En un informe clínico actualizado, la American Academy of Pediatrics subraya el rol del acoso, el uso del internet y otros factores que influyen el suicido de los adolescentes.
Debido a que el suicidio es ahora la segunda causa de muerte entre los adolescentes, la American Academy of Pediatrics (AAP) ha publicado directrices actualizadas aconsejando a los pediatras cómo identificar y ayudar a los adolescentes en riesgo.
En el informe clínico: "Suicidio e intentos de suicidio en los adolescentes" del número de julio de 2016 de Pediatrics (publicado en línea el 27 de junio), la AAP urge a los pediatras a hacer evaluaciones para detectar pensamientos suicidas y para identificar factores de riesgo ligados a los intentos de suicidio, tales como el acoso y uso patológico del internet.
Es informe reemplaza la versión anterior que fue publicada en el 2007. En ese momento, el suicidio era la tercera causa de muerte en los adolescentes de 15 a 19 años edad; ahora es la segunda, superando al homicidio. Sólo las lesiones involuntarias, tales como choques en vehículos motorizados y los envenenamientos accidentales cobran más vidas de adolescentes.
De acuerdo con la AAP, los siguientes son algunos de los factores de riesgo de los intentos de suicidio:
"El acoso escolar siempre ha sido un factor de importancia para los adolescentes, pero ahora existe más reconocimiento de la conexión entre el acoso escolar y el suicido", dijo el autor principal del informe de la AAP, Dr. Benjamin Shain, MD, PhD.
"El internet también es una influencia clave. El acoso cibernético, por ejemplo, es un problema tan grave como el acoso cara a cara", dijo el Dr. Shain, un psiquiatra infantil del Sistema de Salud de la Universidad NorthShore.
El uso del internet que excede a 5 horas al día está ligado con niveles más altos de depresión y pensamientos de suicidio entre los adolescentes, aunque el internet también puede ser un recurso importante para ayudarlos. Los adolescentes tienen un riesgo más alto de intento de suicidio si tienen una relación complicada con sus padres, si viven fuera del hogar, si tienen dificultades en la escuela o si no asisten a la escuela. Los factores mencionados que protegen incluyen: participación en la religión y conexión entre los jóvenes y los padres, la escuela y los pares (hermanos y compañeros).
Los índices de suicidio varían según la raza y el género, de acuerdo con el informe clínico. Las niñas intentan el suicidio más, pero los varones mueren a causa del suicido con índices tres veces más altos que las niñas porque tienden a usar métodos más mortales, tales como las armas de fuego. Tener armas de fuego es un peligro concreto, de acuerdo con la AAP, existen estudios que revelan que el riesgo de suicidio es de 4 a 10 veces más alto en hogares donde existen un arma de fuego que en los que no la tienen. La AAP recomienda que toda arma de fuego se mantenga bajo llave y con las municiones almacenadas (guardadas) por separado.
Pero aunque sean almacenadas, las armas de fuego en los hogares están ligadas a un riesgo mayor de suicidio en los adolescentes. La AAP recomienda que los padres de adolescentes con riesgo de suicidio se deshagan de las armas de fuego y de las municiones en sus hogares.
La AAP recomienda que los pediatras pregunten de manera rutinaria a los pacientes adolescentes si piensan en hacerse daño a sí mismos y que hagan evaluaciones para detectar otros factores asociados con el riesgo mayor del suicidio. Los pediatras deben referir a los pacientes para que reciban una evaluación de salud mental apropiada y tratamiento cuando lo necesitan. Los medicamentos antidepresivos son una opción valiosa para su tratamiento, de acuerdo con la AAP. Desde que se añadieron mensajes de advertencia a los antidepresivos en el 2004, nuevos estudios de investigación han indicado que los beneficios que se reciben de estos medicamentos sobrepasan los riesgos para muchos padres.
