Las bebidas deportivas y las bebidas energéticas o energizantes son promocionadas con intensidad a los niños y adolescentes, pero en la mayoría de los casos, los niños no las necesitan, y algunos de estos productos contienen sustancias que pueden hacerle daño a los niños.
En un informe clínico la American Academy of Pediatrics (AAP) resume cómo se puede hacer mal uso de estos productos, habla sobre sus ingredientes y brinda orientación sobre cómo disminuir o eliminar su consumo por parte de los niños y adolescentes. El informe, "Las bebidas energéticas y deportivas para niños y adolescentes: ¿son adecuadas?" (en inglés) se publicó en el número de junio del 2011 en Pediatrics.
"Existe mucha confusión sobre las bebidas deportivas y las bebidas energéticas, y los adolescentes con frecuencia no saben cuáles son las diferencias entre estos productos", dijo Marcie Beth Schneider, MD, FAAP, miembro del Comité de Nutrición de la AAP y coautora del informe. "Algunos niños están consumiendo bebidas energéticas que contienen grandes cantidades de cafeína cuando lo que quieren es simplemente rehidratarse después del ejercicio. Esto significa que están ingiriendo grandes cantidades de cafeína y estimulantes que pueden ser peligrosos para ellos".
Las bebidas deportivas y las bebidas energéticas son dos productos diferentes, dijo Holly J. Benjamin, MD, FAAP, miembro del comité ejecutivo del Consejo para la Medicina del Deporte y el Estado Físico de la AAP y coautora del informe. El fin de las bebidas deportivas, que contienen carbohidratos, minerales, electrolitos y sabores, es reemplazar el agua y los electrolitos que se eliminan a través del sudor durante el ejercicio. Las bebidas deportivas pueden ayudar a los atletas jóvenes que participan en actividades físicas vigorosas por un tiempo prolongado, pero en la mayoría de los casos no son necesarias en el campo deportivo o en el comedor de la escuela.
"Para la mayoría de los niños que participan en actividades físicas de rutina, el agua pura es lo mejor", dijo la Dra. Benjamin. "Las bebidas deportivas contienen calorías extras que los niños no necesitan y que podrían contribuir a la obesidad y a las caries dentales. Es mejor que los niños consuman agua durante y después del ejercicio y que consuman la cantidad recomendada de jugo y leche baja en calorías con las comidas. Las bebidas deportivas no se recomiendan como bebidas para tomar con las comidas".
Las bebidas energéticas contienen sustancias que no tienen las bebidas deportivas y que actúan como estimulantes, tales como la cafeína, guaraná y taurina. La cafeína, que es el estimulante más popular, ha sido ligada con varios efectos nocivos para la salud en los niños, tales como efectos en el desarrollo de los sistemas neurológicos y cardiovasculares. Las bebidas energéticas no son adecuadas para los niños ni para los adolescentes, dijo la Dra. Schenieder y la Dra. Benjamin. Por lo general, las bebidas que contienen cafeína, como el caso de la soda/refrescos, deben evitarse.
El informe también incluye una tabla con un listado de los productos e ingredientes que están disponibles en la actualidad.
"En muchos casos, es difícil determinar cuánta cafeína tiene un producto cuando se lee la etiqueta", dijo la Dra. Schneider. "Algunas latas (envases) o botellas de bebidas energéticas tienen más de 500 mg de cafeína, lo que equivale a 14 latas de soda o refrescos".
Estas son algunas de las recomendaciones de la AAP:
Los pediatras deben hablar de las diferencias entre las bebidas deportivas y las bebidas energéticas con los pacientes y sus padres, y comunicar los posibles riesgos para la salud.
Las bebidas energéticas conllevan un posible riesgo para la salud debido que contienen estimulantes y nunca deben ser consumidas por los niños ni por los adolescentes.
El consumo rutinario de bebidas deportivas que contienen carbohidratos por parte de los niños y los adolescentes debe evitarse o restringirse debido a que puede aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad, así como el de las caries dentales.
Las bebidas deportivas tienen una función limitada para los atletas o deportistas pediátricos, y deben ser consumidas cuando es necesario reemplazar con rapidez los carbohidratos y los electrolitos combinados con agua durante una actividad física vigorosa y prolongada.
El agua, no las bebidas deportivas, debe ser la fuente principal de hidratación para los niños y los adolescentes.
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