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Problemas de salud

Síntomas de la fiebre

​La fiebre suele ser un señal de que el cuerpo está combatiendo una enfermedad o infección. Generalmente es inofensiva. De hecho, la fiebre puede ser considerada una buena señal de que el sistema inmunológico de su hijo está funcionando y el cuerpo está tratando de curarse a sí mismo. Aunque es importante buscar la causa de una fiebre, el principal propósito de su tratamiento es ayudar a su hijo a sentirse mejor si está molesto o siente dolor.

¿Qué es la fiebre?

La temperatura corporal normal varía según la edad, la salud general, el nivel de actividad y la hora del día. Los lactantes suelen tener temperaturas más altas que los niños mayores. La temperatura de todas las personas es más alta entre las últimas horas de la tarde y las primeras horas de la noche, y más baja entre la medianoche y las primeras horas de la mañana. Incluso la cantidad de ropa que una persona tiene puesta puede afectar la temperatura corporal.

La fiebre es una temperatura corporal que es más alta de lo normal. Si bien la temperatura corporal normal promedio es de 98,6 °F (37 °C), un rango de temperatura normal oscila entre 97,5 °F (36,4 °C) y 99,5 °F (37,5 °C). La mayoría de los pediatras considera una temperatura de 100,4 °F (38 °C) o más un señal de fiebre (ver "Cómo medirle la temperatura a su hijo").

Síntomas de la fiebre

Si su hijo tiene fiebre, es posible que se sienta acalorado, que tenga las mejillas rojas o que sude más de lo usual. También es posible que tenga más sed de lo habitual.

Algunos niños se sienten bien cuando tienen fiebre. Sin embargo, la mayoría tendrá síntomas de la enfermedad que está causando la fiebre. Es posible que su hijo tenga dolor de oído, dolor de garganta, un salpullido o dolor de estómago. Estas señales pueden brindar indicaciones importantes sobre la causa de la fiebre.

Última actualización
1/5/2016
Fuente
Fever and Your Child (Copyright © 2007 American Academy of Pediatrics, updated 5/2012)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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