En la mayoría de los casos, la decisión de destetar al niño se puede basar en las necesidades personales del progenitor lactante y del niño, así como en consideraciones prácticas relacionadas con la familia. No obstante, lo ideal es postergar el destete en ciertas situaciones hasta que llegue el momento en el que mejoren las condiciones.
He aquí tres ejemplos de situaciones en las que conviene retrasar el destete:
Hay alergias a alimentos en la familia. Si usted o el otro progenitor de su hijo han tenido alergias a alimentos, hable con el pediatra de su hijo u otro profesional de la salud acerca de los beneficios de retrasar el destete. Tal vez le convenga esperar al menos hasta después del primer cumpleaños del niño.
Estudios recientes demuestran que la exposición a posibles alérgenos durante el embarazo y la lactancia materna podría prevenir las alergias en el niño. Por lo tanto, ya no se recomiendan las dietas restrictivas durante estos períodos.
Su bebé está enfermo. Si su hijo está resfriado, le están saliendo los dientes, ha sido hospitalizado recientemente o, por el motivo que sea, no está en las mejores condiciones, postergue el inicio del proceso de destete hasta que se sienta mejor.
También es posible que quiera retrasar los primeros intentos de destete si usted no se siente del todo bien. Lo ideal siempre es enfrentar los períodos de transición cuando usted y el niño se encuentren en la mejor forma física y emocional.
Se están produciendo otros cambios importantes. Si está embarazada o tuvo un bebé hace poco, este podría no ser el mejor momento para destetar a su hijo, salvo que así lo decida el niño. Por otra parte, sus necesidades y las del recién nacido podrían tener prioridad. Amamante siempre al recién nacido en primer lugar, intentando ser sensible a las necesidades de todas las partes
De igual modo, una mudanza, un cambio en la situación de la pareja, un nuevo arreglo para el cuidado del niño, su regreso al trabajo y otras situaciones potencialmente estresantes no son los mejores momentos para iniciar otro gran cambio. Lo ideal es que empiece el destete cuando ni a usted ni a su hijo les resulte demasiado estresante.
Más información