El dolor de rodillas es un problema cada vez más común entre los jóvenes deportistas y podría ser consecuencia tanto de lesiones
agudas como por
esfuerzo repetitivo.
Hay varias estructuras particularmente susceptibles a las lesiones en los deportistas jóvenes, por ejemplo, los huesos que conforman la articulación de la rodilla (fémur, tibia y rótula), los músculos y tendones que mueven la articulación (cuádriceps, tendón rotuliano y tendones isquiotibiales), el cartílago que amortigua la articulación (meniscos interno y externo) y los ligamentos que estabilizan la articulación (ligamento colateral medial, ligamento colateral externo, ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior).
El uso de rodilleras es algo importante que se debe tener en cuenta para una variedad de lesiones, y se puede implementar como prevención o como parte de un plan de tratamiento. El objetivo de cualquier rodillera debe ser trabajar junto a las estructuras innatas de la rodilla para reducir el dolor y promover la estabilidad sin perder el funcionamiento normal de la rodilla, reduciendo así el riesgo de lesión..
Rodilleras: tipos y usos
Fundas para rodilla
Estas son rodilleras de neopreno que se deslizan sobre la rodilla. Pueden incluir un relleno a la altura de la rótula, una abertura para que la rótula salga, correas o un refuerzo alrededor de la rótula. Las fundas básicas ofrecen calor, compresión y tal vez una mayor sensación de soporte de la rodilla. Se pueden usar en el tratamiento de dolor femororrotuliano o para reducir la hinchazón. El uso de la rodillera ofrece protección adicional al frente de la rodilla. Es importante reconocer que, si bien las fundas de rodilla podrían ayudar a aliviar la hinchazón y brindar sensación de soporte después de una lesión, no ofrecen una mayor estabilidad en la rodilla tras una lesión o intervención quirúrgica;
Almohadillas de rodilla
Entre las almohadillas de rodilla, se pueden incluir fundas de rodilla con relleno adicional o armazones rígidas exteriores que cubren el frente de la rodilla con correas que las sujetan alrededor de la pierna para mantenerlas en su sitio. Las almohadillas de rodilla no brindan una mayor estabilidad, pero pueden reducir el riesgo de lesiones, en particular en actividades con potencial de golpes directos al frente de la rodilla como por ejemplo vóleibol, mono patinaje, o patinaje.
Ortesis contra deslizamiento rotuliano
Esta rodillera cuenta con una funda de rodilla, una abertura para la rótula y correas o refuerzos alrededor de la abertura. Esto puede limitar el movimiento de la rótula, lo que reduce la probabilidad de sufrir una subluxación o luxación rotuliana. También puede incluir bisagras a los lados de la rodilla para ofrecer una mayor sensación de estabilidad. Si bien se carece de evidencia rotunda, estas rodilleras podrían reducir el dolor de algunas personas que sufren de femororrotuliano causado por el deslizamiento incorrecto de la rótula.
Tiras rotulianas (bandas)
Las tiras rotulianas se han vuelto un instrumento cada vez más popular y visible para tratar el dolor de rodilla anterior en deportistas jóvenes. Las tiras rotulianas se deben colocar entre la base de la rótula y el bulto de la cresta tibial, aplicando presión sobre el tendón rotuliano que va desde el frente de la rodilla hacia abajo, introduciéndose en la parte inferior de la pierna. Se cree que esto alivia algo de la tensión aplicada sobre el tendón y su unión a la tibia y podría aliviar el dolor relacionado con la
tendinitis rotuliana y la enfermedad de Osgood-Schlatter.
Rodilleras con bisagras
A diferencia de las fundas, estas rodilleras constan de una o dos barras con bisagras a los lados de la rodilla con correas para sostenerlas en su sitio. Si bien existe una amplia variedad de rodilleras con bisagras, todas están diseñadas para aumentar la estabilidad sosteniendo los ligamentos de las caras interna o externa de la rodilla (ligamentos laterales medial y externo). Las rodilleras profilácticas están diseñadas para prevenir lesiones en los deportes de contacto. Si bien se usan habitualmente y pueden reducir el riesgo de lesiones entre un determinado subgrupo de deportistas (delanteros de fútbol americano, por ejemplo), no queda claro si son rentables o aplicables a otros deportes.
Las rodilleras funcionales y posoperatorias pueden ser o bien una combinación de metal y plástico o forros de espuma que se envuelven alrededor del muslo y la parte inferior de la pierna con barras de metal a ambos lados de la rodilla y bisagras que se pueden adaptar para limitar el rango de movimiento. Están pensadas para mejorar la estabilidad de una rodilla lesionada y se suelen usar después de una lesión y mientras se espera la reconstrucción quirúrgica o después de la intervención para proteger la rodilla reconstruida. Se pueden adaptar para permitir varios niveles de movimiento, contienen la hinchazón mejor que los yesos o férulas, y son fáciles de quitar y sustituir por hielo y nuevos exámenes.
Algunas advertencias para los padres sobre las rodilleras:
Todas las rodilleras deben empezar a usarse en consulta con el médico o el
entrenador deportivo de su hijo. Si bien hay muchas variedades disponibles sin receta, solo deben usarse una vez que se haya efectuado un diagnóstico preciso y se haya establecido un programa integral de manejo de la lesión.
Tanto en el caso de lesiones agudas como de lesiones por esfuerzo repetitivo, las rodilleras deben ser tan solo un elemento del programa integral de tratamiento. Aunque algunas rodilleras protegen la rodilla de nuevas lesiones, la rehabilitación que apunte a la flexibilidad, la fuerza, el rango de movimiento y el equilibrio debe ser el pilar de todo programa de recuperación.
El uso de rodilleras para evitar lesiones de rodilla debe considerarse atentamente. Aún no se ha demostrado que este enfoque sea económico y no debe sustituir a los programas de entrenamiento adecuados y específicos de cada deporte para reducir las posibilidades de lesionarse.
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