Millones de niños cuyos padres están participando en el consumo de
alcohol y drogas, su distribución o fabricación en los Estados Unidos enfrentan un riesgo mayor de una serie de problemas de salud, de acuerdo con un nuevo informe clínico de la American Academy of Pediatrics en el número de agosto de 2016 de
Pediatrics.
Debido a que los pediatras con frecuencia son los únicos proveedores de salud que tratan con familias afectas por el uso de sustancias, están en una posición única de identificar a aquellos afectados por este gran problema de salud pública, dicen los autores del informe: "Familias afectadas por el uso de sustancias de los padres" (publicado en línea el 18 de julio).
Los niños con frecuencia sufren retrasos del desarrollo y educación y en el futuro problemas de salud mental y del comportamiento, dice el informe, ya sea por los efectos tóxicos de la exposición a las drogas y el alcohol o por negligencia a sus necesidades básicas físicas y emocionales por parte de los padres o cuidadores que lidian con trastornos relacionados con el uso de sustancias. También tienden a empezar a abusar ellos mismos de las drogas y alcohol.
La AAP exhorta a los pediatras a incluir preguntas sobre el grado del uso de sustancias como parte de las evaluaciones rutinarias de la familia durante las visitas de control de la salud o cuando sea indicado clínicamente, tomando en cuenta que la investigación sugiere que los padres que tienen resultados positivos en las evaluaciones de uso de sustancias estén dispuestos a que los pediatras les ofrezcan opciones de seguimiento tales como programas de tratamiento comunitario.
