Por: Michele LaBotz, MD, FAAP
Mantener a los niños seguros mientras practican deportes implica algo más que simplemente evitar las lesiones. También supone crear un ambiente en donde los niños puedan disfrutar de los beneficios de la participación en los deportes y a su vez estar protegidos contra el abuso.
Para ayudar a proteger a sus hijos, hable con ellos acerca de las situaciones y las conductas de los adultos que actúan mal. También puede hacer una evaluación de la organización deportiva de su hijo para ver si está haciendo lo suficiente para garantizar la seguridad de los niños contra todas las formas de abuso y acoso.
Asegúrese de que las siguientes normas y políticas estén implementadas:
Procedimientos de contratación: además de verificar antecedentes
Cuando contraten personal y voluntarios, las organizaciones debe exigir una verificación de los antecedentes penales. Sin embargo, esto no es suficiente. Es preciso exigir y verificar solicitudes por escrito, entrevistas personales y referencias de personas que no sean miembros de la familia.
Capacitación formal sobre prevención de abuso
Los adultos que son parte de la organización deben contar con capacitación que les permita reconocer señales de abuso psicológico, físico o sexual en un ambiente deportivo. Los entrenadores y demás adultos que participan en el programa deben tener acceso a recursos sobre prácticas positivas y eficaces de entrenamiento y dirección técnica de deportistas jóvenes. La capacitación adecuada puede ayudar a los entrenadores a discernir la diferencia entre:
Métodos apropiados de entrenamiento de alta intensidad, y aquellos que "cruzan la línea" y son físicamente abusivos.
Estrategias de comunicación que son motivacionales en comparación con la comunicación que intimida o acosa a las atletas jóvenes.
Códigos de conducta
Las políticas deben explicar claramente lo que constituye contacto físico adecuado e inadecuado entre deportistas y adultos que no sean padres de los niños. Las novatadas (rituales de iniciación), el acoso y demás formas de hostigamiento por parte de deportistas o adultos, ya sean integrantes del personal o voluntarios, deben estar terminantemente prohibidas.
Requisitos para denuncias
Las organizaciones deben contar con políticas y procedimientos que permitan lo siguiente:
Que los jóvenes deportistas y sus padres denuncien conductas sospechosas con procedimientos implementados para garantizar una acción rápida y un debido seguimiento.
Denuncias obligatorias de conductas inadecuadas por parte del personal y los voluntarios.
Denuncia de todas las acusaciones o sospechas razonables de abuso o negligencia de menores ante las autoridades locales de orden público.
Comunicación
El personal y los voluntarios adultos deben seguir reglas preestablecidas al comunicarse con los niños:
Los padres deben recibir copia de todos los correos electrónicos entre cada uno de los deportistas y cualquier otro adulto dentro de la organización deportiva.
Los adultos pertenecientes a la organización no deben comunicarse en forma personal con un deportista por teléfono, mensajes de texto ni redes sociales.
Todo entrenamiento individual u otro tipo de contacto entre deportistas y entrenadores u otros miembros del personal debe suceder en un lugar a la visible, preferentemente con otros adultos cerca.
Políticas de viajes
Deben existir políticas escritas sobre viajes por juegos, competencias u otros eventos deportivos:
Los deportistas no deben viajar solos con un adulto que no sea uno de sus padres.
Es preciso entregar a los padres los planes de viaje detallados antes de un viaje en el que se pasa la noche fuera de casa (pernoctar).
Los deportistas deben usar el "sistema de amigos" (emparejado/acompañado por un amigo) a todas las actividades durante los viajes.
Instalaciones para entrenamientos y competencias
El lugar donde los deportistas entrenan y compiten también es importante. Los centros deben:
Estar en un buen estado, con equipo de seguridad disponible para el deporte.
Visible a todos, pero con medidas de seguridad implementadas para controlar el acceso de adultos siempre que sea posible.
Estar equipados con instalaciones de baños o vestuarios que ofrezcan privacidad y seguridad a los deportistas.
Más información:
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Acerca de la Dra. LaBotz:
Michele LaBotz, MD, FAAP, Michele LaBotz, MD, FAAP, es una pediatra de medicina deportiva en Yarmouth, Maine. Es miembro de la Academia de Becas del Hospital Infantil Barbara Bush, profesora asociada de pediatría en la Universidad de Tufts y directora médica del programa de entrenamiento atlético de la Universidad de Nueva Inglaterra. Dentro de la American Academy of Pediatrics (AAP), es miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Fitness y de la Junta Directiva del Capítulo de Maine de la AAP.