La varicela no es una enfermedad mortal, por lo que no es necesario administrar la vacuna.
Esto no es cierto. Antes de que existiera la vacuna, aproximadamente 11,000 personas fueron hospitalizadas por varicela cada año. Aproximadamente 100 personas mueren por la enfermedad. La vacuna contra la varicela protege a la mayoría de los niños para que no se contagien. Desde que la vacuna fue autorizada en 1995, millones de dosis se han administrado a niños en los Estados Unidos. Muchos estudios muestran que la vacuna es segura y eficaz. Se han hecho investigaciones para ver cuánto dura la protección de la vacuna y recientemente se agregó un refuerzo a los 4 a 6 años de edad a la programación recomendada.
A mí me dio varicela y no tuve complicaciones. ¿Por qué debo vacunar a mis hijos?
La varicela es una enfermedad común de la niñez. Generalmente es benigna, pero a veces puede ser grave. Las complicaciones pueden incluir:
- neumonía
- encefalitis (enfermedad del cerebro)
- infección por "bacteria carnívora"
- muerte
Si a una persona vacunada le da varicela, la enfermedad será mucho más leve que en una persona no vacunada. La vacuna contra la varicela protege a los niños ahora y como adultos, cuando es más posible que mueran a causa de la varicela y sus complicaciones. Reduce los días que un niño podría tener que ausentarse de la escuela o que un padre tendría que faltar al trabajo. Actualmente solo hay unos pocos casos de muertes, pero sin la vacuna, ese número crecerá.
¿Llevar a mi hijo a una fiesta de varicela le dará mejor inmunidad que la vacuna?
Exponer a los niños a la enfermedad no es ninguna garantía de que se contagien, ni que tendrán un caso suave. Nadie puede predecir qué niño tendrá una reacción a la enfermedad que ponga en riesgo su vida. Aunque la “inmunidad natural” sí tiende a ser mejor que la “inmunidad inducida por la vacuna”, el alto precio de la inmunidad natural no es un riesgo que valga la pena tomar cuando existe una vacuna segura.