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Consejos y Herramientas

Pregunta

Mi bebé tiene congestión nasal. ¿Cómo puedo ayudarlo a dormir de manera segura?

Rachel Y. Moon, MD, FAAP

Respuesta

Bienvenido al club de los adultos agotados a cargo de los pequeñitos con enfermedades respiratorias. La congestión nasal causada por los resfriados, la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS) o el COVID-19 puede dificultar la respiración de los bebés. Esto podría mantenerlos despiertos por la noche (y también alterar las rutinas familiares).

A estas alturas, probablemente está desesperado por encontrar una solución. Pero primero, es importante repasar los conceptos básicos del sueño seguro para los bebés.

En los Estados Unidos, cerca de 3,400 bebés al año mueren mientras duermen. Muchos pierden sus vidas debido al síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), que no tiene una causa clara. Otros logran torcerse o girar en una posición que estrecha sus vías respiratorias. Algunos bebés se asfixian debido a que las almohadas o mantas tapan sus bocas o narices.

Según los resultados de las investigaciones sobre las prácticas más seguras para dormir, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que los bebés siempre duerman boca arriba en una superficie plana y firme. Su espacio para dormir también debe estar libre de almohadas, accesorios, almohadillas, mantas, peluches u otros materiales livianos. (Si desea obtener más consejos sobre el sueño de los bebés, aquí tiene un artículo útil).

Pero ¿los bebés congestionados no deberían dormir elevados para que puedan respirar más fácil?

No. Podría parecer inofensivo elevar a su bebé con toallas o almohadas, o inclinar su colchón, pero NO es seguro.

Piense en las vías respiratorias de su bebé como si fueran una pajilla. Su bebé respira con mayor facilidad cuando la "pajilla" (es decir, las vías respiratorias) está recta. Cuando la cabeza de su bebé está elevada o inclinada, es fácil que su cuello se doble hacia adelante o se incline hacia un lado. Eso puede causar una curva en las vías respiratorias que dificulta la respiración del bebé, incluso si está usando un dispositivo que se haya hecho para cumplir esa tarea.

De hecho, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés) ha prohibido la venta y la fabricación de sillitas inclinadas para dormir (un producto en el que la cabeza del bebé está a más de 10 grados por encima de una superficie plana). Esto se llevó a cabo después de una serie de muertes infantiles que mostraron lo peligrosas que pueden ser.

¿Puedo dejar que mi bebé duerma en una mecedora o en el asiento de coche?

Sé lo tentador que puede ser poner a un bebé irritable en un aparato relajante como una mecedora, especialmente si USTED no ha dormido bien en días. Sin embargo, tenga en cuenta que su pequeño ya tiene dificultades para respirar. Cuando los bebés se duermen en mecedoras o sillas vibradoras, no pueden mantener la cabeza erguida ni las vías respiratorias rectas. Entonces, no deje que su pequeño se duerma allí.

Los asientos para automóviles y los portabebés están diseñados para mantener la cabeza de su bebé erguida o ligeramente inclinada, pero no proporcionan suficiente apoyo para un sueño seguro. Si su pequeño se queda dormido en el auto, resista la tentación de llevarlo adentro en la silla del auto y permitirle seguir durmiendo la siesta. Lleve siempre al bebé a un espacio designado para dormir tan pronto como pueda.

¿La cuna de mi hijo es el único lugar seguro para que duerma?

Es perfectamente seguro que su bebé duerma en un moisés, una cuna colecho, una cuna portátil o un corral (practicuna), u otro tipo de cuna portátil que cumpla con las normas de la CPSC. Asegúrese de que tenga un colchón firme y plano sin accesorios suaves.

¿Mi bebé no sentirá frío sin mantas, especialmente cuando está enfermo?

A muchos padres les preocupa esto, pero es bastante sencillo mantener a su bebé cómodo mientras duerme. Comience por vestirlo con capas cálidas y transpirables. Pruebe con una camiseta interior o un enterito de algodón, y por encima un mameluco con pies o pijamas con calcetines livianos.

Puede ajustar un poco la temperatura de la habitación si su hogar tiende a estar frío. Si lo hace, de todos modos, observe a su bebé de vez en cuando. Querrá asegurarse de que no esté demasiado abrigado, lo que también puede dificultarle la respiración.

¿Qué consejos puede darme para aliviar la congestión de mi bebé?

La congestión nasal ocurre cuando los vasos sanguíneos y los tejidos dentro de la nariz de su bebé se llenan con demasiado líquido. Aquí hay algunas formas seguras de aliviar la congestión mientras su bebé se recupera de un resfriado, una gripe u otro virus que cause congestión:

  • Gotas salinas. Este método utiliza agua con sal común simple para aliviar las narices congestionadas. Coloque dos gotas en cada fosa nasal para aflojar la congestión y luego use una pera de succión para extraer la solución salina y el moco. Asegúrese de apretar la pera antes de colocarla en la fosa nasal de su bebé para que no libere una ráfaga de aire que pueda empujar la congestión más adentro.

    Use gotas salinas simples sin agregar medicamentos. (Incluso puede hacer sus propias gotas salinas con agua estéril, destilada o previamente hervida y sal -ver receta aquí-). Si implementa esto 15 minutos antes de alimentar a su bebé o a la hora de la siesta, podrá ayudar a que su hijo coma y descanse mejor.

  • Succión suave. Puede usar un elemento tal como una pera de succión para eliminar el líquido y la mucosidad de la nariz de su bebé. Para la mucosidad pegajosa y persistente, use un hisopo de algodón mojado para limpiar suavemente alrededor de la nariz.

  • Vapor frío. Pruebe utilizar un vaporizador o humidificador en el ambiente donde duerme su bebé con un vapor frío que ayude a despejar sus vías nasales. Colóquelo lo suficientemente cerca para que el vapor alcance a su bebé mientras duerme, pero fuera del alcance de su hijo. Cambie el agua todos los días y sigua las instrucciones del fabricante para evitar la formación de moho y bacterias.

También puede intentar darle a su bebé un "tratamiento de vapor". Llévelo a un baño precalentado. Deje correr el agua caliente en la ducha durante unos minutos y luego lleve a su bebé al baño para abrazarlo mientras respira el aire húmedo. Esto podría ser realmente útil antes de la hora de dormir.
  • Hidratación continua. Asegúrese de que su bebé se mantenga bien hidratado. Esto puede ayudar a ablandar el moco que dificulta la capacidad del bebé para respirar con libertad.

    Una nariz congestionada puede hacer que los bebés se alimenten más lento o que no tengan ganas de comer. Intente aspirar la nariz de su bebé antes de amamantarlo o darle el biberón. Si a su bebé le resulta difícil alimentarse del pecho debido a la congestión, podría sacarse leche materna y ofrecérsela en una taza o biberón. Además, si su bebé tiene al menos 6 meses de edad, puede ofrecerle un poco de agua (4-8 onzas por día, media o 1 taza por día) en una taza abierta, para sorber o con pajilla.

¿Qué debo hacer si a mi bebé le cuesta respirar?

Llame al 911 siempre que su bebé:

  • tenga dificultad para respirar

  • apenas pueda hacer sonidos o llorar

  • tenga los labios o la cara azulados

  • parezca tener algo atorado en su garganta

Llame al médico de su bebé si:

  • su respiración es más rápida de lo normal

  • sus labios o su cara se tornan azules cuando tose

  • tose sin parar y esto causa que no pueda dormir, comer o jugar

Más información

Rachel Y. Moon, MD, FAAP

Rachel Y. Moon, MD, FAAP, es pediatra e investigadora de SMSL en University of Virginia. También es profesora de Pediatría en la Facultad de Medicina de University of Virginia. Sus investigaciones se centran en el SMSL y en los factores de riesgo del SMSL, particularmente en las poblaciones de alto riesgo, como la de bebés afroamericanos y niños que asisten a guarderías. Dentro de la American Academy of Pediatrics (AAP), es la presidenta del Grupo de Trabajo sobre el SMSL y editora asociada de la revista Pediatrics. La Dra. Moon también es la coautora de 14 Ways to Protect Your Baby from SIDS.

Última actualización
1/12/2024
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright @ 2024)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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