Halloween es uno de los días más engañosos del año para los niños que tienen
alergias a los alimentos. Con frecuencia, los niños traen a casa una gran cantidad de golosinas y hasta una pequeña cantidad del ingrediente al que son alérgicos puede provocar una reacción que ponga en peligro su vida.
Estos son algunos consejos para ayudar a garantizar que los sustos de
Halloween sean parte de la celebración y que no terminen siendo una emergencia médica.
Leer antes de comer
Lea siempre las etiquetas de los ingredientes de cualquier golosina que su hijo reciba. Muchos dulces populares de Halloween contienen algunos de los
alérgenos más comunes, como maní o nueces de árbol, leche, huevo, soja o trigo.
Si no se mencionan los ingredientes, organice un "intercambio" de golosinas con compañeros de la escuela o amigos. O bien, coloque en una bolsa las golosinas que su hijo no puede comer debido a una alergia y déjelas con una nota para el "Hada de las golosinas" en la que le pide que las cambie por un premio.
Tenga en cuenta que, aunque no se mencione en la etiqueta de ingredientes, los dulces (tanto los que son de chocolate como los que no) tienen un alto riesgo de contener cantidades mínimas de desencadenantes comunes de alergias, ya que las fábricas a menudo producen muchos productos diferentes. Además, los dulces de tamaño pequeño o en miniatura pueden contener ingredientes diferentes o estar hechos en máquinas distintas de los dulces de tamaño regular, lo que significa que las marcas que su hijo consumía anteriormente sin problemas podrían provocarle una reacción.
Enséñele a su hijo a rechazar amablemente productos horneados, como muffins y pastelillos de chocolate, y a no probar ni compartir nunca la comida de otro niño.
No guarde secretos: comuníquese
- Comuníqueles a los maestros y a otros adultos que estén con su hijo sobre las alergias a alimentos y cómo reaccionar frente a una emergencia.
Consulte: Cómo utilizar la epinefrina autoinyectable- No deje que su hijo salga a pedir dulces solo y asegúrese de que lleve un autoinyector de epinefrina. Cualquiera que tenga un teléfono celular debe tenerlo cargado antes de salir.
- Explique los síntomas de la anafilaxia, una reacción alérgica grave, tales como dificultad para respirar, dificultad para tragar, ronquera, hinchazón de los labios o la lengua y mareos.
- Incluso si la epinefrina se administra de inmediato y los síntomas de anafilaxia parecen desaparecer, siempre debe llevar al niño que recibió tratamiento a la sala de emergencias.
Diversión sin alimentos
Ofrezca obsequios no comestibles a los niños que piden dulces, "truco o trato", y a los compañeros de la escuela. El
Proyecto de la Calabaza Azul/Turquesa de la organización para la Investigación y Educación sobre las Alergias Alimentarias (Food Allergy Research Education -en inglés), que promueve opciones seguras para darles a los niños que son alérgicos a algunos alimentos cuando piden dulces, sugiere obsequios tales como varitas luminosas, anillos con forma de araña, colmillos de vampiro, lápices, burbujas, pelotas que rebotan, títeres de dedo, silbatos, marcadores de libros, calcomanías y esténciles. Considere la posibilidad de llevarles estos objetos a algunos vecinos a los que su hijo visitará.
Planifique alternativas a la tradición de "pedir dulces", como fiestas de pijamas o reuniones para ver películas de terror apropiadas para la edad.
Organice las fiestas en torno a actividades relacionadas con la celebración, como desfiles de disfraces, concursos de decoración de calabazas, juegos con temas de Halloween, artesanías y búsquedas del tesoro o cuentos de terror.
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