El test de Apgar fue creado originalmente en 1952 como una forma de determinar el estado clínico de un recién nacido con un minuto de edad, y se han hecho varias actualizaciones desde entonces.
En el número de octubre de 2015 de Pediatrics, la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians (Colegio Americano de Obstétras) publicarán juntos una actualización de la declaración de política, “El test de Apgar” (publicada en línea el 28 de septiembre).
La declaración de política resume la investigación y las recomendaciones para el uso continuo y ampliado del test de Apgar para los bebés.
El test de Apgar abarca cinco áreas:
- Color
- Ritmo cardíaco
- Reflejo
- Tono muscular
- Respiración
A cada una de estas áreas se le da un puntaje de 0, 1 ó 2 para cuantificar anomalías clínicas, respuesta con reflejo reprimido y apnea o respiración entrecortada o jadeos.
Según la AAP y el ACOG, el test de Apgar es importante porque permite documentar los esfuerzos de reanimación al mismo tiempo que se asigna el puntaje. Los médicos necesitan reconocer que el test de Apgar no deber ser utilizado para hacer predicciones sobre el resultado neurológico de un bebé, pero que un puntaje bajo aumenta el riesgo estadístico de un resultado anormal. Existen muchos factores por lo cuales no se puede utilizar sólo el test de Apgar para diagnosticar la asfixia y muchas otras razones fuera de la asfixia pueden ser la causa de un puntaje Apgar bajo. Por ejemplo, un bebé prematuro sano sin síntomas de asfixia puede recibir una puntaje bajo sólo por falta de madurez. Por lo tanto, no es apropiado utilizar solamente el test de Apgar para diagnosticar la asfixia.
Se exhorta a los médicos a que sean constantes al asignar el puntaje Apgar durante una reanimación. El formulario expandido del test de Apgar puede ser útil para determinar si es indicado continuar con los esfuerzos de reanimación y se debe continuar usando para cualquier recién nacido que reciba reanimación.