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Vida sana

Cómo prevenir el abuso en deportes juveniles y actividades organizadas

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Por Stacy W. Thomas, MD, FAAP y Michele LaBotz, MD, FAAP

La participación en deportes, clubes y otras actividades organizadas es algo bueno para los niños. Los niños que participan en estas actividades hacen más ejercicio y tienen mejor autoestima, según demuestran las investigaciones; además, administran mejor su tiempo y forjan relaciones.

Sin embargo, todas las noticias que se escuchan sobre menores que son víctimas de abuso sexual por parte de adultos involucrados en organizaciones de menores puede darnos un poco de miedo. Es probable que muchos padres se pregunten cómo sopesar los riesgos y los beneficios.

No sólo sucede en el ámbito deportivo

El abuso sexual de menores puede ocurrir en cualquier organización de jóvenes: en los deportes, en la música, en la iglesia, en la asociación de exploradores, y la lista continúa. Lamentablemente, es probable que las personas con intenciones de perjudicar a los niños busquen los lugares donde hay muchos niños.

Los delincuentes sexuales a menudo tratan de ganarse la confianza y el respeto de los padres y de otros adultos de la organización antes de iniciar el abuso. Este proceso, conocido como "preparación", hace que a los niños les cueste más trabajo contarle a alguien del abuso. Piensan que tal vez todos los adultos cercanos a ellos tienen una buena relación con el abusador y no les van a creer que esa persona haría una cosa semejante.

6 maneras de proteger a sus hijos del abuso sexual

Afortunadamente, hay muchas maneras de mantener seguros a los niños mientras participan en actividades que les ofrecen tantos beneficios. Por ejemplo:

1. Hable con sus hijos

Hable con claridad, de manera que su hijo entienda cuáles son las partes íntimas (privadas) del cuerpo, las maneras de tocarlo que no son adecuadas y las relaciones respetuosas. Iniciar esta conversación logrará que el niño se sienta cómodo al hablar de su cuerpo y su sexualidad. Después de todo, ¿cómo podría un niño que carece del lenguaje adecuado para nombrar las partes sexuales del cuerpo decirle a alguien que lo tocaron en esas partes de una manera incómoda?

Si los niños entienden la importancia de los límites personales y el respeto, estarán mejor preparados para reconocer las acciones irrespetuosas, inadecuadas o delictivas. Con un entendimiento básico de las relaciones sexuales, los niños sabrán que estas relaciones no deben ocurrir entre adultos y niños.

Fomentar la conversación con sus hijos sobre estos temas los ayudará a sentir que pueden acudir a usted si tienen problemas y que tendrán el lenguaje y el conocimiento necesarios para expresarse y obtener ayuda.

2. No guarden secretos

Asegúrese de que su hijo sepa que en ninguna circunstancia está bien que un adulto o un niño más grande le pidan que guarde un secreto y que no se lo cuente a usted. El abuso sexual prospera cuando se guardan secretos. Los delincuentes sexuales usan el secretismo como una manera para manipular al niño y hacerlo sentir, de alguna forma, responsable de su propio abuso: "Este es nuestro secretito, ¿no es cierto?". Nada de secretos: esta sencilla regla es una de las mejores maneras de protección contra el abuso.

3. Explique que los adultos pueden ayudar

Haga saber a sus hijos que usted podrá entender cualquier cosa que tengan que decirle. Muchas víctimas de abuso sexual infantil manifiestan que no dijeron nada sobre el abuso porque tenían miedo de cómo haría sentir esa información a su mamá o papá. En ese caso, el niño víctima está intentando proteger a sus padres. Los niños deben saber que los adultos que lo cuidan están preparados para cualquier problema que deban enfrentar o que saben cómo obtener ayuda.

4. Conozca el riesgo

Sí, es un tema difícil. Sí, puede ser más fácil ignorarlo. Pero tomar la decisión de no pensar en los riesgos, le quita el poder de reconocerlos y evitarlos. Asegúrese de tener ese poder y de transmitírselo a su hijo. Hay programas excelentes que ayudan a los adultos a saber más sobre el abuso sexual infantil.

5. Hable con los entrenadores, maestros y demás mentores de su hijo

En toda organización que trabaja con jóvenes o niños debe haber normas y procedimientos por escrito sobre la seguridad infantil. Estas normas deben contener límites físicos y de conducta claros respecto al modo en que los adultos interaccionan con los menores. Las normas deben alentar al personal a reconocer y denunciar conductas sospechosas.

6. Evite situaciones en las que un niño esté solo con un adulto que no sea de la familia

Toda interacción que un niño tenga con un adulto que no sea uno de sus padres debe ocurrir a la vista de todos. Esta regla sencilla reduce enormemente el riesgo de que un niño sufra abuso sexual. Sin privacidad, un delincuente tiene menos posibilidades de abusar de un menor. Esta regla también se aplica a los exámenes físicos que llevan a cabo los profesionales médicos. Siempre que sea posible, los padres y demás miembros del personal, como por ejemplo un profesional de enfermería, deben estar presentes en la sala y poder observar lo que está ocurriendo.

Recuerde

Todos los niños merecen, como mínimo, ambientes seguros donde puedan aprender, crecer, jugar, competir y practicar su religión. Todos los adultos tenemos la responsabilidad de protegerlos del abuso.

Más información

Acerca de la Dra.Thomas:

Stacy W. Thomas, MD, FAAP es profesora adjunta de Pediatría en la Facultad de Medicina de Wake Forest, donde es además miembro médico del Equipo de Protección de Menores y evalúa a niños de los que se sospecha sufren abuso y negligencia. Obtuvo una licenciatura en la Universidad de Carolina del Norte y su diploma en Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. La Dra. Thomas completó su residencia pediátrica en la Universidad de Florida y su especialización en el Hospital Infantil de Boston. Dentro de la American Academy of Pediatrics, es integrante del Consejo sobre Abuso y Negligencia de Menores.​

Acerca de la Dra. LaBotz

, practices sports medicine at InterMed in Portland, ME. Within the American Academy of Pediatrics (AAP), she is a member of the Council on Sports Medicine and Fitness and on the Board of Directors for the Maine Chapter of AAP.Michele LaBotz, MD, FAAP, es una pediatra de medicina deportiva en Yarmouth, Maine. Es miembro de la Academia de Becas del Hospital Infantil Barbara Bush, profesora asociada de pediatría en la Universidad de Tufts y directora médica del programa de entrenamiento atlético de la Universidad de Nueva Inglaterra. Dentro de la American Academy of Pediatrics (AAP), es miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Fitness y de la Junta Directiva del Capítulo de Maine de la AAP.

Última actualización
7/23/2024
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright @ 2024)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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