Por Anthony Porto, MD, MPH, FAAP y Sarah Abu-Alreesh, MD, FAAP
Los niños pueden tener problemas digestivos cuando comen en exceso, contraen la gripe o pasan horas preocupándose por la prueba de matemáticas de la siguiente semana. Sin embargo, si sufren de diarrea o constipación frecuente (o una combinación de ambas), es posible que suceda algo más serio.
Los niños y adolescentes con una afección llamada
síndrome del intestino irritable (SII) podrían sentirse avergonzados o ansiosos por sus hábitos en el baño (sentimientos que pueden empeorar aún más los síntomas físicos). Siga leyendo para obtener más información sobre el SII y cómo se trata.
¿Qué es el SII?
El síndrome del intestino irritable (SII) engloba un grupo de síntomas. Todos juntos indican que el intestino de su hijo no está funcionando de la manera que debería. Para entender el SII, necesitamos examinar de manera rápida el sistema digestivo de su hijo.
¿Qué ocurre durante el proceso de la digestión?
Los alimentos que su hijo come se desplazan hacia el estómago, donde los jugos digestivos comienzan a descomponerlos para que el cuerpo pueda absorberlos. Desde allí, existen músculos especiales que transportan a través del intestino los alimentos parcialmente digeridos, moviéndolos poco a poco hacia el intestino grueso o colon.
Ese es el lugar donde el cuerpo clasifica las partes de los alimentos que el cuerpo de su hijo no puede utilizar, convirtiéndolas en heces (popó). Los músculos del colon se contraen y se relajan, moviendo las heces hacia abajo y, finalmente, fuera del cuerpo de su hijo.
¿Cómo afecta el SII al sistema digestivo?
Cuando su hijo tiene SII, estos procesos no funcionan a un ritmo constante. El SII hace que los nervios que controlan los movimientos del intestino (llamados peristalsis), que impulsan los alimentos a lo largo del tracto GI, se vuelvan más sensibles.
La consecuencia es que la pared del tracto GI reacciona en exceso ante ciertas cosas, como los productos lácteos y el estrés emocional, y comienza a tener espasmos. El movimiento de contraerse y relajarse podría volverse más lento o más rápido y provocar síntomas molestos.
A diferencia de otras afecciones, en el SII no hay daño en el tejido del tracto GI ni se experimenta inflamación. Se considera un
trastorno del eje cerebro-intestinal, que es la conexión entre los nervios del cerebro y el tracto GI.
¿Cuáles son los síntomas del SII?
El SII puede causar heces blandas que son el desencadenante de popó acuosa y con gases varias veces al día. También puede causar heces secas y duras que son dolorosas de evacuar (y que podrían permanecer en el cuerpo durante días).
Algunos niños con SII padecen estos dos extremos. Otros tienen días en los que su sistema parece funcionar con normalidad; no obstante, los síntomas regresan más tarde.
El dolor, principalmente en la parte media y baja del abdomen y acompañado de cambios en las heces (ya sea en la frecuencia o en la forma), es el signo que caracteriza al SII. Además de heces dolorosas o frecuentes, los niños con SII también podrían experimentar:
Muchos niños con SII también sienten que todavía necesitan hacer popó, incluso después de haber ido al baño.
¿Cómo se diagnostica el SII?
No existe una prueba sencilla para diagnosticar el SII. El pediatra de su hijo comenzará con el historial de salud y realizará un examen físico.
El médico preguntará sobre los síntomas, incluida la ubicación del dolor, su intensidad y duración. ¡Asegúrele a su hijo que está bien hablar con el médico sobre las heces! Esta conversación privada es el primer paso para sentirse mejor.
Su pediatra podría utilizar pruebas de laboratorio para conocer más sobre lo que está sucediendo en el intestino de su hijo. Esto puede descartar otras afecciones con síntomas similares a los del SII.
Las muestras de sangre, heces y orina podrían ofrecer pistas útiles. Rara vez se requieren una endoscopia y una colonoscopia. Estos son procedimientos que se realizan bajo anestesia general. Proporcionan una vista del tracto digestivo de su hijo utilizando un endoscopio: un tubo largo y delgado con una pequeña cámara en el extremo.
¿Existen diferentes tipos de SII?
El SII se clasifica según el tipo de patrón de los movimientos en el intestino que el niño tenga junto con el dolor abdominal.
SII con estreñimiento (SII-E): cuando el niño tiene dolor acompañado de heces duras y poco frecuentes
SII con diarrea (SII-D): cuando el niño tiene dolor relacionado con múltiples heces blandas
Cuando se alternan el estreñimiento y la diarrea, se trata de un SII de tipo mixto
Asegúrese de informarle a su pediatra sobre TODOS los síntomas de su hijo
Además de la hinchazón, el dolor y las heces acuosas o duras, el médico necesita saber si su hijo también está experimentando:
Estos signos podrían ser el indicio de una enfermedad intestinal inflamatoria (
IBD, por sus siglas en inglés). La IBD engloba un grupo de afecciones graves que pueden dañar el tracto digestivo, interrumpir el crecimiento de su hijo e incluso causar daño hepático. Si hay signos de IBD, el equipo de atención de su hijo recomendará los pasos a seguir para encontrar una atención eficaz.
¿En qué se diferencia el SII de la IBD, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa?
El síndrome del intestino irritable a menudo se denomina erróneamente "colitis" y "colitis mucosa". Sin embargo, el sufijo "itis" en el nombre de una afección médica indica inflamación. Aunque la inflamación no es una característica del SII, sí lo es de la IBD.
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son dos formas de la enfermedad intestinal inflamatoria. La inflamación que produce la IBD daña el tejido de los intestinos delgado y grueso. En la siguiente tabla se incluyen algunas de las diferencias de los síntomas entre el SII y la IBD.
Síntomas
| Síndrome del intestino irritable (SII) | Enfermedad intestinal inflamatoria (IBD) |
Enfermedad de Crohn | Colitis ulcerosa |
Dolor abdominal
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Diarrea
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Constipación
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Heces con sangre
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Pérdida de peso
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Fiebre
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Hinchazón, dolor en las articulaciones como la rodilla y el tobillo
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Llagas parecidas a aftas en la boca
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Causas y riesgos del SII
Se desconocen las causas exactas del SII. Sí sabemos que son muchos los factores que juegan un papel importante en el desarrollo del síndrome. Uno de ellos es cómo los músculos en el tracto digestivo se contraen y cómo se coordinan las señales nerviosas entre el tracto digestivo y el cerebro.
Otros factores que podrían jugar un papel fundamental en el SII incluyen:
Cambios en el microbioma intestinal. Es decir, las bacterias, los virus y los hongos que normalmente viven en el tracto digestivo.
Ciertos alimentos que pueden ser desencadenantes de los síntomas del SII. Si producen el gas suficiente para causar distensión o hinchazón, pueden causar dolor.
Estrés emocional, ansiedad y depresión. Estos no son la causa del SII, pero sí pueden agravarlo.
Infecciones bacterianas que afectan el intestino. Estas predisponen el desarrollo del SII. Sin embargo, el SII no es contagioso, por lo que su hijo no puede contagiarse de otra persona.
Herencia. Necesitamos más investigaciones para comprender el SII, pero los estudios realizados demuestran que está en los genes familiares. Cuando los padres, los abuelos, los tíos y otros miembros de la familia tienen SII, el riesgo de que un niño lo desarrolle es mayor.
¿Cómo se trata y maneja el SII?
Si su hijo tiene SII, su pediatra trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento basado en los síntomas. Aunque el SII no daña el sistema digestivo de su hijo, puede hacer que la vida diaria sea dolorosa y difícil. No existe una cura para el SII, pero un plan de tratamiento adecuado puede reducir los síntomas, de manera que su hijo se sienta más cómodo en el hogar, la escuela y el mundo exterior.
Es posible que su hijo necesite consultar a más de un médico con respecto al SII. Por ejemplo, su pediatra podría recomendarle una consulta con un gastroenterólogo (especialista del intestino) que atienda a niños y adolescentes. El equipo de atención de su hijo se centrará en las causas conocidas del malestar provocado por el SII y elaborará un plan para aliviar los síntomas específicos.
Cambios en la dieta
La dieta puede ser clave, ya que ciertos alimentos se han relacionado con el SII. Algunos de estos incluyen:
la leche de vaca y los productos lácteos
los alimentos que causan gases o tienen alto contenido de grasa
el chocolate
las bebidas con cafeína (incluidas muchas gaseosas y bebidas energéticas)
Algunos cambios en la dieta, como, por ejemplo, adoptar la dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP), también pueden ayudar, ya que se enfocan en los alimentos que producen menos gases.
Llevar un registro de lo que su hijo come y bebe, así como de los síntomas del SII, puede ser útil para identificar los posibles factores desencadenantes. Su médico podría recomendarle trabajar con un nutricionista registrado para identificar las sensibilidades a los alimentos y hacer cambios en la dieta de su hijo. Lea más sobre los alimentos y el SII aquí.
Manejo del estrés
La terapia cognitivo-conductual podría ser útil para afrontar los sentimientos difíciles, ya que es posible que el estrés agrave los síntomas del SII. Un gastroenterólogo pediátrico podría recomendar hacer un seguimiento con un psicólogo u otro profesional de la salud mental que se especialice en trastornos del eje cerebro-intestino como parte del tratamiento para el SII.
Además, las prácticas tales como el ejercicio, la meditación, el yoga y las caminatas por la naturaleza pueden activar la respuesta de "descanso y digestión" en el cuerpo de su hijo.
Medicamentos y suplementos para el SII
Los medicamentos o suplementos nutricionales que el médico de su hijo podría sugerir incluyen:
Recuerde
Aunque no existe una cura para el SII, el equipo de atención de su hijo puede recomendar formas de controlar los síntomas y hacer la vida diaria más fácil. Su pediatra puede ayudar a desarrollar un plan de cuidado eficaz. Esto podría incluir trabajar con un especialista del intestino (gastroenterólogo) o un nutricionista registrado.
Más información
Acerca del Dr. PortoAnthony Porto, MD, MPH, FAAP, es pediatra certificado y gastroenterólogo pediátrico certificado por la junta. Es profesor adjunto de Pediatría y director médico adjunto de Gastroenterología Pediátrica en Yale University, y director y gastroenterólogo pediátrico en Greenwich Hospital en Greenwich, Connecticut. También es el director médico del programa pediátrico Yale Pediatric Celiac Program de la enfermedad celíaca. Dentro de la American Academy of Pediatrics (AAP), el Dr. Porto forma parte del Comité Asesor de Gastroenterología PREP y es miembro de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición. Asimismo, es miembro del Comité de Educación Pública de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (North American Society of Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition), pediatra especializado en nutrición de Real Answers de The Bump y coautor del libro The Pediatrician's Guide to Feeding Babies and Toddlers (La guía del pediatra sobre la alimentación de los bebés e infantes). Puede seguirlo en Instagram en @Pediatriciansguide.
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Acerca de la Dra. Abu-AlreeshSarah Abu-Alreesh, MD, FAAP, es miembro de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica en Yale University School of Medicine. Dentro de la AAP, la Dra. Abu-Alreesh es miembro de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición y de la Sección de Obesidad.
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