabólicas. Si la prueba de selección/detección sugiere un problema, el médico hablará directamente con usted y ordenará pruebas de seguimiento. Entérese de los resultados de las pruebas antes del alta de la Unidad de cuidados intensivos neonatales y comunique los hallazgos a su pediatra.
Conteo sanguíneo
En la semana del alta por lo regular se practica una prueba final de recuento de hematocritos o hemoglobina y reticulocitos. Aunque es poco probable, es posible que su bebé esté anémico y puede que necesite una transfusión en ese momento o que se le recete un medicamento a base de hierro para ayudar a que sus huesos produzcan nuevos glóbulos rojos. De ser así, los exámenes de seguimiento de laboratorio se realizan usualmente en el consultorio del pediatra o en una clínica para pacientes ambulatorios.
Estudio del sueño (neumograma)
Es posible que a los bebés que presentan apnea y bradicardia continuas se les practique una prueba especial para ayudar a determinar la causa de estos episodios. En las diferentes regiones del país a esta prueba se le llama estudio del sueño, neumocardiograma o neumograma. Las filosofías varían en cuanto al uso de neumogramas y no todas las Unidades de cuidados intensivos neonatales los usan. Un neumograma no responde todas las preguntas acerca de la apnea y la bradicardia de su bebé, y las interpretaciones de la prueba varían regionalmente. American Academy of Pediatrics (AAP) indica que los “neumogramas no ayudan a predecir el síndrome de muerte súbita infantil (SMSI) y no son útiles en identificar a pacientes a quienes deba dárseles el alta con monitores para uso en casa”.
Ultrasonido craneal
Si su bebé nació antes de las 30 semanas de gestación, probablemente se le practicaron varios ultrasonidos de la cabeza para detectar hemorragia intraventricular. Algunas Unidades de cuidados intensivos harán un ultrasonido craneal u otro estudio de captura de imágenes del cerebro cuando se acerca el momento del alta para bebés que pesan menos de 1,000 gramos al momento del nacimiento. Es posible que su médico neonatólogo también sugiera una resonancia magnética cerca a la fecha prevista de parto original de su bebé, con el fin de ayudar a predecir la necesidad de servicios de intervención temprana y garantizar el mejor resultado de desarrollo. Algunas veces, una técnica diferente de captura de imágenes del cerebro puede mostrar anormalidades que un ultrasonido de detección no captaría. Esto no significa que los ultrasonidos iniciales se malinterpretaron, sino simplemente que cada prueba tiene sus limitaciones.