Dos niños o dos niñas exactamente de la misma edad pueden empezar o finalizar los años de pubertad a diferente tiempo y aún así estar dentro de los amplios parámetros del crecimiento “normal". El tiempo y el ritmo del desarrollo físico de un niño varían mucho, porque es determinado principalmente por la programación genética que heredó de sus padres.
Patrón de crecimiento de los adolescentes
Cualquiera que sea el patrón de crecimiento de un adolescente, es durante los años de pubertad que su niño o niña aumenta de estatura con más rapidez que en ninguna otra etapa de la vida del niño.
- Niñas: En promedio, el crecimiento repentino de una niña ocurre cerca de los once años y medio, pero puede empezar tan pronto como a los ocho o tan tarde como a los catorce.
- Niños: Generalmente van atrás cerca de dos años; de allí la razón que algunos veces los niños de 13 años le queden a la altura de los hombros a las niñas de la misma edad.
Esto es lo que típicamente ocurre:
Las manos y pies crecen primero, dando como resultado una apariencia un poco torpe. Hasta que los brazos y piernas los alcanzan, los adolescentes pueden literalmente tropezar con sus propios pies. Luego se ensanchan los muslos y los hombros de los niños y las caderas de las niñas se ensanchan. Luego se alarga el tronco del cuerpo. Los huesos de la cara crecen también, especialmente la quijada inferior, logrando cambios notorios.
Para ayudarle a apreciar los cambios dramáticos que se llevan a cabo, considere que cada año desde la edad de los dos o tres, su hijo ha crecido un promedio de dos pulgadas (5.08 cm) y ha aumentado cerca de cinco libras. Sin embargo, durante la adolescencia, puede esperar que ese índice se duplique.
- Niños: Puede crecer cuatro pulgadas (10.16 cm) en doce meses y, cuando el crecimiento ha finalizado, probablemente habrá aumentado de trece a catorce pulgadas (33 a 35 cm) y cuarenta libras (18.14 kg) en tres o cuatro años.
- Niñas: Pueden crecer casi 10 pulgadas (25.5 cm), incluyendo 3 o un poco más de pulgadas (7.6 cm) antes de empezar los ciclos menstruales.
El crecimiento de ambos los niños y las niñas se aminora considerablemente una vez terminada la pubertad. Después de haber aumentado casi toda la altura de su edad adulta en la pubertad, una vez que este periodo de desarrollo termina, la mayoría de los adolescentes no crecen más que una o dos pulgadas (2.54 - 5.08 cm). Puede consultar con su pediatra para saber si su niño a completado el desarrollo de la pubertad.
Cuando debe consultar con el pediatra
El hecho de que un niño o una niña sean más o menos desarrollados que otros niños de la misma edad por lo general no es un razón para alarmarse. Pero, si su niño parece tener una apariencia notablemente diferente a la de los otros niños de su edad, usted debe consultar con su pediatra—y muy posiblemente descartar—algún problema médico. Lo más probable es que sea su médico el que le haga notar estas diferencias.
Échele la culpa a las hormonas
La hormonas son los mensajeros químicos producidos por las glándulas del cuerpo que viajan por el flujo sanguíneo para regular:
- El crecimiento
- Las características sexuales
- La habilidad de tener hijos
- El metabolismo
- La personalidad
- Los cambios de humor/ánimo
Por razones que no es tan claras completamente, en algún momento entre las edades de siete a once en las niñas y de nueve y medio a trece y medio en los niños, la glándula pituitaria en la base del cerebro secreta dos hormonas que le indican a los ovarios de una niña y a los testículos de un niño que empiecen a producir la hormona femenina, estrógeno, y la hormona masculina, testosterona, respectivamente.
Sobre las hormonas sexuales
Las hormonas sexuales le indican al los órganos reproductivos que se desarrollen o maduren en preparación para el día que podrán tener niños. El estrógeno y la testosterona también se encargan del desarrollo de las características sexuales secundarias que determinan las diferencias entre hombres y mujeres, tales como los senos y las caderas curvas, y en los hombres el vello facial y el desarrollo de los músculos. Los ovarios y testículos en crecimiento segregan un creciente volumen de hormonas sexuales, que estimula aún más el proceso de la pubertad.
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