Muchos padres primerizos se preguntan qué es normal y qué no cuando se trata de cambiar los pañales del recién nacido. Esto es lo que se puede esperar durante los primeros días del bebé.
Orina
¿Con qué frecuencia deben mojar los pañales los recién nacidos?
Su
bebé podría orinar (hacer pipí) con mucha frecuencia, cada una a tres horas, o con poca frecuencia, de cuatro a seis veces al día. Si está enfermo o
afiebrado, o cuando el
clima es muy caluroso, la cantidad de orina que hace habitualmente podría reducirse a la mitad y, aun así, ser normal.
Orinar nunca debe ser doloroso. Si usted nota signos de
angustia mientras su bebé orina, comuníquese con su pediatra. Esto podría ser un signo de
infección o algún otro problema en las vías urinarias.
El color de la orina de los recién nacidos
En un niño sano, la orina es de color amarillo claro a oscuro. (Cuanto más oscuro es el color, más concentrada es la orina; la orina será más concentrada cuando su hijo no esté bebiendo mucho líquido).
Durante la primera semana después del nacimiento, es posible que vea una mancha color rosa o rojo ladrillo en el
pañal, que suele confundirse con sangre. De hecho, esta mancha suele ser un signo de orina altamente concentrada, que tiene un color rosado. Siempre que el bebé moje, al menos, cuatro pañales por día, probablemente no exista un motivo de preocupación. Sin embargo, si las manchas rosadas continúan, consulte a su pediatra.
Las niñas recién nacidas podrían tener una mancha de sangre en el pañal, por lo general también durante la primera semana después del nacimiento. Esta sangre es causada por las hormonas de la madre biológica que afectan al útero de la bebé. Sin embargo, luego de ese momento, la presencia de sangre propiamente dicha en la orina o una mancha con sangre en el pañal nunca es normal. En este caso, debe comunicárselo a su pediatra. Podría tratarse de un problema menor, como, por ejemplo, de una pequeña llaga causada por
dermatitis del pañal, o de un problema más grave. Si además de este
sangrado nota otros síntomas, tales como
dolor abdominal, mala alimentación, vómitos, fiebre o sangrado en otras zonas, busque atención médica de inmediato.
Deposiciones
¿Qué es el meconio?
La sustancia que compone a las primeras
deposiciones de su bebé durante los primeros días después del nacimiento se conoce como meconio. Esta sustancia espesa de color negro o verde oscuro llenaba los intestinos del bebé antes de nacer. Una vez que la elimina, las heces se vuelven de color
amarillo verdoso.
Los colores de las heces de los recién nacidos
Las heces (popó) de los bebés varían en
color y consistencia debido a su sistema digestivo inmaduro. Si su bebé es
amamantado, sus heces deberían ser un líquido amarillo mezclado con algunas partículas que, según muchos padres, parecen pequeñas semillas. Hasta que su bebé empiece a comer
alimentos sólidos, la consistencia de sus heces podría variar desde muy blanda a floja y líquida.
Si recibe
leche de fórmula, las heces de su bebé serán de un color tostado o amarillo. La consistencia será más firme que la de un bebé amamantado, pero no más firme que la arcilla blanda. Las heces verdes tampoco son inusuales y no debería alarmarse.
Heces duras
Si alimenta a su bebé con leche de fórmula y este tiene deposiciones duras, secas o formadas, asegúrese de estar mezclando la fórmula según las instrucciones. Además, no olvide agregar primero el agua al biberón y luego la fórmula.
Ya sea que su bebé se alimente de pecho o con biberón, las heces duras o muy secas pueden ser un signo de que no recibe suficiente
líquido o de que lo pierde debido a una enfermedad, fiebre o calor. Una vez que se introducen los sólidos, las heces duras podrían indicar que comen demasiados alimentos que causan
estreñimiento antes de que su sistema pueda procesarlos, tales como el cereal o la leche de vaca. (La leche de vaca no se recomienda para bebés menores de 12 meses). Las bananas verdes también pueden causar heces duras y constipación en bebés e infantes.
3 puntos importantes sobre las deposiciones:
Los cambios ocasionales en el color y la consistencia de las heces son normales. Por ejemplo, si el proceso digestivo se ralentiza por la ingesta de alimentos que son más difíciles de digerir (como, por ejemplo, grandes cantidades de cereal), las heces podrían tomar un color verde, o si el bebé recibe
un suplemento de hierro, las deposiciones podrían cambiar a un color marrón oscuro. Si existe una leve irritación del ano, pueden aparecer rayas rojas en la parte exterior de las heces. Sin embargo, ante la presencia de grandes cantidades de sangre, mucosidad o agua en las
heces, llame a su pediatra de inmediato.
Debido a que las heces de un bebé suelen ser blandas y un poco líquidas, no siempre es fácil identificar cuándo un bebé pequeño tiene
diarrea
leve. Los signos indicadores son un aumento repentino de la frecuencia de las evacuaciones (más de una deposición por alimentación) y una cantidad inusual de gran contenido líquido en las heces. La diarrea podría ser un signo de
infección intestinal o podría deberse a un cambio en la dieta del bebé.
El principal motivo de preocupación por la diarrea es la posibilidad de
deshidratación. Si el bebé también tiene fiebre (temperatura de recto igual a 100,4° F o38° C) y menos de tres meses de edad, llame a su pediatra. Si el bebé tiene más de tres meses de edad y la fiebre dura más de un día, controle la producción de orina y la
temperatura rectal. Luego, informe a su médico sobre los resultados para tenerlos en cuenta. Asegúrese de que su bebé continúe alimentándose con frecuencia. Es igual de importante que, si su bebé simplemente parece enfermo, informe a su médico.
¿Con qué frecuencia deben hacer popó los recién nacidos?
La frecuencia de deposiciones varía mucho entre bebés. Muchos defecan poco después de alimentarse. Esto se debe al reflejo gastrocólico, que causa que el sistema digestivo se active cada vez que el estómago se llena de alimento.
A las tres o seis semanas de vida, algunos bebés amamantados tienen solo una deposición por semana y, aun así, esto se considera normal. La leche materna deja muy pocos residuos sólidos que deban eliminarse del sistema digestivo del niño. La baja frecuencia de deposiciones no es motivo de preocupación en bebés amamantados, siempre que las deposiciones sean blandas y su bebé se encuentre sano, suba de peso gradualmente y se alimente con regularidad. Si han pasado varios días desde la última deposición del bebé amamantado, este suele resolverlo con una gran cantidad de heces (esté preparado con paños para limpiar).
Si su bebé se alimenta con leche de fórmula, debe tener al menos una deposición al día. Si tiene menos de esto y parece estar esforzándose, es posible que esté constipado. Consulte a su pediatra para recibir asesoramiento sobre cómo resolver este problema.
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