La participación en los deportes puede ser algo maravilloso para un niño. Pero eso depende de los mensajes que reciban los niños de los adultos y sus compañeros de equipo sobre cómo hacen la actividad que hayan escogido.
Algunas veces parece ser que todo en nuestra cultura nos indica que ganar es la única razón por la que vale la pena competir. Pero para los niños, ganar es la parte menos importante de crecer y desarrollarse de maneras positivas, de acuerdo con Paul R. Stricker, MD, FAAP, autor de Sports Success Rx! (¡Receta para tener éxito en los deportes!) La receta médica de su niño para la mejor experiencia.
Los niños están en constante crecimiento. Los cambios físicos y químicos traen retos nuevos a cada etapa de desarrollo por la que pasa un niño; el desarrollo mental y emocional únicamente se agrega a las consideraciones. La competencia puede ayudar a desarrollar la confianza en el niño y disfrutar la experiencia o puede atrasar el desarrollo y hacer las experiencias extremadamente difíciles. La manera en que su hijo maneje la competencia depende en gran medida de lo que escuche en términos de las expectativas de sus padres o entrenadores.
“Además de influir en la autoestima, la participación [en deportes] puede mejorar las cualidades de liderazgo, desarrollo de carácter, el concepto de trabajo en equipo, disciplina y auto confianza debido a la seguridad en sí mismo”, escribió Stricker. “Cuando un niño siente o escucha niveles altos de expectativas, puede sentir miedo de no tener la capacidad de vivir con esas expectativas”. Stricker señala que las investigaciones actuales han demostrado que el factor individual más importante para bajar el estrés que dicha presión puede potencialmente conllevar es “la diversión experimentada por los niños, ya sea que estén en el equipo ganador o el perdedor”.
¿Cómo pueden los padres y entrenadores ayudar a asegurar que los niños no se obsesionen con ganar y dejen de divertirse, y de la misma manera dejen de crecer a través de la participación en los deportes? Stricker tiene varias sugerencias:
- Cuidado con todas las presiones a realizar. No sea una fuente de más presión al tratar de acelerar los logros de sus hijos o tener expectativas no realistas.
- Comprensión del desarrollo. Muchas de las expectativas no realistas ocurren debido a que los padres y entrenadores no saben por lo que pasan los niños para poder correr, saltar, agarrar y tirar. Los logros para los deportes van en una secuencia a medida que el niño crece e involucra los cambios físicos, químicos y mentales. No se detienen después del entrenamiento para ir al baño.
- Redefina el éxito. Los niños necesitan comprender qué hacer lo mejor es algo bueno, independientemente del resultado. El éxito real involucra a los niños que mejoran comparado con ellos mismos, en lugar de con otros niños. La TV de realidad no durará; el éxito real es un método que puede pasar de generación en generación.
- Manténgalo positivo. Los niños quieren divertirse, y esa diversión tiene un buen propósito. Motive a los niños a hacer eso precisamente al darles comentarios positivos. Les ayuda a crear confianza y carácter en los que necesitarán apoyarse más adelante en la vida. Eso no significa que no haya espacio para la corrección constructiva.
- Enfatice en tener diversión; no enfatice en ganar. Cuando los niños se relajan sobre los resultados, tienden a mejorar sus destrezas, desarrollar mejor acondicionamiento físico y crear confianza en el camino. Recuerde, los niños quieren divertirse.
- Enseñanza del espíritu deportivo. Aprender a mostrar respeto y aprecio por los demás es una habilidad que tendrá grandes dividendos en el camino.
- Si necesitan más motivación, deles más. Algunos niños responden rápidamente a los comentarios positivos y necesitan menos refuerzo. Para otros, toma más tiempo comprender que hacer su mayor esfuerzo es algo bueno, independientemente del resultado. La idea es crear emoción y deleite, no presión y estrés.