He escuchado que las vacunas ya no son necesarias porque estas enfermedades estaban desapareciendo incluso antes de que se desarrollaran las vacunas.
Varias enfermedades ya no ocurren ni se propagan tanto como solían hacerlo, gracias a una mejor nutrición, mejores condiciones de hacinamiento (sobrepoblación), antibióticos y más importante aún, las vacunas. Las vacunas continúan siendo muy importantes. Las bacterias y los virus que son responsables de estas enfermedades todavía están en nuestro medio ambiente. Las vacunas aún son necesarias para proteger a los niños de estas enfermedades.
Por ejemplo, las enfermedades provocadas por la
Haemophilus influenzae tipo b (Hib) fueron un gran problema hace algunos años hasta que se desarrolló la vacuna para bebés. Durante varios años, pasamos de 20.000 casos de enfermedades por Hib a menos de unos pocos centenares. La vacuna es la única explicación para esta disminución. Los niños no vacunados aún están en riesgo de contraer la meningitis Hib y otras enfermedades graves.
Estas enfermedades han sido virtualmente erradicadas en los Estados Unidos, así que no es necesario vacunar a mi hijo.
Las vacunas han reducido la mayoría de estas enfermedades a niveles muy bajos en los Estados Unidos. Sin embargo, algunas de estas enfermedades siguen siendo comunes en otras partes del mundo. Las personas que viajan pueden traer estas enfermedades al país. Sin vacunas, estas infecciones se podrían propagar rápidamente en nuestro país. Las vacunas también ayudan a las personas que no se les puede vacunar o que no responden a las vacunas si otras personas a su alrededor están vacunadas.