Los chupetes han demostrado ser también otra fuente de controversia en la crianza de los hijos. Los puristas de la lactancia materna dicen: manténganse firmes y manténgalos lejos de la boca de su bebé, incluso cuando su bebé aún no puede usar sus propios dedos como una alternativa. (Diríamos que cuándo y si su bebé puede hallar sus propios dedos, está bien dejarlo que los siga usando como chupetes naturales). Otros advierten que los chupetes simplemente son un mal hábito para empezar. Pues no se preocupe, siempre y cuando entienda algunos problemas y principios prácticos del uso del chupete. De hecho, los chupetes han ganado en los últimos años, la reputación de ser un valioso aliado en la lucha contra el síndrome de muerte súbita del lactante. Ya sea que usted elija amamantar a su bebé o darle el biberón, o una combinación de ambos, a continuación encontrará algunos consejos en el caso que decida darle un chupete a su bebé.
Tranquilizar al succionar. Los chupetes pueden ser invaluables para tranquilizar a los bebés así como satisfactorios para aquellos que quieren succionar todo el tiempo. No es necesario que se preocupe por que su bebé desarrolle una dependencia a estos de por vida. Solo tenga mucho cuidado de no ofrecerle a su bebé recién nacido un chupete en los momentos en los que en realidad debería amamantarlo, ya que los chupetes pueden calmar inadecuadamente el hambre del bebé así como aquellos que buscan comodidad.
Cómo elegir el chupete perfecto. En esta época, elegir el chupete perfecto puede parecer trabajoso, dadas todas las diferentes marcas y estilos que hay en el mercado. De acuerdo con nuestra información, no existe una correlación entre el precio o estrategia de comercialización y la efectividad, así que simplemente le recomendamos que ensaye uno y vea si a su bebé le gusta.
Si la primera vez no tiene éxito. Cuando le ofrezca a su bebé un chupete por primera vez, no se asombre si parece no interesarle, se enoja completamente o lo escupe incluso si usted sabe que no tiene hambre y solo quiere comodidad. Para los bebés que son amamantados, succionar un chupete requiere esencialmente una técnica distinta, y una que tal vez requiera de varios intentos. Para los bebés que son alimentados con leche materna y biberón por igual, una tetilla que no proporciona leche no es bien recibida rápidamente. A medida que le ofrece un chupete a su bebé, intente ponersélo ligeramente a los lados de su boca y luego sujete suavemente el chupete en su boca por un momento hasta que empiece a succionarlo para evitar que se le salga.
Un sustituto práctico de un chupete. El sustituto económico, fácil y que siempre está presente de un chupete: su dedo meñique. Si se encuentra en una posición de querer calmar a su bebé dándole algo que pueda succionar y que no sea su pecho, siempre puede usar su dedo pequeño (limpio). Simplemente ponga su mano con la palma hacia arriba y permita que su bebé succione su dedo meñique, permitiéndole que quede suavemente apoyado en el paladar de su boca. Como una advertencia para cualquiera con uñas más largas de lo normal, es posible que quiera considerar cuánto valora sus uñas largas, o al menos la de su dedo pequeño. Tal vez se dé cuenta de que es un pequeño sacrificio que tendrá qué hacer de cortarla para que esté más pequeña, es por el bien de tener un bebé tranquilo. Algunos bebés aprenderán a buscar sus propios dedos para succionarlos antes que otros, así que haga su mejor esfuerzo para asegurarse de que esos deditos estén limpios (¡y tengan uñas cortas también!).
Dejar los chupetes. Si su bebé no parece ser un “succionador”, tal vez no necesite que lo calme succionando un chupete en absoluto. Simplemente dé gracias de que hay algo menos de qué preocuparse durante el día y solo considere ofrecerle uno cuando se está quedando dormido.