Cada vez son menos las adolescentes solteras que dan a sus bebés en adopción, más que nada porque tener a un bebé fuera de matrimonio no representa el mismo estigma social que representaba antes. En 1950, uno de cada doce nacimientos premaritales se colocaba en adopción; ese número se había reducido a uno de cada cien ya para finales del siglo. Para las adolescentes que se sienten incapaces de criar a un niño en la actualidad pero que no quieren considerar el aborto, la adopción es una opción de mucho amor para satisfacer de la mejor manera las necesidades de todas las partes involucradas.
Si su adolescente está considerando la adopción, aquí se le indica lo que necesita saber.
Primero, colocar a un bebé con una familia adoptiva es una medida permanente. Muchos estados le otorgan a la madre biológica desde varios días hasta varios meses después del nacimiento de su hijo para cambiar de parecer. Pero una vez pasa el plazo para arrepentirse el acuerdo es legal u obligatorio.
En una adopción pública, una agencia operada por el estado o contratada por el estado coloca al niño en un hogar.
En una adopción privada, la colocación la hace una agencia privada o no lucrativa.
Una adopción independiente puede realizarla cualquiera de las siguientes personas: los padres biológicos, un abogado, un médico, un miembro del clero o un facilitador autorizado o no autorizado.
En una adopción independiente, la madre biológica puede decidir al principio si desea o no seleccionar personalmente a los padres adoptivos, conocerlos e incluso mantener contacto con ellos, si así lo desea. Ese tipo de adopción se llama adopción abierta.En una adopción cerrada, los nombres de la madre biológica y los padres adoptivos se mantienen en secreto.