Por lo general, a los padres les alegra mucho ver cada movimiento de su bebé. Pero cuando un bebé presenta signos y síntomas de una afección neurológica grave, como los espasmos infantiles (EI), esa alegría se puede convertir rápidamente en preocupación.
Los espasmos infantiles son pequeñas convulsiones con grandes consecuencias. El reconocimiento temprano produce mejores resultados; la demora en buscar un tratamiento puede aumentar el riesgo de que su bebé sufra una lesión cerebral permanente.
¿Qué son los espasmos infantiles?
Los espasmos infantiles, descritos por primera vez con un grupo de síntomas conocidos como síndrome de West, son una forma de epilepsia que se produce en 1 de cada 2.000 niños. Generalmente, comienza entre los 2 y los 12 meses de vida y alcanza su punto máximo entre los 4 y los 8 meses de vida.
¿Cómo se presentan los espasmos infantiles?
Si bien estas convulsiones pueden durar solo un segundo o dos, frecuentemente se producen muy juntas y cada espasmo se produce cada 5 a 10 segundos en una serie.
Durante un espasmo, el cuerpo se pone rígido repentinamente, la espalda puede arquearse y los brazos, las piernas y la cabeza pueden inclinarse hacia adelante. Sin embargo, los espasmos infantiles a veces pueden ser difíciles de advertir; quizás solo los ojos se van hacia atrás o hay un pequeño crujido de la barriga.
Son más comunes justo después de que un bebé se despierta y es poco habitual que se produzcan durante el sueño.
Padres y proveedores de cuidado infantil, o cualquier persona que quiera educar a un amigo o pariente sobre los espasmos infantiles, vea el video a continuación. Vemos a un bebé que tiene una serie de espasmos individuales. Cada espasmo es de menos de 1 segundo; el niño muestra una expresión de sorpresa, una breve mirada fija y una extensión/elevación de ambos brazos. Entre cada espasmo, el bebé parece estar bien, algo típico de los espasmos infantiles
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El diagnóstico temprano es clave
Es muy importante que los espasmos infantiles se diagnostiquen de manera temprana. Si sospecha que su bebé puede tener espasmos infantiles, hable con su pediatra de inmediato. Es posible que su hijo deba ser revisado por un neurólogo pediátrico. Si puede, trate de grabar en video un episodio de espasmos de su bebé y muéstreselo a sus médicos.
Quizás le digan que vaya a la sala de emergencias para que un neurólogo pediátrico pueda examinar a su hijo. Es posible que su hijo deba ser hospitalizado para que le realicen una prueba llamada monitorización por videoelectroencefalograma (EEG). El videoelectroencefalograma es necesario para verificar los patrones de ondas cerebrales específicos durante los espasmos y documentar los patrones específicos entre los espasmos. Los neurólogos pediátricos buscan un patrón de EEG distinto llamado
hipsarritmia. La aparición de las convulsiones y el EEG son tan distintos que el diagnóstico de espasmos infantiles se puede realizar con certeza en la mayoría de los casos. Determinar la causa de los espasmos puede ser más difícil.
Causas de espasmos infantiles
Hay muchas causas de los espasmos infantiles; casi cualquier anormalidad o lesión del cerebro puede causarlos. Más de 50 enfermedades metabólicas/genéticas se asocian con los espasmos infantiles y muchos pacientes tienen otros trastornos que provocan retrasos del desarrollo (por ejemplo, parálisis cerebral, síndrome de Down, esclerosis tuberosa, etc.) antes de la aparición de los espasmos.
Es muy importante determinar la causa de los espasmos infantiles, ya que esta afecta el tratamiento y el pronóstico.
Opciones de tratamiento
La American Academy of Neurology y la Child Neurology Society recomiendan la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) como la primera línea de terapia para los espasmos infantiles. Este medicamento es inyectable. Las primeras dosis se aplican en el hospital para que su hijo pueda ser controlado atentamente ante posibles efectos secundarios. Dado que su hijo necesitará seguir recibiendo inyecciones de ACTH durante 6 semanas aproximadamente, recibirá instrucciones para aplicarle las inyecciones a su hijo en su casa. Los objetivos de este medicamento son:
En algunos casos, los neurólogos pediátricos recetan el medicamento anticonvulsivo Vigabatrin. Ambos fármacos funcionan bien, pero el médico de su hijo hablará con usted sobre qué medicamento puede ser la mejor opción para su hijo.
¿Cuál es la perspectiva para los niños con espasmos infantiles?
Incluso si los espasmos infantiles se detienen, muchos niños sufren otros tipos de epilepsia y tienen discapacidades intelectuales u otras discapacidades del desarrollo en etapas posteriores de su vida. Si el tratamiento es rápido y exitoso, la perspectiva es más prometedora. Aquellos niños que se estaban desarrollando normalmente antes de que comenzaran los espasmos pueden tener un desarrollo normal.
Más información:
Nota del editor: el artículo se publicó en reconocimiento de la Semana de concientización sobre los espasmos infantiles (Infantile Spasms Awareness Week) para que los padres, así como los médicos y otros proveedores de atención médica, puedan obtener más información sobre esta enfermedad y sus tratamientos. Visite www.isweek.org (en inglés) para obtener más información.