Por Maya Bunik, MD, MPH, FAAP y Peggy Kelley, MD, FACS, FAAP
La
leche materna ofrece la mejor nutrición posible para los bebés en crecimiento. Sin embargo, como muchos padres de recién nacidos le dirán, la lactancia puede ser un reto a veces, sobre todo al principio. Los bebés a veces tienen problemas para
prenderse al pezón, lo que puede causar dolor al progenitor que amamanta, junto con la preocupación de si el bebé está recibiendo
suficiente leche.
La lengua anclada o frenillo lingual corto (anquiloglosia) es un problema que preocupa cada vez más a los padres en lactancia. Sin embargo, a los expertos les preocupa que el frenillo lingual corto se esté sobrediagnosticando, lo que lleva a cirugías innecesarias ya que se pasan por alto otras causas de problemas de lactancia.
En el
informe clínico, "Identificación y manejo de la anquiloglosia y su efecto sobre la lactancia materna en lactantes", la American Academy of Pediatrics (AAP) evaluó los resultados de las últimas investigaciones sobre la lengua anclada en bebés y niños. No solo se analizaron las preocupaciones sobre la lactancia, sino también otros problemas de salud.
¿Qué es la lengua anclada?
En los niños con lengua anclada, la banda de tejido que conecta la lengua con el piso de la boca es inusualmente corta o tensa. Esto puede limitar el rango de movimiento de la lengua. Se estima que entre el
4% y el 10% de los recién nacidos tienen lengua anclada.
¿Es la lengua anclada la causa de los problemas de lactancia?
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Imagen: En algunos bebés con anquiloglosia, la lengua no sobrepasa las encías. Esto podría afectar a la comodidad y eficacia de la lactancia. |
Aunque durante mucho tiempo se ha pensado que esta afección causa
problemas de lactancia, las investigaciones no han demostrado que exista una relación clara. Aun así, las cirugías para liberar el frenillo, llamadas frenectomías, aumentaron en un
110% desde 2012 y continúan aumentando desde entonces. Esto ha generado controversia entre los proveedores de salud infantil y las familias.
La tendencia también podría estar alimentada por otras preocupaciones. Por ejemplo, los padres podrían oír que, si no se corrige la anquiloglosia a tiempo, se producirán problemas del habla, sueño y dentales más adelante.
Los expertos no siempre se ponen de acuerdo sobre la lengua anclada y cómo afecta a la lactancia materna
Los proveedores de atención médica infantil, desde expertos en lactancia hasta
otorrinolaringólogos, dentistas pediátricos, especialistas en lactancia y médicos de atención primaria, a menudo utilizan diferentes criterios para evaluar la lengua anclada y decidir si recomiendan la cirugía.
Lo que muestran los estudios sobre la lengua anclada y la lactancia materna
Dado el escaso número de estudios sobre la lengua anclada en lactantes, no se dispone de pruebas claras que demuestren que la cirugía ayuda de forma sistemática. Sin embargo, los estudios sí demuestran lo siguiente:
Menos de la mitad de todos los bebés con signos físicos de anquiloglosia tienen problemas para mamar. De hecho, un estudio estadounidense con 115 bebés remitidos para cirugía por lengua anclada reveló que el 63%
no necesitaba la intervención para resolver los problemas de lactancia.
Un músculo situado bajo la lengua del bebé puede estirarse y alargarse con la alimentación continua, lo que podría resolver los problemas de lactancia.
Una lactancia sana también podría depender de los movimientos de la parte central de la lengua del bebé, lo que restaría importancia a la punta de la lengua (y restaría eficacia a la intervención quirúrgica). Este hallazgo procede de un estudio más reciente que utiliza imágenes avanzadas para mostrar el flujo de leche en la boca de los bebés.
Aunque no es una cura definitiva, la cirugía de la lengua anclada puede reducir el dolor en los pezones
Aunque se necesitan más estudios para confirmar el papel que desempeña la lengua anclada en la lactancia, las investigaciones muestran que la liberación de la lengua anclada puede aliviar las molestias del pezón, al menos a corto plazo.
Cuando la lengua del bebé no se extiende más allá de las encías, la madre lactante podría experimentar dolor durante la lactancia. Dado que el dolor al amamantar puede ser intenso e incluso hacer que los padres abandonen la lactancia, el procedimiento podría ser útil para muchos bebés y familias.
La cirugía temprana de la lengua anclada NO puede evitar problemas del habla, dentales o respiratorios en etapas posteriores de la vida
Si ha oído que su bebé necesitará cirugía ahora para prevenir problemas graves en el futuro, aquí hay algunos datos clave a tener en cuenta:
La lengua anclada NO retrasará el desarrollo del habla de su hijo. Podría cambiar su manera de formar palabras, porque los niños que no pueden tocar fácilmente el paladar con la lengua podrían tener problemas para pronunciar los sonidos "t", "d", "n", "l" y "s" o "z". Si esto sucede, un terapeuta del habla puede evaluar a su hijo y sugerir el mejor curso de tratamiento. Esto podría incluir terapia del habla y, en raras ocasiones, una referencia para explorar la liberación del frenillo para sonidos del habla específicos como una "r" enrollada.
No hay pruebas de que la cirugía de liberación de la lengua mejore la salud dental o prevenga la
apnea del sueño en etapas posteriores de la vida. Estos problemas de salud tienen causas complejas, por lo que la cirugía por sí sola no puede proteger a su hijo de afecciones que podrían (o no) aparecer dentro de unos años. Además, aunque a veces se dice que la frenectomía mejora el reflujo, la irritabilidad, la enuresis nocturna y otros problemas, estas afirmaciones no están basadas en evidencia.
¿Qué ocurre con la cirugía para corregir el frenillo labial o el frenillo bucal?
La cirugía para corregir el frenillo labial o el frenillo bucal no mejorará la lactancia, aunque la cirugía del frenillo labial a menudo se combina con la del frenillo lingual. Las bandas que conectan los labios y las mejillas del bebé con el interior de su boca no están directamente involucradas en el agarre o la succión, por lo que estos procedimientos no son útiles.
Tomar una decisión informada sobre la cirugía para el frenillo lingual
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Imagen: Una hendidura en la punta de la lengua de un bebé podría ser un signo de anquiloglosia. |
Los problemas de lactancia tienen muchas causas posibles, lo que significa que también hay muchas soluciones.
Para garantizar un diagnóstico y un tratamiento correctos, el pediatra u otro profesional de atención primaria de su bebé deben coordinar la atención en un enfoque de equipo que incluya asesores de lactancia y terapeutas de alimentación con cirujanos y otras personas.
¿Por qué atención coordinada?
Esto permite estudiar la situación, probar diferentes enfoques y proporcionar un seguimiento cercano para realizar una nueva evaluación cuando persisten las preocupaciones. La atención coordinada ayuda a prevenir diagnósticos erróneos y procedimientos innecesarios, que pueden interferir con la función a largo plazo y generar gastos médicos adicionales para las familias.
Los recién nacidos lactantes que muestran posibles signos de frenillo lingual deben ser monitoreados de cerca en los primeros días de vida. Los médicos y especialistas en lactancia pueden realizar un examen físico detallado que evalúe el reflejo de succión del bebé y observe el movimiento y la coordinación de la lengua. La capacidad del bebé para ingerir leche se puede estudiar mediante el peso antes y después de la toma. La observación cercana de una sesión de lactancia puede proporcionar más información antes de recomendar la cirugía.
A medida que avanzan las pruebas, los padres de un bebé con lengua anclada deben recibir mucho apoyo. Esto incluye un seguimiento de la alimentación, el aumento de peso y el bienestar general del niño. Si la lactancia no mejora después del procedimiento, es importante investigar otras posibles causas.
Si opta por la cirugía de lengua anclada: qué debe esperar
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Imagen: El frenillo de la lengua, también conocido como frenillo lingual o "membrana" lingual, es el tejido fibroso que conecta la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca y ayuda a controlar sus movimientos. |
La cirugía para el frenillo lingual puede ser realizada por dentistas pediátricos, otorrinolaringólogos, pediatras capacitados en el procedimiento y otros proveedores de atención médica calificados. Es recomendable buscar un proveedor que ofrezca este procedimiento y pueda facturarlo al seguro. Existe la preocupación de que solicitar pagos de bolsillo provoque desigualdades sanitarias.
La frenectomía generalmente se realiza en el consultorio, es un procedimiento breve y se completa sin anestesia general. Los proveedores podrían utilizar instrumentos estériles o un láser (ambos son igualmente efectivos: no hay evidencia que apoye el uso del láser sobre el corte con tijeras quirúrgicas, que es el método más común).
Los bebés lloran y se quejan durante el procedimiento, pero el proceso dura solo unos minutos. Después de un breve período de observación, los bebés pueden regresar a casa para descansar. Los analgésicos de
venta libre para bebés pueden aliviar el malestar postoperatorio. Como en cualquier intervención quirúrgica, los padres deben estar atentos a posibles hemorragias o
dolores persistentes, pero las complicaciones a largo plazo son poco frecuentes.
¿Son necesarios los estiramientos posquirúrgicos después de la liberación del frenillo lingual?
No se ha demostrado que los estiramientos y ejercicios postoperatorios ayuden a los lactantes a recuperarse de la cirugía de lengua anclada, e incluso podrían hacer que los bebés se alejen temporalmente de la lactancia. Sin evidencia de que estos ejercicios sean beneficiosos, la AAP no los recomienda después de la cirugía de la lengua anclada.
Un llamado a la investigación sobre la lengua anclada
La AAP apoya firmemente la realización de nuevas investigaciones para crear un método más uniforme de diagnóstico de la lengua anclada en bebés recién nacidos y lactantes, así como criterios más claros para recomendar la cirugía de la lengua anclada. El estudio de los resultados a largo plazo confirmará los posibles beneficios de la intervención quirúrgica, lo que ayudará a los padres a sentirse más seguros a la hora de someterse a ella o de decidir no realizarla.
Más información
Acerca de la Dra. Bunik
Maya Bunik, MD, MPH, FAAP, es profesora de Pediatría en la Facultad de Medicina de University of Colorado Denver y es directora médica de atención primaria en Children's Hospital Colorado. La Dra. Bunik es presidenta de la Sección de Lactancia Materna de la American Academy of Pediatrics (AAP) y autora del libro de la AAP
"Breastfeeding Telephone Triage and Advice" (Asesoramiento y triaje telefónico sobre lactancia materna), que se distribuye a los hospitales de Estados Unidos como parte de la Iniciativa hospitales amigos del niño (IHAN) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Acerca de la Dra. Kelley
Peggy Kelley, MD, FACS, FAAP, es directora clínica de Otorrinolaringología Pediátrica en Providence St. Vincent Medical Center en Portland, OR, y es miembro del comité ejecutivo de la Sección de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la AAP. |
Imagenes cortesía de Maya Bunik, MD, MPH, FABM, FAAP, y Peggy Kelley, MD, FAAP