Los niños de 8 meses sienten curiosidad por todo, pero también tienen poca capacidad de atención. Pasan rápidamente de una actividad a la siguiente. El tiempo máximo que pasan con un solo juguete es de dos a tres minutos y luego buscan algo nuevo.
A los 12 meses, es posible que estén dispuestos a sentarse hasta 15 minutos con un juguete, pero la mayor parte del tiempo estarán en movimiento.
Su pequeño científico
A esta edad, su bebé nunca se cansará de dejar caer, rodar, tirar, sumergir o agitar objetos para saber cómo se comportan. Esto podría parecerle un juego aleatorio, pero es la forma que tiene su hijo de descubrir cómo funciona el mundo.
Como todo buen científico, su hijo observa las propiedades de los objetos. A partir de sus observaciones, desarrollará ideas sobre las formas (algunas cosas ruedan y otras no), las texturas (las cosas pueden ser ásperas, suaves o lisas) y los tamaños (algunas cosas caben unas dentro de otras). Incluso empezará a comprender que algunas cosas son comestibles y otras no, aunque igual se lo llevará todo a la boca para asegurarse. (Una vez más, asegúrese de que no haya nada peligroso en los alrededores que se pueda meter en la boca).
Ahora lo ven
Sus observaciones durante estos meses también lo ayudarán a comprender que los objetos existen incluso cuando están fuera de la vista. Este es un concepto que se denomina "permanencia de los objetos".
A los 8 meses, cuando usted esconde un juguete debajo de una bufanda, el bebé recoge la bufanda y busca el juguete que hay debajo: una respuesta que no habría tenido tres meses antes. Y si usted esconde el juguete debajo de la bufanda y luego se lo quita cuando no está mirando, su bebé quedará desconcertado. A los 10 meses, su bebé estará tan seguro de que el juguete todavía existe que seguirá buscándolo.
Para ayudar a su bebé a aprender sobre la permanencia de los objetos, juegue al escondite con él. Al cambiar de una variación de este juego a otra, mantendrá su interés casi indefinidamente.
4 formas de jugar al escondite
Las posibles variaciones del escondite son casi infinitas. A medida que su hijo se vuelva más móvil y esté más alerta, cree juegos que le permitan tomar la iniciativa. Aquí enumeramos algunas sugerencias.
Ponga un paño suave sobre su cabeza y pregúntele: "¿Dónde está el bebé?". Una vez que entienda el juego, su bebé quitará la tela y aparecerá sonriendo.
Con el bebé boca arriba mirando hacia usted, levante ambas piernas juntas y diga "Arriba, arriba, arriba", hasta que le oculten la cara. Luego ábralas diciendo: "¡Aquí estoy!" A medida que comprenda la idea, será su bebé quien moverá las piernas por sí solo. (Este es un gran juego para implementar a la hora de cambiar pañales).
Escóndase detrás de una puerta o un mueble. Deje un pie o un brazo a la vista como pista. Su bebé estará encantado de ir a buscarlo.
Túrnense con su bebé para "esconder" su cabeza debajo de una toalla grande. Déjelo tirar de la toalla y luego ponérsela sobre la cabeza y luego quitársela.
Descubrir lo familiar y lo desconocido
Su bebé estará especialmente interesado en cosas que difieren ligeramente de lo que ya sabe. Entonces, si está aburrido de la caja de avena con la que ha estado jugando, renueve su interés metiendo una pelota dentro. Estos pequeños cambios lo ayudarán a detectar pequeñas diferencias entre lo familiar y lo desconocido.
Además, al elegir juguetes, recuerde que los objetos que se parezcan mucho a los que ya ha visto antes serán revisados rápidamente y descartados. A su vez, las cosas que son demasiado extrañas podrían resultar confusas o aterradoras.
En su lugar, busque objetos y juguetes que lo ayuden poco a poco a ampliar sus horizontes. Las ollas y sartenes pueden ser ruidosas, pero son una forma económica de entretener a su hijo. De hecho, los "juguetes" que más fascinan a los niños de esta edad son objetos domésticos comunes, tales como cucharas de madera, cartones de huevos y recipientes de plástico de todas las formas y tamaños.
A menudo, su bebé no necesitará su ayuda para descubrir objetos que se encuentren en este término medio de novedad. Hurgará en sus cajones, vaciará papeleras, saqueará los armarios de la cocina y realizará elaborados experimentos con todo lo que encuentre. (Asegúrese de que todos los cajones o gabinetes que presenten peligros potenciales estén asegurados con seguros para niños).
Aprender para qué sirven los diferentes objetos
A medida que se acerque a su primer cumpleaños, su hijo será cada vez más consciente de que las cosas tienen nombres y también funciones particulares. Verá cómo esta nueva conciencia se entrelaza en su juego como una forma muy temprana de fantasía.
Por ejemplo, en lugar de tratar un teléfono de juguete como un objeto interesante que hay que masticar, pinchar y golpear, se acercarán el auricular a la oreja tal como lo han visto hacerlo a usted. Puede fomentar actividades importantes de desarrollo como esta ofreciéndole accesorios (un cepillo para el cabello, un cepillo de dientes, una taza o una cuchara) y siendo un público entusiasta de sus actuaciones.
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