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Problemas de salud

Alegría y equilibrio: 4 consejos para disfrutar las fiestas y las vacaciones de invierno en familia

Keeping the holidays happy during COVID-19 Keeping the holidays happy during COVID-19

​La temporada de fin de año es un momento para preparar y compartir comida deliciosa, intercambiar regalos y disfrutar de tradiciones preciadas. Pero para muchas familias, la "época más feliz del año" también significa un estrés inmanejable.

Los calendarios de fin de año a menudo están repletos de eventos sociales que exigen mucho de nuestro tiempo. Es posible que nos sintamos presionados a derrochar en regalos y viajes, incluso si nuestro presupuesto es ajustado o si participamos en actividades comunitarias que consumen demasiada energía personal y familiar.

Estos desafíos pueden ser difíciles de manejar, incluso si usted y sus hijos gozan de buena salud. Aquí hay algunas sugerencias para lidiar con el estrés de las fiestas que pueden ayudar a su familia a sentirse más equilibrada (y posiblemente también un poco más alegre).

1. Mantenga su calendario manejable (y sus explicaciones simples)

La presión de celebrar con todos, desde el equipo de fútbol de su hijo hasta sus compañeros de trabajo, puede hacer que las fiestas se sientan apresuradas y caóticas. Elija los que pueda manejar razonablemente y rechace el resto sin sentirse culpable. Si experimenta quejas, simplemente diga: "Eso suena como un buen plan, pero tenemos algo más en marcha". Tenga en cuenta que las visitas de larga distancia y otros viajes se pueden reprogramar, lo que le da a la familia algo que esperar en el nuevo año.

2. Priorice la salud de la familia

Cumplir con las rutinas familiares puede ayudarlo a cultivar una sensación de paz en medio del ajetreo de las fiestas. Tómese un tiempo para hacer ejercicio, comer comidas saludables y dormir (incluidas las siestas, especialmente para los más pequeños).

Preste atención a cuánto tiempo pasan usted y sus hijos frente a las pantallas. Reemplace el entretenimiento digital con placeres simples, como beber chocolate caliente juntos o dar un paseo al aire libre. También es un buen momento para probar nuevas formas de relajarse, como la meditación. Sobre todo, déle a su familia espacio para reducir la velocidad y simplemente "estar".

3. Esté atento a las señales de que los niños necesitan apoyo adicional

El alboroto de las fiestas puede hacer que los cambios de humor de un niño sean más intensos. Los niños pequeños pueden experimentar berrinches o rabietas cuando pierden las siestas y cuando los bocadillos azucarados los empujan hacia la sobreestimulación. Los niños mayores pueden sentirse ansiosos por encajar y sentirse aceptados cuando los canales de las redes sociales explotan con imágenes de fiestas navideñas y entrega de regalos.

Hágale saber a su hijo que lo entiende y que está allí cuando necesite hablar. Aquí hay sugerencias para hablar con su preadolescente o adolescente sobre las presiones para experimentar con drogas o sexo, que pueden intensificarse durante las vacaciones escolares de invierno. Hágales saber a sus hijos que está abierto a conversaciones sobre temas difíciles, sin importar cuán ocupados estén las cosas.

Si su familia perdió recientemente a un ser querido, tenga en cuenta que las vacaciones pueden desencadenar o profundizar el duelo. Permítanse reescribir el guión navideño. ¿Qué actividades placenteras desea conservar y cuáles preferiría omitir esta vez? Tomar estas decisiones juntos puede formar la base de un apoyo mutuo saludable.

4. Enfatice el lado simple y positivo de dar

La idea de que necesitamos gastar miles de dólares para celebrar las fiestas puede llevar a los padres y las familias a un lugar incómodo. Los padres pueden sentirse presionados para pedir dinero prestado o usar tarjetas de crédito para regalos, atuendos especiales, decoraciones y más. Este patrón puede resultar contraproducente a medida que llega el Año Nuevo (y las facturas vencidas).

Tenga en cuenta que el estrés financiero nunca es saludable para su familia. Dé un ejemplo positivo a sus hijos estableciendo un presupuesto para las festividades y ajustándose a él. Un obsequio especial puede ser tan significativo como docenas de paquetes brillantes, especialmente si lo convierte en parte del pensamiento de su familia sobre la felicidad navideña.

Considere hablar con sus hijos sobre el significado más profundo de la temporada, enfocándose en formas de dar que puedan traer un tipo especial de alegría. No es necesario que haga grandes donaciones a organizaciones benéficas ni que trabaje cientos de horas como voluntario para marcar la diferencia. Puede significar algo tan simple como hacer mandados para un vecino al que le vendría bien una mano extra o invitar a los hijos de un amigo a jugar para que puedan terminar las tareas navideñas. Pídeles ideas a tus hijos y encuentra formas de desarrollarlas juntos.

Recuerde, su pediatra está ahí para apoyarle

Si la salud de su hijo está afectada en este momento, tómese el tiempo para explorar lo que está sucediendo. Los problemas de sueño, cambios importantes en los hábitos alimentarios o estados de ánimo bajos que persisten durante más de 2 semanas son preocupaciones legítimas con las que su pediatra puede ayudar. Programe un tiempo para hablar ahora, en lugar de esperar hasta después de las vacaciones, especialmente si observa signos de ansiedad, depresión o autolesión. Su pediatra puede ayudarle a determinar el tratamiento y el apoyo que su hijo necesita para recuperar el equilibrio.

Recuerde

No dude en hablar con su hijo y su pediatra si tiene alguna inquietud sobre la salud mental.

Información adicional:

Última actualización
12/18/2023
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2022)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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