En cualquiera de las posiciones para amamantar, cuando el bebé está bien alineado debe ser capaz de trazar una línea recta que conecte la oreja, el hombro y la cadera en cualquier lado del cuerpo del bebé.
Una vez usted y su bebé están en la posición correcta, el paso siguiente es guiarlo hacia el pecho de manera que pueda aferrarse correctamente y alimentarse. Agarrarse al pecho de manera eficaz es crucial para amamantar con éxito pues evita los pezones adoloridos, asegura el suministro suficiente de leche y estimula una producción de leche abundante. En la mayoría de los casos (aparte de la posición recostada), será necesario sostener su pecho, por lo menos durante los primeros días de amamantar a fin de que su bebé lo agarre adecuadamente. Esto es especialmente cierto pues la producción de leche aumenta el tamaño y peso de sus pechos.
C-Hold (sostener en C)
Con su mano libre, coloque cuatro dedos debajo de su pecho y su pulgar en la parte superior para presentar el pezón a su bebé. (Su especialista en lactancia o enfermera pueden referirse a esto como C-hold (sostener en C), pues su mano forma una letra C). Asegúrese de que sus dedos estén bien detrás de la aureola (el área de color más oscuro alrededor del pezón) para que le estorben a su bebé al momento de agarrarse al pecho. Puede hacer una compresión leve en el pecho con sus dedos para facilitar que su bebé se agarre. De manera alternativa, puede colocar sus dedos en su pecho en forma de tijera o de sostener en V para guiar el pezón, pero sólo si sus dedos están suficientemente separados para dejar expuesta la aureola.
Sosteniendo el pecho, roce el labio inferior de su bebé con su pezón o haga que su barbilla toque el pecho. Esto provocará que abra su boca. (Si su boca sigue cerrada, roce su labio de nuevo, presione suavemente hacia abajo en su barbilla con su dedo índice y abra su propia boca también, pues su bebé podría imitarla). Cuando abra bien la boca, no sólo un poco, pero como si estuviera bostezando, atráigalo hacia usted rápidamente y coloque su boca totalmente abierta en su pecho. Este movimiento de guía debe ser rápido pero suave. Recuerde que debe atraer a su bebé a su pecho, no empujar el pecho en su boca. Si empuja la cabeza de su bebé tan fuerte que no puede respirar, puede agitarse o asustarse, puede arquear su espalda y rehusarse a amamantar.
Buena posición
Si su bebé se encuentra en una posición para amamantar correcta, sus mandíbulas se juntarán sobre su aureola y sus labios se sellarán sobre su pecho. Su barbilla y probablemente su nariz tocarán su pecho. (Podrá respirar, pero si le preocupa su respiración, intente levantar su pecho o cambiar levemente el ángulo de su cuerpo, jalando la parte inferior de su cuerpo para que esté más cerca de usted). Ayudarle a aferrarse de una forma un poco asimétrica, de manera que un poco más de su aureola esté en su boca en el lado del labio inferior y un poco menos en el lado del labio superior, colocará su pezón de manera que apunte al paladar del bebé.
Puede sentir una leve molestia la primera vez que se agarre al pecho y tal vez incluso las primeras veces que lo alimente, pero una vez comience a alimentarse constantemente no debe sentir dolor. El dolor después de más o menos el primer minuto de dar pecho es señal de que se agarra al pecho de manera incorrecta y debe corregirlo inmediatamente mediante la práctica o con la ayuda de un pediatra, médico de la familia, enfermera o especialista en lactancia. Cuando el dolor continúa mientras amamanta, desprenda al bebé al insertar su dedo en la comisura de su boca para detener la succión y desprenderlo, asegurándose de que su boca esté bien abierta antes de aferrarse.
Muchas madres primerizas asumen que los lactantes nacen sabiendo instintivamente cómo aferrarse al pecho y que si presentan su pecho de la manera correcta el bebé sabrá qué hacer. Ciertamente algunos bebés son capaces de aferrarse por sí solos, con una buena técnica. Esto es más probable que ocurre durante la primera hora después del nacimiento pero se puede repetir más adelante. (Los investigadores han estudiado a los lactantes que pueden dirigirse desde el bajo vientre de la madre, donde se colocan inmediatamente después de nacer, hasta el pezón, donde se aferran por sí solos y empiezan a succionar. Esto se ha denominado “gatear hasta el pecho”. Hay vídeos sobre esto disponibles en la Internet).
La mayoría de recién nacidos aprenden fácilmente cómo aferrarse al pecho y pronto comienzan la succión profunda y regular y a tragar rítmicamente lo que tipifica amamantar exitosamente. Pero no todos los bebés saben instintivamente cómo aferrarse. Es posible que deba enseñarle a su bebé hasta que experimente suficientes alimentaciones exitosas para asociar sus comportamientos de alimentación con saciar su hambre.
La clave para agarrarse al pecho con éxito involucra tener suficiente pecho dentro de su boca para que el pezón llegue hasta la parte trasera de la boca del bebé y sus encías y lengua compriman la aureola, cubriendo aproximadamente una pulgada o dos de la aureola desde la base del pezón. Este movimiento de succión ocasiona que la mandíbula de su bebé mueva la leche del pecho mientras su lengua hace un movimiento de onda debajo de su pezón, ocasionando que la leche fluya a través de los agujeros pequeños de su pezón. Para lograr esto, la boca de su bebé debe estar completamente abierta cuando se aferra. Muchos errores al comenzar a dar pecho ocurren cuando la madre no ha esperado hasta que las mandíbulas de su bebé están lo más abiertas posible antes de atraerlo hacia su pecho. Como resultado, el bebé succiona sólo sobre el pezón, una posición que limita la cantidad de leche que recibe y pronto provoca dolor en el pezón.
Para ayudar a su bebé a tomar un bocado grande use Sostener en C para comprimir levemente su pecho; esto estrecha la aureola y que el pezón sobresalga de manera que sea más fácil de aferrarse. Mientras se aferra, su lengua debe salir un poco, cubrir su encía inferior y parcialmente envolver el pecho. Sus labios deben volverse hacia afuera y presionar contra su pecho.
Intente, intente de nuevo
Si su bebé no puede aferrarse correctamente la primera vez, despréndalo suavemente al deslizar su dedo dentro de su boca y presionando hacia abajo su pecho para interrumpir la succión. Sabrá que su bebé no se aferró correctamente si ve depresiones en sus mejillas cuando succiona, escucha clics u observa su labio enrollado hacia adentro. También puede mover su cabeza frecuentemente o no tragar en absoluto.
Aferrarse de manera incorrecta también puede ser doloroso para usted. No intente jalarlo para retirarlo de su pecho pues esto puede ocasionar dolor en el pezón. Siga practicando esta técnica para aferrarse hasta que usted y su recién nacido la dominen y no dude en pedir ayuda a las enfermeras del hospital y especialista en lactancia.