Se les recomienda a los pacientes que deben someterse a una sedación profunda que un observador independiente y capacitado esté presente.
La American Academy of Pediatrics (AAP) ha actualizado sus directrices sobre la sedación dental para procedimientos en niños en un informe clínico escrito con la colaboración de la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica.
El informe clínico titulado, "Directrices para la supervisión y el control de los pacientes pediátricos antes, durante y después de sedación para procedimientos de diagnóstico y terapéuticos" (en inglés), será publicado en el número de junio de 2019 de Pediatrics.
Las pautas recomiendan que por lo menos dos personas con capacitación específica y credenciales deben estar presentes con el paciente pediátrico mientras está siendo sometido a sedación o anestesia general para un tratamiento odontológico en un consultorio dental u hospital. El informe también clarifica que la sedación debe ser administrada por un proveedor de anestesia capacitado. Las pautas del 2019 definen el rol del proveedor de anestesia capacitado, que pueden incluir a un anestesiólogo médico, una enfermera o enfermero certificado para aplicar anestesia, un anestesiólogo dental o un cirujano oral adicional.
"La sedación para procedimientos dentales en niños y adolescentes generalmente es segura", dijo Charles J. Coté, autor principal del informe clínico, que es pediatra y anestesiólogo pediátrico. "Sin embargo, estamos conscientes de resultados adversos cuando un solo proveedor dental realiza de forma simultánea el procedimiento y administra la sedación profunda o anestesia general para procedimientos dentales. "Estas pautas garantizan la seguridad de los pacientes que tienen que someterse a estos procedimientos".
Bajo las directrices del 2019, una de las personas capacitadas requeridas para la sedación debe ser un observador independiente que no está participando o asistiendo en el procedimiento dental. La única responsabilidad del observador es observar (supervisar) los signos vitales del paciente y estar capacitado para intervenir en caso de una emergencia médica. Ambos, el observador independiente y el dentista a cargo deben estar certificados en Soporte Vital Pediátrico Avanzado.
Las directrices previas requerían la presencia de por lo menos una persona capacitada con certificación de Soporte Vital Pediátrico Avanzado.
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