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La violencia virtual afecta a los niños en múltiples niveles

La política y comentario publicados en Pediatrics detalla los efectos de la violencia digital en los niños, incluyendo el comportamiento agresivo y la victimización

Violencia virtual, la violencia experimentada en los medios digitales o tecnología realistas, es un componente ineludible en la vida de los niños, y la investigación demuestra que sin guía ni controles tiene el poder de volver a los niños más agresivos, violentos y temerosos.

La American Academy of Pediatrics (AAP) publicará la declaración de política: "Violencia virtual" en el número de agosto de 2016 de Pediatrics (publicada en línea el 18 de junio) que examina la evidencia de cómo la violencia virtual afecta a los niños y ofrece pautas a los padres, productores digitales y pediatras. Un comentario relacionado publicado en el mismo número amplia la información sobre los efectos de la violencia de los medios sociales, teléfonos inteligentes y aplicaciones como Instagram y YouTube en los adolescentes.

"La American Academy of Pediatrics sigue preocupada sobre el efecto que la violencia virtual tiene en los niños, y sabemos que los padres también están preocupados ya que es una pregunta que le hacen a los pediatras con frecuencia durante las visitas de salud", dijo Dimitri Christakis, MD, FAAP, autor principal de la declaración de política. "Los pediatras pueden informarles a los padres que existen formas de mitigar el impacto de la violencia digital, mirando juntos las películas  y participando en los juegos con los niños, creando un plan de consumo digital para la familia y protegiendo a los niño menores de 6 años de la violencia de los medios de comunicación".

La violencia en los medios digitales es muy común. En el años 2000, todos las películas clasificados G (audiencia general) contenían violencia, así como el 60 por ciento de los programas de televisión en horas de máxima audiencia, de acuerdo con un estudio publicado por JAMA. Una evaluación exhaustiva de la violencia en pantallas en 1998 estimó que un estudiante de escuela media típico podría haber visto 8.000 homicidios y otros 100.000 actos de violencia, tales como violación y asalto. Hoy en día, los niños están expuestos a la violencia en pantalla inclusive en muchos más dispositivos y plataformas.

"Con el surgimiento de los teléfonos inteligentes y las aplicaciones tales como Snapchat e Instagram, los niños pueden capturar, ver y compartir actos violentos de formas que son nuevas para los de la generación milenaria o centenaria", dijo Rhea Boyd, MD, FAAP, miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de Comunicaciones y Medios de la AAP y autora principal de el comentario en Pediatrics:  "La evolución de la violencia virtual: Cómo las pantallas móviles ofrecen una ventana a la violencia real".

"Casi tres de cada cuatro adolescentes tienen acceso a un teléfono inteligente, y la exposición a la violencia del mundo real por medio de estos dispositivos, con frecuencia sin el conocimiento de los padres o control, puede crear sentimientos de angustia, victimización e incluso miedo", dijo la Dra. Boyd.

En el comentario publicado en Pediatrics, la Dra. Boyd y su coautora, Wendy Sue Swanson, MD, MBE, argumentan que las cámaras portátiles de los teléfonos inteligentes pueden exponer a los jóvenes a la violencia del mundo real, lo que fundamentalmente es diferente de la violencia simulada que muestran en los medios tradicionales tales como la televisión, las películas o los videojuegos. El acceso a la violencia del mundo real puede ocasionar complejas emociones y comportamientos en los jóvenes que pueden variar basados en la familia, comunidad o grupo cultural con el que la juventud se identifican y cómo procesan los actos de violencia. Por ejemplo, un adolescente que vea un video de violencia por parte de la policía puede quedar afectado por las imágenes, pero también lo pueden incitar a ser parte de la acción social.

Mientras que cientos de estudios han revelado que la violencia de los medios puede aumentar la agresividad en los niños, la investigación también demuestra que exponer a los niños a contenido pro social puede disminuir la agresividad y mejorar el comportamiento en general.

La AAP recomienda:

  • Los pediatras deben considerar una "dieta mediática" como parte del las visitas de salud, teniendo en cuenta no sólo la cantidad sino también la calidad del contenido digital.

  • Los padres deben estar pendientes del consumo mediático de sus niño y deben mirar los medios de comunicación juntos y jugar los videojuegos con sus niños.

  • Proteja a los niños menores de 6 años de la violencia virtual debido a que ellos no siempre pueden distinguir la fantasía de la realidad.

  • Los responsables y hacedores de políticas deben considerar legislación y prohibir el acceso fácil de contenido violento a los menores de edad y deben crear un sistema de clasificación "centrado en los padres" que sea sólido y útil.

  • Los pediatras deben abogar por apoyo y ayudar a crear contenido digital positivo para los niños y colaborar con la industria del entretenimiento para la creación de programas y juegos que no contengan violencia como tema central.

  • La industria del entretenimiento debe crear contenido que no idealice las armas de fuego o la violencia, que no use la violencia como el punto crítico y eliminar la representación innecesarias de violencia y el lenguaje de odio, misógamo u homofóbico a no ser que se represente también el impacto que producen estas palabras y acciones.

  • En los videojuegos, los humanos o blancos con vida nunca se les debe disparar por puntos.

  • Las noticias de los medios de comunicación deben reconocer la conexión comprobada por la ciencia entre la violencia virtual y la agresividad en el mundo real y dejar de representar esta asociación como algo controversial (un debate no comprobado).

Esta política actualiza una declaración publicada anteriormente en el 2009.

Publicado
7/18/2016 1:00 AM
The information contained on this Web site should not be used as a substitute for the medical care and advice of your pediatrician. There may be variations in treatment that your pediatrician may recommend based on individual facts and circumstances.
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