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Los pediatras de la nación advierten de los riesgos para los jóvenes de la relajación de las leyes del consumo de marihuana

Un nuevo informe de la American Academy of Pediatrics hace un llamado a los médicos para proteger el cerebro y los cuerpos en desarrollo de los pacientes de los daños para la salud de la marihuana debido al aumento de su legalización.

Ahora que la marihuana es legal para el consumo recreativo y médico en la mayoría de los estados —y como resultado su acceso y la postura ante su consumo se están relajando—, un nuevo informe clínico de la American Academy of Pediatrics en el número de marzo del 2017 de Pediatrics brinda las herramientas necesarias a los médicos para que puedan aconsejar a los pacientes y a los padres sobre los daños que puede causar la droga, en particular a los adolescentes.

El informe: "El asesoramiento de padres y adolescentes sobre el uso de la marihuana en la era de su legalización" (publicado en línea el 27 de febrero) subraya los peligros de un clima en donde el aumento del consumo de drogas se considera aceptable, seguro y terapéutico. 

En la actualidad, 29 estados y el Distrito de Columbia permiten el consumo médico o recreativo de la marihuana. Aunque las leyes están dirigidas a los adultos mayores de 21 años, el aumento del acceso de la marihuana en la comunidad puede representar un peligro a corto y largo plazo para los jóvenes, de acuerdo con la AAP.

"La marihuana no es una droga benigna, especialmente para los adolescentes. Sus cerebros todavía se están desarrollando y la marihuana puede causar anomalías y cambios poco saludables", dijo Seth D. Ammerman, MD, FAAP, coautor del informe clínico de la AAP y ex miembro del Comité de Prevención del Uso de Sustancias de la AAP.

Los adolescentes que consumen marihuana con regularidad pueden desarrollar trastornos serios de salud mental, tales como la adicción, depresión y psicosis. La marihuana causa detrimento del la percepción sensorial, control motor, coordinación, criterio y tiempo de reacción, los cuales pueden ocasionar accidentes en los adolescentes que conducen. La marihuana puede deteriorar la función del pulmón. También causa disminución de la memoria a corto plazo y concentración, capacidad de atención y la habilidad para solucionar problemas, lo cual puede interferir con el aprendizaje.

En las recientes décadas, la concentración de tetrahidrocanabinol (THC), la sustancia psicoactiva en las plantas de marihuana, ha aumentado considerablemente.  La investigación revela que aumentó de más o menos un 4 % en 1995 a un 12 por ciento en el 2014, y las cepas actuales contienen concentraciones de hasta un 20 % —lo que aumenta el riesgo de sobredosis y adicción.

En total, 9 % de las personas que experimentan con la marihuana se vuelven adictas. Ese porcentaje aumenta a un 17 % entre las personas que empezaron a consumir marihuana en la adolescencia, y a un 50 por ciento entre los adolescentes que fuman marihuana a diario.

A pesar de esto, la encuesta nacional del Departamento de Sanidad y Seguridad Social sobre el la salud y el consumo de drogas descubrió que el porcentaje de los jóvenes de 12-17 años que perciben que fumar marihuana una o dos veces a la semana conlleva un "gran riesgo" declinó del 55 por ciento en el 2007 a 41 por ciento en el 2015.  La misma encuesta vinculó la disminución del riesgo percibido con el aumento de su consumo.

Estudios de investigación han descubierto que el THC puede ser beneficioso para los adultos para reducir los efectos secundarios de la quimioterapia o el dolor a causa de ciertas enfermedades crónicas. Sin embargo, la AAP les pide a los pediatras ayudar a contrarrestar la percepción (creencia) de que por esto el consumo de la marihuana no es dañino —especialmente para los adolescentes. La AAP recomienda a los pediatras que brinden asesoramiento durante las visitas a sus consultorios y aconsejen a los padres no consumir la marihuana en presencia de sus niños.

"Los padres que consumen marihuana pueden no darse cuenta de los efectos que ésta puede causar en sus niños", dijo Sheryl A. Ryan, MD, FAAP, autora principal del informe clínico y presidenta del Comité de Prevención del Uso de Sustancias de la AAP. "Ver a los padres consumir marihuana hace que los niños sean más propensos a usarla, aunque los padres les digan que NO lo hagan, debido a que las acciones son más elocuentes que las palabras", dijo ella.

Los padres que consumen marihuana en la casa exponen a sus niños al humo de segunda mano, dijo Ryan, o al envenenamiento accidental por marihuana debido a la creciente disponibilidad de productos comestibles de la marihuana, tales como dulces impregnados/mezclados con marihuana, alimentos horneados y bebidas que contienen altas cantidades de THC, que con frecuencia no se pueden diferencias de alimentos y golosinas corrientes.

Además, estar bajo el efecto de la marihuana interfiere con la habilidad de los padres de proveer un entorno seguro, especialmente a los niños pequeños, dijo el Dr. Ryan.

La AAP recomienda a los pediatras a hagan pruebas para detectar el abuso de sustancias en los adolescentes y preadolescentes, que ofrezcan referidos para la intervención y tratamiento y para terapias de reforzamiento y estimulación positiva para abstenerse y resistir la presión social (entre pares). 

Publicado
2/27/2017 12:30 AM
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