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Problemas de salud

Conmociones cerebrales en niños y adolescentes: qué deben saber los padres

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Por Alcy R. Torres, MD, FAAP y Christina L. Master, MD, FAAP

Una conmoción cerebral es un tipo de lesión cerebral traumática (TBI) leve. Puede ser causada por un golpe, un impacto o una sacudida en la cabeza o por un golpe en el cuerpo. El impacto provoca que la cabeza se mueva rápidamente hacia adelante y hacia atrás. Esto hace que el cerebro se retuerza dentro del cráneo y las células cerebrales se estiren. Los cambios químicos en el cerebro interrumpen temporalmente el funcionamiento normal.

Causas de las conmociones cerebrales en niños y adolescentes

Las actividades pueden tener como resultado una lesión en la cabeza que puede provocar una conmoción cerebral. Esto es especialmente cierto en el caso de los deportes de contacto, como el fútbol americano, el fútbol, el hockey, el básquetbol, el rugby, la lucha libre, el lacrosse y las coreografías de porristas. Muchos niños también sufren conmociones cerebrales causadas por otras actividades, como, por ejemplo, andar en bicicleta, andar en patineta o escalar árboles.

Es más probable que los niños sufran conmociones cerebrales cuando son menores de 4 años. (Consultar "Conmociones cerebrales en bebés y niños: qué hacer si un bebé o niño pequeño se golpea la cabeza"). Las conmociones cerebrales también son más comunes durante la adolescencia, cuando el deseo cada vez mayor de ser más independiente o la presión de sus compañeros a veces hace que el adolescente tome más riesgos.

Síntomas comunes de las conmociones cerebrales

Los niños y adolescentes que dicen que "no se sienten bien" después de un golpe, un impacto o una sacudida en la cabeza o un golpe en el cuerpo podrían tener una conmoción cerebral u otra lesión cerebral grave.

Los padres podrían notar uno o más de los siguientes signos y síntomas comunes:

  • Parece aturdido o atónito

  • Si la lesión sucedió mientras practicaba un deporte, el niño puede olvidar una indicación o una posición o no estar seguro del juego, la puntuación o el oponente

  • Se mueve con torpeza

  • Responde a las preguntas lentamente

  • Pierde el conocimiento (aunque sea brevemente)

  • Muestra cambios de humor, conducta o personalidad

  • No puede recordar eventos antes o después de un golpe o una caída

Los niños mayores y los adolescentes pueden informar los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza o una sensación de presión en la cabeza

  • Náuseas o vómitos

  • Problemas de equilibrio o mareos, o visión doble o borrosa

  • Le molesta la luz o el ruido

  • Se siente aletargado, confundido, aturdido o atontado

  • Presenta cambios en el sueño, como dormir más o menos después de la lesión

  • Presenta confusión o problemas de concentración

  • Se siente "raro" o "deprimido"

Frecuentemente, estos síntomas comienzan inmediatamente después de la lesión; sin embargo, en algunos casos, podrían tardar unos días en aparecer.

Síntomas más peligrosos

Lleve a su hijo al departamento de emergencias inmediatamente si recibió un golpe en la cabeza o el cuerpo y tiene alguno de estos síntomas:

  • Dolor de cabeza que empeora y no desaparece

  • Debilidad, entumecimiento o disminución de la coordinación

  • Vómitos o diarrea recurrentes

  • Dificultad para hablar

  • Luce muy somnoliento o no es posible despertarlo

  • Una pupila (la parte negra en el centro del ojo) es más grande que la otra

  • Espasmos o convulsiones

  • Incapacidad para reconocer personas o lugares

  • Confusión, inquietud o agitación aumentadas

  • Comportamiento inusual

  • Pérdida del conocimiento (incluso una pérdida breve del conocimiento debe tomarse en serio y se debe monitorear al niño de cerca)

  • No deja de llorar y no es posible consolarlo (bebés)

  • No quiere tomar el pecho, la leche o comer (bebés)

Diagnóstico de una conmoción cerebral

El médico obtendrá una descripción detallada de lo ocurrido, cómo se siente su hijo y su historia clínica pasada.

Estará especialmente interesado en saber si su hijo ha tenido conmociones cerebrales previas y cuánto tiempo le tomó recuperarse. Otras preguntas podrían enfocarse en si tiene un historial de trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), problemas de aprendizaje, migrañas, trastornos del sueño, autismo o trastornos del estado de ánimo. Toda esta información ayuda a su médico a trabajar con su familia para idear un plan de tratamiento para las conmociones cerebrales.

Debido a la cantidad de síntomas posibles de una conmoción cerebral, es posible que su médico utilice un cuestionario especial, como, por ejemplo, la Herramienta de evaluación de conmociones cerebrales en el deporte (SCAT6, por sus siglas en inglés). Esta herramienta ayuda a su médico a realizar un examen de conmociones cerebrales estándar y a darle apoyo a su hijo luego de la lesión.

Algunos médicos podrían utilizar herramientas computarizadas para evaluar a los pacientes con conmociones cerebrales. Los ejemplos incluyen la prueba de King Devick o la evaluación inmediata posterior a la conmoción cerebral y prueba cognitiva (ImPACT, por sus siglas en inglés). Sin embargo, estas aún no están ampliamente disponibles y no son esenciales para diagnosticar y tratar la conmoción cerebral de su hijo.

¿Es necesario realizar pruebas de imagenología?

Su hijo no necesitará inevitablemente que le realicen pruebas de imagenología, tales como la tomografía computarizada (CT) o la resonancia magnética (MRI), del cerebro o la cabeza. Sin embargo, esto dependerá de la situación. Los médicos se basan en motivos específicos para decidir cuándo realizar estas pruebas, especialmente cuando se trata de niños, para evitar la exposición a la radiación siempre que sea posible.

Es importante recordar que una conmoción cerebral significa que hay un problema con la forma en la que está funcionando el cerebro, no que haya un daño estructural. Esto significa que, incluso si la prueba de imagenología de su hijo es normal, es posible que siga presentando síntomas relacionados con la conmoción cerebral.

Tratamiento y recuperación para la conmoción cerebral

El tratamiento principal para la conmoción cerebral es reducir temporalmente las actividades físicas y mentales durante las primeras 48 a 72 horas. Si bien es necesario monitorear a los niños, contrariamente a lo que se aconsejaba en el pasado, no tendrá que despertar a su hijo periódicamente mientras duerme.

Es posible que su hijo deba ausentarse de la escuela durante algunos días. No es necesario que los niños con conmociones cerebrales estén completamente libres de síntomas para volver a la escuela, pero deberían poder tolerar algo de actividad durante 30 a 40 minutos antes de tomarse un descanso.

Es posible que se deban modificar los recesos y las actividades de educación física durante algún tiempo, pero la investigación ha descubierto que es mejor no eliminarlos por completo, ya que cierta actividad física es útil para la recuperación. También debe estar atento a la aparición de síntomas nuevos o a su empeoramiento y hacer un seguimiento con su médico de atención primaria o especialista según se indique.

Si bien la mayoría de los niños se recuperan de una conmoción cerebral en aproximadamente un mes, hasta un 30% continúa teniendo síntomas durante períodos más prolongados. La cantidad de tiempo hasta la recuperación depende de distintos factores, por ejemplo, cómo ocurrió la conmoción cerebral, los antecedentes médicos de su hijo (incluidas las conmociones cerebrales previas), los tratamientos utilizados y en qué medida su hijo siguió el consejo de su médico.

Cómo hablar con su hijo sobre las conmociones cerebrales

Hable con su hijo sobre la conmoción cerebral y dígale que le informe los síntomas de la conmoción cerebral en el momento de la lesión a usted o a su entrenador.

Algunos adolescentes creen que las conmociones cerebrales no son graves. O bien, les preocupa que si informan que sufrieron una conmoción cerebral, perderán su posición en el equipo o parecerán débiles. Recuérdeles que es mejor perderse un partido que perderse toda la temporada. La investigación más reciente muestra que si un niño que practica deportes se retira de un juego inmediatamente después de una conmoción cerebral, se recupera y regresa al juego más rápido en comparación con aquellos que continúan jugando después de una lesión.

Prevención de las lesiones en la cabeza

No todas las conmociones cerebrales pueden prevenirse, pero existen algunas cosas que puede hacer para reducir el impacto de la lesión.

Los niños deben usar cascos cuando realicen actividades en las que anden sobre algún objeto o animal (como caballos, vehículos todoterreno [ATV], motocicletas, bicicletas, patinetas o tablas de snowboard) o deportes de contacto (como fútbol americano, hockey o lacrosse). Los cascos deben quedarles bien y estar en buenas condiciones. No pueden prevenir completamente una conmoción cerebral, pero sí previenen lesiones cerebrales traumáticas más graves y pueden reducir el impacto que causa una conmoción cerebral. A los niños que practican deportes también se les deben enseñar técnicas seguras y a seguir las reglas del juego.

Lo más importante es que los deportistas sepan cuán fundamental es que le informen a su instructor, entrenador atlético o a sus padres si se golpearon la cabeza o el cuerpo y tienen síntomas de una conmoción cerebral, incluso si eso significa que deban dejar de jugar. Nunca deben ignorar una lesión en la cabeza, sin importar lo leve que parezca en el momento.

Más información

Acerca del Dr. Torres:

Alcy R. Torres, MD, FAAP, profesor adjunto de Pediatría y Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, integra la División de Neurología de la American Academy of Pediatrics. Sígalo en Twitter en @AlcyTorresMD.

Alcy R. Torres, MD, FAAP, profesor adjunto de Pediatría y Neurología en la Facultad de Medicina de Boston University, integra la Sección de Neurología de la American Academy of Pediatrics.

Acerca de la Dra. Master:

Christina L. Master, MD, FAAPChristina L. Master, MD, FAAP, es profesora de pediatría y cirugía ortopédica en la University of Pennsylvania Perelman School of Medicine y codirectora del programa Minds Matter Concussion en el Children's Hospital of Philadelphia. La Dra. Master es miembro del Consejo de Medicina Deportiva y Aptitud Física de la American Academy of Pediatrics. Sígala en Twitter en @drtinamaster.

Última actualización
1/8/2025
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright @ 2024)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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