La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que se evalúe a todos los niños para detectar afecciones que puedan provocar un paro cardíaco o la muerte. La advertencia se aplica tanto a los atletas jóvenes como a los niños y adolescentes menos activos.
En una declaración de política, la AAP advierte tener en cuenta una evaluación de detección que consta de cuatro preguntas. Además, ofrece una guía nueva para ayudar a los pediatras a identificar a los niños con riesgo de tener problemas relacionados con el corazón como una actualización de las recomendaciones de 2012. La declaración, Muerte súbita en los jóvenes: información para el proveedor de atención primaria (en inglés), se centra en la prevención del paro cardíaco repentino y la muerte súbita de origen cardíaco y se publicará en el ejemplar de julio de 2021 de la revista Pediatrics.
No solo a los atletas
"En el pasado, tendíamos a centrarnos en los atletas cuando los padres llevaban a sus hijos pequeños y adolescentes a que les realizaran un examen físico deportivo o de preparticipación deportiva", dijo Christopher C. Erickson, MD, FAAP, autor principal de la declaración. "Hoy en día sabemos que todos los niños y adolescentes se benefician de realizarse una evaluación de detección simple para ayudar a identificar cualquier problema potencial que requiera un seguimiento con un especialista cardíaco".
La declaración de política fue desarrollada por la Sección de la APP sobre Cardiología y Cirugía Cardíaca y el Grupo de Trabajo de la Sociedad de Electrofisiología Pediátrica y Congénita (Pediatric and Congenital Electrophysiology Society, PACES) para la Prevención de la Muerte Súbita en los Jóvenes.
Aproximadamente 2,000 personas menores de 25 años mueren cada año de muerte súbita de origen cardíaco en los Estados Unidos, excluidas las muertes súbitas de lactantes. Si bien los estudios de autopsias muestran que la mayoría de los pacientes tenían anomalías cardíacas estructurales, las causas del 6% al 40% de las muertes siguen sin tener explicación.
La declaración actualizada contiene una revisión exhaustiva de las afecciones que requerirían una mayor atención y una evaluación cardiológica. Revisa cuatro preguntas de evaluación recomendadas, no solo para los atletas, sino para todos los niños.
"Idealmente, esta evaluación de detección se incorpora en el examen regular de un niño al menos cada dos a tres años", dijo Jack C. Salerno, MD, autor de la declaración. Idealmente, estas evaluaciones de detección deberían comenzar cuando ingresan a la escuela media o secundaria.
"El pediatra está en una posición ideal para controlar el desarrollo de un niño hasta la adolescencia y conoce los antecedentes familiares que pueden representar una señal de alerta para posibles problemas relacionados con el corazón", dijo el Dr. Salerno.
Recomendaciones de la AAP
Los pediatras y otros proveedores de atención primaria deben evaluar si la historia clínica, los antecedentes familiares y el examen físico del paciente sugieren que tiene un riesgo de sufrir un paro cardíaco repentino o una muerte súbita de origen cardíaco.
Si existe alguna inquietud, un electrocardiograma debe ser la primera prueba realizada y debe ser interpretada por un médico capacitado para reconocer enfermedades cardíacas eléctricas. El médico debe tener en cuenta la historia clínica del paciente y considerar la derivación a un especialista.
Los pediatras deben abogar por planes de acción de emergencia y la capacitación en RCP dentro de la comunidad. El uso de desfibriladores externos automáticos también es eficaz en casos de paro cardíaco repentino.
La evaluación en sí consta de cuatro preguntas que indagan si un niño o adolescente se ha desmayado alguna vez o ha tenido una convulsión inexplicable o experimentado dolor en el pecho o falta de aire, así como si los miembros de la familia tienen antecedentes de afecciones cardíacas o muerte antes de los 50 años.
"Ninguna estrategia de evaluación por sí sola detectará todos los problemas cardíacos posibles, por lo que es importante que generemos conciencia y brindemos educación no solo en los consultorios pediátricos sino también en la comunidad", dijo el Dr. Erickson. "Alentamos a los padres y pediatras a estar alerta ante cualquier signo o antecedente familiar".
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