El informe ofrece una guía sobre el reflujo gastroesofágico (RGE), que se define como el paso de contenido gástrico al esófago —un fenómeno muy común entre los bebés prematuros. Aunque es un diagnostico en la unidad de cuidados intensivos neonatales, el tratamiento varía mucho dependiendo del lugar. Los bebés diagnosticados con RGE, también conocido como reflujo, con frecuencia tienen estadías más largas en los hospitales, así como mayores costos, y, sin embargo, los tratamientos del RGE tienen un valor cuestionable, de acuerdo con la investigación.
Los síntomas clínicos que con frecuencia se le atribuyen al RGE pueden incluir intolerancia o aversión a los alimentos, poco aumento de peso, regurgitación frecuente y rasgos del comportamiento, tales como irritabilidad y arqueamiento después de alimentarse. Entre las medidas conservadoras para tratar el reflujo se encuentran, poner su cuerpo en posición lateral, elevar la cabeza y cambios del régimen de alimentación; sin embargo, ninguna ha demostrado reducir los síntomas clínicos del RGE en los bebés prematuros. No hay suficiente evidencia que demuestre que los medicamentos brinden alivio al RGE, es más, nueva evidencia demuestra que las opciones de tratamiento farmacológico pueden ser perjudiciales.
La AAP recomienda que los medicamentos para el RGE se usen de forma esporádica, si van a usarse, en los bebés prematuros. La Academia describe el RGE en los bebés prematuros como un fenómeno normal del desarrollo que generalmente se resuelve con la maduración.
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