Al parecer, todos tienen una opinión sobre la obesidad. Algunos insisten en que saben qué la causa. O pueden tener muchas sugerencias sobre cómo evitarla. Sin embargo, a pesar de que parece que nuestra cultura está obsesionada con las dietas y la creencia de que nunca se puede estar demasiado delgado, hay demasiados mitos y malos entendidos acerca del peso durante la infancia. Lamentablemente, esta información falsa puede interponerse en los planes de su hijo de bajar de peso y evitar que tenga éxito.
Para ayudarles a usted y a su hijo a encaminarse hacia un peso estable, empecemos separando la ficción de la realidad.
Vea si cree en cualquiera de los siguientes conceptos erróneos y entérese de la verdad de los mismos.
“Mi hijo y yo somos culpables de su problema de peso”.
No es verdad. Gracias a los medios de comunicación y varios poderosos gurús de la dieta, muchos niños y adultos con sobrepeso creen que la obesidad se produce en las personas autoindulgentes o de voluntad débil. Con este tipo de actitudes que son tan comunes, no es de extrañar que haya tan poca empatía y apoyo para las personas que necesitan bajar de peso. Sin embargo, la verdad es que nadie tiene la culpa de la obesidad de su hijo. Los niños aumentan de peso por una diversidad de razones. Algunos tienen tendencia a ser obesos por razones genéticas. Otros no toman las mejores decisiones en lo que respecta a la selección de alimentos o el tamaño de las porciones, a menudo debido a que las opciones más saludables no están disponibles o porque sus padres o abuelos les dan demasiada comida. Aquí encontrará descripciones de otras causas que contribuyen al problema de peso de su hijo para que deje de sentirse culpable. Una vez que entienda mejor las causas de la obesidad, usted y su hijo podrán controlar su obesidad de manera más efectiva y realista.
“El problema de peso de mi hijo necesita una solución rápida”.
Sí, usted y su hijo quieren una solución instantánea para que pierda las libras de más, y hay muchas dietas en las librerías que prometen resultados rápidos. Pero seamos realistas, no hay respuestas fáciles para los problemas de peso (o para muchas otras cosas en la vida). La obesidad no es un problema que pueda resolverse de la noche a la mañana, o incluso en unas pocas semanas. (Si alguna vez ha intentado adelgazar y mantenerse en forma, sabe que no es así). De hecho, algunas de las soluciones más rápidas, desde las píldoras de dieta hasta el té de hierbas, pueden ser peligrosas para la salud de su hijo. Muchos de los suplementos “naturales” que atraen a los adolescentes, así como las dietas de casi inanición que se promueven en anuncios de periódicos o en artículos de revistas populares son riesgosos y, en algunos casos, podrían causar la muerte. ¿A dónde debe dirigirse entonces? Hablar con el pediatra de su hijo y hacer uso de planes y programas que se basan en evidencia científica y creíble ofrecen la mejor oportunidad para el éxito seguro para bajar de peso a largo plazo.
“Mi hijo con sobrepeso se adaptará al exceso de libras que tiene”.
Los jóvenes normalmente aumentan de peso durante la infancia. Es una parte necesaria del proceso de crecimiento. Sin embargo, algunos padres dicen a sus pediatras que los niños con exceso de peso superarán este problema cuando crezcan. Sin embargo, eso no seguro. De hecho, dependiendo de los hábitos alimentarios de su hijo y su nivel de actividad, es probable que continúe aumentando de peso, no que adelgace, a medida que crece. No dependa de los períodos de crecimiento acelerado para compensar por el problema de peso.
“Mi hijo parece tener exceso de peso de acuerdo con las gráficas de crecimiento, pero toda nuestra familia es de constitución corpulenta. Así que no creo que tenga problemas de peso”.
Los pediatras a menudo escuchan a los padres decir: “No estamos preocupados por el peso de nuestro hijo. Todos los miembros de mi familia son fornidos y siempre lo han sido”. En verdad, necesita mantenerse enfocado en las gráficas de crecimiento y de índice de masa corporal.
Si el peso de su hijo excede el rango normal para su edad y estatura, cumple con la definición de sobrepeso u obesidad. No es algo que pueda justificar. Hay ciertos desequilibrios metabólicos u hormonales (endocrinos) a los que a menudo se culpa por los problemas de peso. Sin embargo, ellos son responsables de menos de 1 por ciento de los casos de obesidad infantil. Sí, el hipotiroidismo (un déficit en la secreción de la tiroides) y otras enfermedades genéticas y metabólicas más graves y menos comunes (por ejemplo: el síndrome de Prader-Willi, el síndrome de Turner, el síndrome de Cushing) pueden causar el aumento de peso (y en algunos casos, otros problemas graves, como la pérdida de la audición y la visión). Definitivamente debe hablar con el pediatra de su hijo sobre sus preocupaciones y solicitar que realice una evaluación médica completa. Pero como estos síndromes son poco frecuentes, representan muy pocos casos de obesidad. Es más probable que el exceso de peso de su hijo esté asociado con los malos hábitos alimentarios y de actividad física, así como con algunas otras problemas.
“Debido a que mi hijo es grande, realmente necesita comer más alimentos para mantenerse saludable”.
Con base en esta creencia, es probable que muchas familias sirvan porciones más grandes a los niños con sobrepeso debido a su tamaño. Nada podría ser más contraproducente. Tiene que confiar en las gráficas de crecimiento y en los consejos de su pediatra y asegurarse de que su hijo está consumiendo porciones de un tamaño adecuado para mantener un peso normal.
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