Tradicionalmente, los pediatras recomendaban solo una hora o menos de tiempo frente a la pantalla al día para los niños de 3 a 10 años, y dos horas o menos para los niños de 11 a 18 años. Y llega la pandemia del COVID-19. Ahora, muchos niños de repente pasan 8 horas diarias frente a la pantalla con una combinación de escuela virtual, videoconferencias en línea con amigos y su dosis habitual de tiempo de entretenimiento (redes sociales, videojuegos, televisión, etc.).
Si bien la escuela virtual ha permitido que millones de estudiantes sigan aprendiendo durante la pandemia, también ha creado algunas preocupaciones que normalmente vemos en los adultos. Esto incluye fatiga ocular y dolor de espalda.
La fatiga o el esfuerzo ocular, también conocido como astenopia, puede causar síntomas como dolor, ojos irritados, visión borrosa y dolor de cabeza. Y los malos hábitos posturales, como estar desplomado frente a una pantalla durante horas, pueden crear esfuerzo muscular y tensión/dolor en la espalda y el cuello. Afortunadamente, existen algunas correcciones y ajustes simples que los padres pueden hacer para ayudar a prevenir el esfuerzo y hacer que el uso de la computadora sea más cómodo para sus hijos.
Maneras de ayudar a prevenir la fatiga ocular
La regla 20-20-20. Lo ideal sería darles a sus ojos un descanso del tiempo de pantalla cada 20 minutos mirando algo a 20 pies de distancia (6 metros) durante 20 segundos. Por lo general, los niños miran objetos a diferentes distancias durante diferentes períodos de tiempo durante el transcurso del día. El tiempo de pantalla prolongado hace que las lentes de los ojos se enfoquen en un solo objeto (la pantalla de la computadora) a la misma distancia durante mucho tiempo. La regla 20-20-20 permite que las lentes de los ojos se relajen y alivia la fatiga.
Colocación adecuada de la pantalla. Mirar una pantalla que está demasiado arriba en el campo de visión de un niño, a menudo es el caso de niños que usan computadoras en escritorios de tamaño adulto, hace que los párpados superiores se abran más. Esto hace que los ojos se sequen más rápidamente. Suba la altura del asiento o baje la pantalla de la computadora para que la pantalla esté al nivel de los ojos del niño o ligeramente por debajo de este.
La regla 1-2-10. Asegúrese de que la pantalla esté colocada a la distancia adecuada de los ojos del niño para reducir el esfuerzo. Idealmente, los teléfonos inteligentes deben colocarse a 1 pie (30 centímetros) de los ojos, las computadoras de escritorio y portátiles a 2 pies (60 centímetros) y los televisores a 10 pies (3 metros).
Ajuste la iluminación y el brillo de la pantalla. También puede contribuir a esforzar la vista mirar una pantalla de computadora que es más brillante que el entorno. Disminuya el brillo de la pantalla para que coincida con la iluminación de la habitación. El resplandor en la pantalla también hace que los ojos trabajen más. Para reducir el brillo/resplandor, asegúrese de que las fuentes de luz de la habitación, como una ventana cercana, no brillen directamente sobre la pantalla.
Proteja la espalda de su hijo
Posición para computadora de escritorio o portátil. Una pantalla que no está al nivel de los ojos puede hacer que un niño adopte una mala postura para ver la pantalla. Esto es especialmente cierto con el uso de computadoras portátiles, que a menudo hacen que los niños se inclinen sobre el teclado para ver la pantalla. Si es posible, haga que un niño use una computadora de escritorio. Estas se pueden ajustar más fácilmente al campo de visión del niño. Si una computadora portátil es la única opción, use libros para elevar la pantalla al nivel de los ojos.
Sea consciente de la postura. La columna vertebral de un niño, incluido el cuello, debe estar recta y en una posición neutral. Los padres deben vigilar si la columna se encorva, se tuerce o se arquea, así como si la cabeza y la barbilla se desploman.
Tenga un área de trabajo establecida. No deje que su hijo use la computadora mientras está en el sofá, la cama, los sillones puf (silla cojín) o en el piso. Todas estas ubicaciones promueven una mala postura para ver la pantalla. Intente tener una estación de trabajo para ese destino con una silla ajustable, si es posible. Para los niños más pequeños, es posible que los padres necesiten usar mantas o almohadas en su asiento para aumentar su campo de visión.
Altura y posición de la silla. La altura de la silla debe ajustarse para que los pies del niño puedan descansar planos sobre el piso para ayudar a que la columna vertebral se alinee correctamente. Los padres también pueden usar un taburete para apoyar los pies. Además, para evitar el dolor en el brazo, las muñecas no deben descansar sobre el teclado mientras escribe.
Pulse el botón de reinicio. Es importante tomar descansos frecuentes durante el día después de estar sentado. Entre clases, haga que los niños se levanten y se estiren o salgan a caminar o jugar un rato. Establecer un temporizador (programar descansos) cada hora para recordarles a todos que se tomen unos minutos para estirarse también puede ser útil.
Recuerde
Aunque ciertamente no es lo ideal, más tiempo frente a la pantalla ha permitido que muchos niños continúen con sus estudios regulares y se conecten con amigos y familiares durante la pandemia del COVID-19. Y tenga la seguridad de que la mayor parte de la fatiga ocular y del dolor de espalda que los niños sienten durante este tiempo no será permanente si se toman las medidas correctivas a tiempo. Si sus hijos continúan quejándose de fatiga ocular o de dolor de espalda, hable con su pediatra.
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