La ambliopía u ojo perezoso, es un problema ocular bastante común (afecta aproximadamente a 2 de cada 100 niños) que se desarrolla cuando un niño tiene uno ojo que no ve bien o está lastimado y empieza a usar el otro ojo casi exclusivamente.
El ojo inactivo se entonces y se vuelve más débil. En general, el problema debe detectarse a los tres años de edad con el fin de tratar y restaura la visión normal en el ojo afectado antes de los seis años de edad. Si esta situación persiste durante mucho tiempo (pasados los siete a nueve años de edad) la visión puede perderse permanentemente en el ojo no utilizado.
Una vez que el oftalmólogo diagnostica los problemas en el ojo no utilizado, es posible que su hijo tenga que usar un parche sobre el ojo “bueno” durante un período de tiempo. Esto obliga a utilizar y fortalecer el ojo que se ha vuelto “perezoso”. El tratamiento con el parche se mantendrá durante el tiempo que sea necesario para llevar al ojo más débil a su máximo potencial.
Esto podría tomar semanas, meses o incluso llegar a los diez años de edad o más. Como una alternativa al uso del parche, el oftalmólogo puede recetar gotas para los ojos o ungüento para desenfocar la visión en el ojo bueno y, por lo tanto, obligar a su hijo a usar el ojo con ambliopía.