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Edades y Etapas

El destete del bebé

Por Joan Younger Meek, MD, MS, RD, FAAP, FABM, IBCLC

Saber exactamente cuándo destetar a su bebé no siempre es fácil, pero es un evento inevitable para cualquier madre que esté amamantando. La clave es hacerlo gradualmente y asegurarse de que tanto usted como su bebé estén preparados para esta transición.

¿Es este el momento adecuado?

Es probable que ambos, usted y su beb,é hayan disfrutado de la intimidad que viene con la lactancia materna. De hecho, es posible que desee continuar amamantando a su hijo mientras sea pequeño. Pero el temperamento activo de su hijo puede hacer que esté demasiado impaciente por continuar siendo amamantado.

Por otro lado, es posible que su hijo desee continuar siendo amamantado mucho después del primer año, especialmente antes de acostarse y cuando necesite consuelo. Pero es posible que usted sienta la necesidad de pasar a la siguiente fase de la crianza de los hijos, con más independencia.

La American Academy of Pediatrics recomienda continuar la lactancia materna más allá del primer cumpleaños del bebé, siempre que lo deseen la madre y el niño.

El momento más simple y natural para el destete es cuando su hijo comienza el proceso. El destete puede comenzar de forma natural a los seis meses, cuando se deben introducir alimentos sólidos ricos en hierro y proteínas. Algunos bebés empiezan a dejar gradualmente la lactancia y a inclinarse hacia otras formas de alimentación y consuelo aproximadamente al año de edad, cuando han empezado a disfrutar de una amplia variedad de alimentos sólidos y han aprendido a beber de una taza. Otros se destetan solos durante los primeros años de vida a medida que se vuelven más activos físicamente y están menos dispuestos a sentarse quietos para amamantarse.

Reducir gradualmente la frecuencia con la que amamanta (eliminando una toma cada dos o tres días, o incluso una vez a la semana) puede ayudar a que el proceso de destete se desarrolle sin problemas. A medida que su hijo esté más ocupado con nuevas experiencias, es posible que olvide que es hora del amamantamiento.

Sin embargo, puede decidir comenzar el destete antes por sus propias razones. Estas pueden incluir la necesidad de estar fuera de casa por períodos más largos, un nuevo embarazo, limitaciones laborales o incluso la falta de deseo de seguir amamantando. (Sin embargo, es importante recordar que puede seguir amamantando, incluso si ha quedado embarazada o vuelve a trabajar. Puede reducir la frecuencia de la lactancia materna, por ejemplo, y comenzar a usar alguna fórmula infantil.

¿Sabía que el contenido nutricional de la leche materna sigue cambiando más allá del primer año para satisfacer las necesidades de un bebé en crecimiento? También continúa apoyando el sistema inmunitario del bebé. Y otros efectos protectores relacionados con la leche materna, como un menor riesgo de ciertos cánceres en el niño y la madre, parecen más fuertes con la lactancia materna después del primer cumpleaños del niño.

Comenzar el proceso de destete usted misma no será tan fácil como seguir la pista de su hijo. Pero con cuidado y sensibilidad, ciertamente es factible. Tenga en cuenta que al amamantar a su bebé le ha brindado el mejor comienzo, más allá de cuándo decida dejar de hacerlo. Un poco de leche materna es mejor que nada. Solamente usted puede decidir qué es lo mejor para usted y su bebé.

Una despedida gradual: cómo destetar

La mejor forma de destetar es avanzando gradualmente hacia otras formas de alimentación e intimidad. Preferentemente, el número y la duración de las sesiones de lactancia deberían reducirse con las semanas o incluso con los meses. De esta manera, usted y su hijo tendrán tiempo para encontrar otras formas de mantener la intimidad, expresar y aceptar la ternura o la comodidad, y garantizar una ingesta nutricional adecuada antes de dejar de amamantarlo por completo. También evitará los conflictos y resistencias que suelen surgir de un destete más brusco e incluso minimizará sus propias dificultades físicas como la congestión mamaria.

Una de las formas más efectivas de comenzar un proceso de destete gradual con un niño de un año o mayor es simplemente no ofrecer alimentación y esperar a ver si la solicita. La primera sesión que es más fácil de saltear de esta manera suele ser la lactancia al mediodía, cuando es posible que su hijo ya haya tenido acceso a un almuerzo de alimentos sólidos y líquidos como leche de vaca o agua.

Si su hijo se acostumbra a perderse la sesión de amamantamiento del mediodía, considere omitir una segunda toma de la misma manera. Redirija la atención de su hijo a nuevas actividades, otras opciones de alimentos y fuentes de tranquilidad emocional (como su manta favorita o un animal de peluche) para ayudar a que la transición sea más fácil.

Si su hijo decide que todavía quiere ser amamantado, ofrézcale el pecho. Esto le asegurará que todavía está ahí para él mientras continúa explorando sus alrededores. Si se aferra a una o dos horas de alimentación favoritas, generalmente la última antes de acostarse y la primera por la mañana, considere continuar estas sesiones durante el tiempo que quiera ser amamantado. Esos momentos tranquilos rara vez interfieren incluso con los horarios de la familia más ocupada y son una manera maravillosa de mantener esa intimidad especial con su hijo.

Si su hijo se resiste al destete

Algunos niños se oponen enérgicamente a los esfuerzos de su madre por pasar del pecho al biberón o la taza, sin importar con cuánta sensibilidad y cuán gradualmente se aborde el proceso. Esto puede resultar frustrante si desea o necesita destetar a una hora específica (por ejemplo, si necesita volver al trabajo o la escuela y ha decidido no extraerse la leche durante la separación). Desafortunadamente, cuanto más ansiosa se sienta por completar el proceso de destete, más difícil se volverá. El mejor enfoque es respirar profundamente y recordar que esto también pasará.

Considere acortar sus sesiones de lactancia como preludio para dejarlas por completo. En los momentos del día en que su hijo esté acostumbrado a ser amamantado, manténgase alejada de los lugares donde amamanta habitualmente. Involucre a su bebé en una actividad interesante. Evite señales de amamantamiento tan fuertes como ponerlos en su regazo, destapar sus pechos frente a ellos o incluso sentarse.

Sin embargo, no olvide ofrecer a su hijo incluso más de la cantidad habitual de afecto, abrazos y besos. El componente emocional de la lactancia materna es poderoso para el bebé mayor y el niño pequeño, y es mejor reemplazarlo con otras formas de contacto físico y expresiones de su amor.

Si su bebé aún se resiste al destete, considere si puede continuar amamantando, solo que con menos frecuencia, mientras le ofrece una taza, biberón u otros alimentos en otros momentos. Al destetar parcialmente (por ejemplo, manteniendo inicialmente la alimentación de la mañana y a la hora de acostarse, y luego abandonando gradualmente la sesión de la mañana), elimina una fuente de conflicto entre su hijo y usted que puede resultar innecesaria. También le envía a su hijo el mensaje de que está prestando atención a sus sentimientos y respondiendo a ellos.

Con el tiempo, podrá ponerse de acuerdo con su hijo mayor sobre un final para la lactancia. Mientras tanto, su disposición a reconocer sus necesidades y atenderlas establece un patrón excelente en su relación para los años venideros.

Más información

Sobre la Dra. Meek

Joan Younger Meek, MD, MS, RD, FAAP, FABM, IBCLC, es Decana Asociada de Educación Médica de Posgrado y la Oficial Institucional Designada de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida. En estos puestos, supervisa los programas de residencia patrocinados por la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida. Como Director de Clerkship, la Dra. Meek coordina el plan de estudios y la capacitación pediátrica de los estudiantes de medicina de tercer y cuarto año en el Campus Regional de Orlando.

Última actualización
11/17/2021
Fuente
Adapted from New Mother’s Guide to Breastfeeding, 3rd Edition (American Academy of Pediatrics Copyright © 2017)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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