La mayoría de los expertos coinciden en que la tendencia a desarrollar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) está presente desde el nacimiento. Sin embargo, los comportamientos del TDAH a menudo no se notan hasta que los niños ingresan a la escuela primaria.
Una razón de este retraso es el hecho de que casi todos los niños en edad preescolar suelen mostrar algunos comportamientos o síntomas básicos del TDAH (falta de atención, impulsividad e hiperactividad) como parte de su
desarrollo típico.
Sin embargo, mientras otros niños comienzan a superar tales comportamientos gradualmente, los niños con TDAH no lo hacen. Además, en los niños con TDAH, esos comportamientos interfieren con su funcionamiento. Esta diferencia se vuelve cada vez más clara a medida que pasan los años.
¿Cuándo comienzan a aparecer los síntomas del TDAH?
Comenzar la escuela puede resaltar los desafíos de un niño relacionados con la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Esto se debe a que las actividades en el aula exigen más concentración, paciencia y autocontrol. Este tipo de exigencias no son tan frecuentes en el hogar o en los grupos de juego, por lo que es posible que, en esos entornos, el niño haya tenido menos problemas.
Por lo general, cuando un niño con TDAH cumple 7 años, sus padres se dan cuenta de que la falta de atención, el nivel de actividad o la impulsividad de su hijo es mayor de lo típico.
A veces, estas sospechas empiezan más tarde. Este es particularmente el caso de los niños brillantes cuyos problemas se relacionan principalmente con la atención, y no con la hiperactividad. Sin embargo, es inusual que los síntomas del TDAH no aparezcan antes de los 12 años de edad. Por lo tanto, si los síntomas no se observan hasta la adolescencia o más tarde, y no se recuerda que hayan sucedido antes de los 12 años, es probable que lo que esté causando los problemas no sea el TDAH.
¿En qué se diferencian los síntomas del TDAH de los comportamientos infantiles típicos?
Es posible que haya notado que a su hijo le resulta casi imposible concentrarse en un libro de trabajo, incluso por un período muy corto o cuando usted está allí para ayudarlo. O es posible que aún se sienta tan agotado al final del día con su hijo de 8 años demasiado activo como cuando tenía 2.
Es posible que su hijo haga preguntas a los adultos con tanta frecuencia que usted haya comenzado a sospechar que no es "normal". O quizás haya notado que su hijo no parece captar los matices de la interacción social que sus compañeros de juego están comenzando a adoptar, como respetar el espacio personal de los demás o dejar que otras personas tengan un turno para hablar.
Puede resultar difícil para un padre o madre saber si tales comportamientos son solo parte del proceso normal de crecimiento ("¡Muchos niños de seis años se aburren con los libros de trabajo!") o si su hijo necesita límites más estrictos ("Quizás he sido demasiado inconsistente a la hora de establecer límites"). ¿Los problemas de conducta son lo suficientemente graves como para indicar un problema preocupante? ¿Mejorarán a medida que su hijo madure?
¿Cómo se comporta su hijo en diferentes entornos?
Para que a un niño se le diagnostique TDAH, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda a los proveedores de atención médica recopilar información sobre el comportamiento del niño en al menos otro entorno importante además de su hogar, incluida una revisión de los informes proporcionados por los maestros y los profesionales de la escuela.
Si compara el comportamiento del niño en dos o más entornos, el proveedor puede comenzar a diferenciar entre razones tan variadas para los problemas de atención como un temperamento "difícil" pero normal, prácticas de crianza ineficaces, entorno académico inadecuado y otros desafíos. El proveedor también puede aclarar si el comportamiento del niño está interfiriendo con su capacidad para funcionar adecuadamente en más de un entorno, otro requisito para el diagnóstico.
Cómo ha cambiado la terminología del TDAH a lo largo de los años
Puede resultar difícil hacer coincidir el comportamiento que vemos en nuestros hijos con los términos formales utilizados por los pediatras y otros profesionales médicos. Rara vez pensamos que nuestros hijos tienen "problemas de hiperactividad-impulsividad". En cambio, pensamos: "¿Por qué nunca puede calmarse?"
Para evitar confusiones, los términos que los médicos utilizan para estos comportamientos han cambiado a lo largo de los años. El término "TDA" (trastorno por déficit de atención) solía ser habitual y se refería principalmente a la forma de TDAH con síntomas "únicamente de falta de atención". Estos niños no son demasiado activos y sus síntomas pueden incluso pasar desapercibidos para los adultos durante un tiempo, porque su comportamiento no es disruptivo.
Para la mayoría de los niños con TDAH, la descripción calificativa de "con hiperactividad" tuvo que agregarse al término "TDA". Ahora, se considera que todos los niños con esta afección tienen TDAH. Sin embargo, dentro de ese diagnóstico existen 3 subtipos: desatento, hiperactivo-impulsivo y combinado.
Síntomas y comportamientos del TDAH: lo que los padres pueden notar
Mire las listas a continuación y pregúntese cuántas veces al día o a la semana dice o piensa lo mismo. Todos los padres hacen este tipo de comentarios sobre sus hijos de vez en cuando, por supuesto. Sin embargo, los padres de niños con TDAH siguen viendo los mismos comportamientos a diario y durante períodos prolongados, mucho después de que otros niños hayan progresado.
Los padres de niños con TDAH de tipo predominantemente desatento dicen lo siguiente:
"Parece que siempre está soñando despierto. Nunca me responde cuando le hablo. Me pregunto si me escucha".
"Pierde todo. He tenido que comprar cuatro loncheras nuevas desde que empezaron las clases".
"Le pido que suba a su habitación y se vista, y 10 minutos después lo encuentro jugando con sus juguetes, solo con la camiseta puesta".
"No puede recordar lo que aprende porque se pierde las instrucciones y explicaciones en la escuela. Aunque trabajamos duro en sus tareas escolares por la noche, al día siguiente ya lo ha olvidado todo".
"Algunos maestros lo han llamado 'despistado', estudiante de bajo rendimiento, 'distraído' o su 'estudiante extraño'".
Los padres de niños con TDAH predominantemente de tipo hiperactivo-impulsivo dicen lo siguiente:
"Nunca se calma. No puedo conseguir que se siente a terminar una comida o que se prepare para ir a dormir".
"Interrumpe constantemente. No se puede tener una conversación decente cuando está en la habitación".
"Nunca piensa antes de actuar. Sabe que no debe cruzar la calle corriendo sin antes de detenerse a mirar, pero lo hace todo el tiempo. Me preocupa su seguridad; simplemente no está a salvo".
"Opera fuera de orden, como, 'preparados… disparen… apunten'".
"No les agrada a sus compañeros de clase. Siempre los está 'molestando'. Nadie lo invita a su casa. Siempre tiene que ser el primero y las cosas siempre tienen que ser a su manera".
Recuerde
Hable con el pediatra de su hijo si tiene inquietudes sobre el
progreso de su hijo en la escuela, las interacciones sociales, el comportamiento o cualquier otro aspecto del desarrollo físico y mental saludable.