La American Academy of Pediatrics (AAP) publicó la primera guía de práctica clínica para pediatras sobre la prescripción de opioides. En la guía se define claramente cómo y cuándo recetar estos medicamentos para aliviar el dolor y reducir el riesgo de adicción a largo plazo.
"Opioid Prescribing for Acute Pain Management in Children and Adolescents in Outpatient Settings" (Prescripción de opioides para el tratamiento del dolor agudo en niños y adolescentes en ámbitos ambulatorios) marca un cambio en la práctica clínica al recomendar también una prescripción habitual de
naloxona (un medicamento que se usa para revertir las sobredosis) junto a los opioides recetados.
Tratar el dolor y minimizar al mismo tiempo el riesgo de trastorno por consumo de opioides y sobredosis
"Hubo un gran cambio en la práctica de la medicina en las últimas dos décadas: al principio con la prescripción excesiva de opioides, luego con un gran recorte en la prescripción de estos medicamentos, lo que probablemente tuvo como resultado que algunos niños no recibieran un tratamiento adecuado para el dolor", afirmó
Scott Hadland, MD MPH MS, FAAP, autor principal de la guía.
"Queremos que los pediatras receten opioides cuando sea necesario, ya que el dolor no tratado puede causar angustia y daño psicológico. Al mismo tiempo, los médicos deben tomar medidas que reduzcan el riesgo de adicción a largo plazo".
En 2018, el 8,9% de los adolescentes de 15 a 19 años tenían al menos una receta nueva de medicamentos opioides desde hacía un año. La mayoría de quienes reciben una receta de opioides no desarrollan un trastorno por consumo de estos medicamentos ("adicción") ni sufren una sobredosis. Las tasas de prevalencia anuales de desarrollar un trastorno por consumo de opioides o sufrir una sobredosis después de una receta oscilan entre el 0,3% y el 5,8%.
Desde el año 2000, las tasas de trastorno por consumo de opioides aumentaron drásticamente entre niños y adolescentes. Mientras tanto, las tasas de prescripción de opioides disminuyeron desde la década de 2010. Sin embargo, según la AAP, es probable que este descenso represente una disminución no solo del uso inadecuado, sino también del uso potencialmente adecuado, lo que hace que algunos niños no reciban el tratamiento adecuado para el dolor.
La guía de práctica clínica de la AAP recomienda lo siguiente:
Los pediatras pueden y deben recetar opioides. Sin embargo, deben hacerlo junto con otros enfoques no farmacológicos, como la fisioterapia, para reducir el dolor y mejorar la función. También se deben prescribir junto con otros medicamentos no opioides, como el acetaminofeno y el ibuprofeno.
Cada receta de opioides debe incluir también una receta de naloxona, un medicamento para revertir la sobredosis. Esto es fundamental para tratar la sobredosis en cualquier persona de la casa que ingiera demasiados medicamentos opioides, no solo para el niño al que se le haya recetado los medicamentos, sino también para otros miembros de la familia, incluidos los niños más pequeños de la casa.
Los pacientes y cuidadores deben recibir material educativo sobre terapias de control del dolor, opioides y
almacenamiento y eliminación seguros de los medicamentos. También deben recibir capacitación sobre cómo reconocer los signos de una sobredosis de opioides y cómo intervenir.
Todos los niños y adolescentes deben tener un acceso equitativo a un tratamiento eficaz del dolor. Las personas de color, hispanas, indígenas americanas y nativas de Alaska tienen menos probabilidades que los pacientes blancos de recibir un tratamiento oportuno y eficaz para el dolor (incluso con opioides).
La AAP describe varias restricciones en torno a la prescripción de codeína y tramadol, que solo están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en adultos. No deben prescribirse a niños menores de 12 años, pacientes de 12 a 18 años con determinadas enfermedades crónicas, pacientes menores de 18 años después de una amigdalectomía o adenoidectomía, o a madres que están amamantando.
La guía clínica contiene 12 declaraciones de acción clave basadas en pruebas procedentes de ensayos controlados aleatorizados, estudios observacionales de alta calidad y cuando se carecía de estudios o no era factible o ético realizarlos, en la opinión de los expertos. Cada declaración de acción clave incluye un nivel de evidencia, la relación entre el beneficio y el daño y la solidez de la recomendación.
La AAP exhorta a que se realicen más investigaciones sobre la dosificación y la duración ideales del tratamiento con opioides en poblaciones pediátricas.
Opciones de medicamentos analgésicos no opioides
"En el caso de un paciente con dolor leve o moderado, los médicos siempre deben iniciar el tratamiento con medicamentos y tratamiento no opioides", indicó
Rita Agarwal, MD, FAAP, FASA, autora de la guía.
"Los opioides siguen siendo una herramienta importante para el alivio del dolor agudo. Sin embargo, hay ocasiones en las que el acetaminofeno y el ibuprofeno podrían ser igual de eficaces con menos efectos secundarios, como, por ejemplo, en procedimientos tales como la amigdalectomía, la extracción de muelas de juicio y las fracturas. Recomendamos a las familias que hablen con su pediatra sobre las opciones para controlar mejor el dolor del niño".
La guía y el informe técnico adjunto se publicarán en la edición de octubre de 2024 de
Pediatrics. Las guías de prácticas clínicas que creó la AAP están escritas por expertos médicos, reflejan la evidencia más reciente en el campo y pasan por varias rondas de revisión de pares antes de que la Junta Directiva de la AAP las apruebe.
Más información