La educación
sexual es eficaz para ayudar a prevenir y reducir los riesgos de los embarazos de los adolescentes, el VIH y la enfermedades transmitidas sexualmente entre
los niños y adolescentes, y debe ser parte de las discusiones continuas que los
pediatras tienen con los pacientes y los padres, de acuerdo a un informe
clínico de la American Academy of Pediatrics.
El informe
clínico: "Educación sexual para niños y adolescentes", marca la primera
actualización por parte de la AAP sobre el tema desde el 2001, y será publicada
en el número de agosto de 2016 de Pediatrics (publicada en línea el 18
de julio).
Los niños y
adolescentes deben recibir información de acuerdo a su nivel de desarrollo y
basada en evidencia sobre la sexualidad humana y la salud reproductiva conforme
avanza el tiempo por parte de los padres, cuidadores y una variedad de fuentes
profesionales, tales como los consultorios de los pediatras y las escuelas, de
acuerdo con la autora principal Cora Collette Breuner, MD, MPH y presidenta del
Comité de Adolescencia de la AAP.
"La
investigación ha demostrado concluyentemente que los programas que promueven la
abstinencia hasta que ocurra el matrimonio heterosexual son ineficaces",
dijo la Dra. Breuner. "La educación sexual" trata más que sobre
cuándo tener relaciones sexuales. Las conversaciones con los niños cubren el
desarrollo saludable de la sexualidad, relaciones interpersonales y consensuales,
intimidad e imagen corporal".
El informe
revela que los programas escolares que ofrecen educación sexual pueden variar
mucho y que los padres se pueden beneficiar del apoyo para mejorar la
comunicación con sus adolescentes sobre el sexo.
Una evaluación
de 12 estudios demostró que los padres que reciben capacitación sobre cómo
hablar con sus adolescentes sobre el sexo tienen mejor comunicación con sus
adolescentes sobre el tema comparados con aquellos que no la recibieron. Este
tipo de conversaciones entre padres y adolescentes están correlacionadas con el
retraso del debut (iniciación) sexual y el aumento del uso de métodos anticonceptivos y condones.
Los pediatras
están bien posicionados para complementar la educación sexual que se ofrece en
los hogares y en las escuelas. El informe sugiere que los pediatras pueden
tratar temas sobre el desarrollo físico, cognoscitivo y psicosexual con los
padres y los jóvenes y continuar las discusiones de manera contante durante las
visitas de control de salud.
"La
relación longitudinal y las visitas anuales de salud brindan varias
oportunidades para la discusión", de acuerdo con el informe, que también
habla sobre las necesidades de los adolescentes con discapacidades o
enfermedades crónicas de salud y otras necesidades especiales.
Sin embargo,
muchos pediatras no abordan la sexualidad durante las visitas de sus pacientes,
de acuerdo con el informe.
"Uno de
cada tres pacientes adolescentes no recibe información sobre la sexualidad de
sus pediatras, y si lo hacen, la conversación dura menos de 40 segundos",
dijo la Dra. Breuner, que citó y revisó las visitas de control de la salud.
La actividad
sexual de los adolescentes y los embarazados y partos de adolescentes han
disminuido desde el 1991, excepto del 2005 al 2007, cuando se presentó un
aumento del 5 por ciento en el índice de natalidad. El informe atribuye el
declive general del índice de natalidad entre los adolescentes al uso de los
anticonceptivos.
"Sin
embargo, los Estados Unidos continúa liderando a los países industrializados
con los índices más altos de natalidad entre adolescentes", de acuerdo con
el informe. Cerca de un 88 por ciento de los partos de adolescentes entre los
15 a 17 años de edad son imprevistos (no deseados), demuestra la investigación.
El informe de la
AAP hace un llamado a los pediatras para que propongan discusiones tempranas en
el hogar por parte de los padres con sus niños y adolescentes sobre la
sexualidad, los anticonceptivos, el internet y el uso de los medios sociales
que sean coherentes con los valores, hábitos, creencias y circunstancias de las
familias.
Cuando un
adolescente se acerca a la edad de ir a la universidad, el pediatra puede
abordar temas tales como los efectos del alcohol, marihuana y el consumo de otras drogas sobre las decisiones de practicar relaciones sexuales de manera
segura y consensual.
En el entorno de
oficina, los adolescentes han revelado preferir a un pediatra que es abierto y
no los juzga (critica) cuando responden a sus preocupaciones o inquietudes
sobre la sexualidad.
Los pediatras
pueden reconocer que la actividad sexual puede ser placentera pero que debe ser
practicada con responsabilidad, concluye el informe.
"Los niños
y adolescentes deben ser exhortados a hacer preguntas y comunicar inquietudes
sobre sus cuerpos o sobre la sexualidad", dijo la Dra. Breuner. "El
pediatra puede ofrecer información individualizada y correcta en un entorno
seguro".